… (otra vez) de Pierre Hermé al otro lado del arco iris
Pierre Hermé con frambuesas
Qué fácil y ¡qué rico!,
una verdadera sorpresa que no esperaba tener con los ingredientes de siempre. Me ha alegrado el día, y no ha sido sólo el cacao.
Tenía necesidades chocolateadas, síndrome de abstinencia. No es que me hubiese cansado de los bizcochos y pasteles, ni mucho menos, pero hay momentos en los que se necesita chocolate, a ser posible con alto porcentaje de cacao. Ya conocéis sus efectos.
Si de algún repostero no me cansaría de hacer sus recetas ése es PH. Mucha variedad y gama: desde unas galletas o
macarons, pasando por
cakes (como el de ayer), hasta tartas, por supuesto, y siempre mucho chocolate. Como con casi todos los pasteles de chocolate, la única dificultad está en el tiempo de horneado, siempre el justo para que no quede demasiado seco ni crudo. Éste veréis que es difícil que llegue a secarse, por su cuerpo (menos denso), cantidad de huevos y grosor. Esta vez no he hecho caso de mis gustos o instintos y lo he cocinado un poco más, unos minutos, y el resultado ha sido un placer para el paladar.