Realizamos un hojaldre tal y como he indicado en la receta de la tarta primavera. A diferencia de ésta, el hojaldre no tiene porque tener muchas vueltas, de hecho se pincha con un tenedor para que no suba.
- Hojaldre.
- 3 ó 4 manzanas reinetas u otras con un ligero toque de acidez.
- Canela, en rama y en polvo.
- 50 gr. de mantequilla.
- 100 gr. de azúcar moreno (para caramelizar).
- Un poco de azúcar para espolvorear.
- Huevo (para pintar).
Pelamos y cortamos unas manzanas en gajos. Aquí hay dos opciones, caramelizar las manzanas hasta que estén blandas, dejarlas enfriar o no caramelizarlas. Si las caramelizamos corremos el peligro de que se ablande demasiado el hojaldre pero tiene un gusto exquisito.
a) Sin caramelizar.
En una fuente para empanadas (empanadera!), untamos un poco de mantequilla con harina para que no se pegue. Como el hojaldre ya tiene materia grasa no es necesario poner demasiada mantequilla, sólo lo mínimo. El exceso de harina lo retiramos.
Extendemos dos placas de hojaldre de igual longitud y ponemos la primera placa sobre la “empanadera”.
Pinchamos con un tenedor la superficie para que no suba demasiado. Espolvoreamos con azúcar moreno (o blanco, incluso puede pintarse con un poco de mermelada), un copo de canela molida y cubrimos con una fina capa de manzanas.
Dependiendo de la acidez podemos echarle más azúcar. Lo que sí volvemos a hacer es echarle un poco de canela molida.
Cerramos con la otra placa de hojaldre, pintamos con huevo batido y volvemos a pinchar con un tenedor. Espolvoreamos con canela molida.
Introducimos en el horno a alta temperatura (210 gr.) durante unos minutos y luego bajamos el fuego para que se haga por dentro.
b) Caramelizando las manzanas.
Se caramelizan las manzanas en una sartén con mantequilla, azúcar moreno y una ramita de canela. Cuando empiecen a reblandecerse, flambeamos con un licor o cañac y retiramos el exceso de jugo. Dejamos reposar.
En este caso no debe ponerse azúcar entre en hojaldre y las manzanas pues éstas ya están lo suficientemente dulces. Ojo: hay que retirar todo el jugo de la caramelización para evitar de reblandezca el hojaldre. Este jarabe me lo tomo a cucharadas pues está “guenísimo".
Fácil y sabrosón.
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