Por aquí ya se empieza a notar el calorcito de la primavera (*) y, aunque los garbanzos parecen un producto de invierno, esta receta es bastante suave y nada fuerte. Se trata de una receta de José Andrés, a la que me he permitido hacer algún pequeño cambio, muy pequeño.
(*) Sí, aquí también hace calor... de vez en cuando.
Ingredientes
Pongo la mitad de ingredientes de la receta original.
Garbanzos, unos 125 gr. dependiendo de cuantos comensales seamos.
Bicarbonato sódico, para poner los garbanzos en remojo en agua el día antes.
1/8 de taza de aceite de oliva virgen extra
3 dientes de ajo pelados
25 gr. de pan blanco, en rebanadas y sin corteza.
1 cucharada de pimentón dulce.
Unas hebras de azafrán
1 cucharada de vinagre de jerez
125 gr. de espinacas lavadas.
Sal y pimienta blanca a gusto.
(1) El día anterior podemos los garbanzos a remojo en agua fría con bicarbonato, removemos y dejamos toda la noche.
(Inciso)
Parece ser ;-) que uno de los efectos del bicarbonato es alcalinizar el agua, disminuyendo la acidez, quedando más tiernos y, en general, mejorando las características del producto sin pérdida de sabor. Realmente ésto no es necesario en todo el estado, ya que no todas las aguas tienen el mismo grado de alcalinidad-acidez. Por ejemplo, el agua de “Vichy”, “Evian” o, aquí en Galicia, el agua de “Sousas” son mucho más alcalinas que otras como “Seltz”, “Solán de Cabras”, que son “ácidas”. Las alcalinas son buenas para el riñón o la gota, las ácidas son buenas para las digestiones o la falta de apetito (lo aumentan).
(Sigo con la receta)
(2) Al día siguiente, los enjuagamos con agua y los escurrimos. En una tartera ponemos los garbanzos y los cubrimos con suficiente agua (deben cocer unas dos horas) de forma que no se evapore del todo.
(3) Ponemos al fuego y, para que adquieran temperatura, al principio se ponen a fuego fuerte y, una vez empiecen a hervir, los bajamos al mínimo. No deben hervir, si lo hace vamos echando un poco de agua fría para que no se hagan demasiado rápido. Están hechos pasadas unas 2 horas. Los probamos y cuando estén los retiramos del fuego.
(3) En una sartén echamos el aceite de oliva a fuego medio-bajo. Echamos el ajo y los doramos durante unos 3 minutos. Retiramos y reservamos el ajo en un mortero.
(4) En la misma sartén agregamos el pan y lo doramos unos minutos por cada lado. Una vez dorado lo añadimos al mortero con el ajo.
(5) En la sartén, ya fuera del fuego y con el aceite no demasiado caliente para evitar que se queme, echamos el pimentón y el azafrán. Unas vueltas y, antes de que se queme, echamos el vinagre de jerez. Así bajará la temperatura y evitaremos que se queme. Nota: La famosa “ajada” del pescado a la gallega se hace así pero sin azafrán.
(6) Machacamos el ajo con el pan en el mortero hasta que se forme una pasta.
(7) Volvemos a poner los garbanzos al fuego lento pero, si nos ha quedado mucha agua, debemos retirarla con anterioridad. Añadimos las espinacas, removemos y echamos un poco de sal. Debe quedar algo así como un dedo de agua. A gusto, dependiendo de si te gusta “tipo sopa” o no. En la foto les he escurrido el agua. Cocemos unos 5 minutos.
(8) Añadimos el sofrito y la mezcla del mortero. Rectificamos la sal, echamos pimienta blanca a gusto y cocemos durante algún tiempo más.
Podemos espolvorear con pimentón dulce a la hora de servir. Se toma caliente o frío, si te gusta. Lo prefiero caliente.
¿Puedo saludar? ¡Hola!
Sanos y ricos.
(*) Sí, aquí también hace calor... de vez en cuando.
Ingredientes
Pongo la mitad de ingredientes de la receta original.
Garbanzos, unos 125 gr. dependiendo de cuantos comensales seamos.
Bicarbonato sódico, para poner los garbanzos en remojo en agua el día antes.
1/8 de taza de aceite de oliva virgen extra
3 dientes de ajo pelados
25 gr. de pan blanco, en rebanadas y sin corteza.
1 cucharada de pimentón dulce.
Unas hebras de azafrán
1 cucharada de vinagre de jerez
125 gr. de espinacas lavadas.
Sal y pimienta blanca a gusto.
(1) El día anterior podemos los garbanzos a remojo en agua fría con bicarbonato, removemos y dejamos toda la noche.
(Inciso)
Parece ser ;-) que uno de los efectos del bicarbonato es alcalinizar el agua, disminuyendo la acidez, quedando más tiernos y, en general, mejorando las características del producto sin pérdida de sabor. Realmente ésto no es necesario en todo el estado, ya que no todas las aguas tienen el mismo grado de alcalinidad-acidez. Por ejemplo, el agua de “Vichy”, “Evian” o, aquí en Galicia, el agua de “Sousas” son mucho más alcalinas que otras como “Seltz”, “Solán de Cabras”, que son “ácidas”. Las alcalinas son buenas para el riñón o la gota, las ácidas son buenas para las digestiones o la falta de apetito (lo aumentan).
(Sigo con la receta)
(2) Al día siguiente, los enjuagamos con agua y los escurrimos. En una tartera ponemos los garbanzos y los cubrimos con suficiente agua (deben cocer unas dos horas) de forma que no se evapore del todo.
(3) Ponemos al fuego y, para que adquieran temperatura, al principio se ponen a fuego fuerte y, una vez empiecen a hervir, los bajamos al mínimo. No deben hervir, si lo hace vamos echando un poco de agua fría para que no se hagan demasiado rápido. Están hechos pasadas unas 2 horas. Los probamos y cuando estén los retiramos del fuego.
(3) En una sartén echamos el aceite de oliva a fuego medio-bajo. Echamos el ajo y los doramos durante unos 3 minutos. Retiramos y reservamos el ajo en un mortero.
(4) En la misma sartén agregamos el pan y lo doramos unos minutos por cada lado. Una vez dorado lo añadimos al mortero con el ajo.
(5) En la sartén, ya fuera del fuego y con el aceite no demasiado caliente para evitar que se queme, echamos el pimentón y el azafrán. Unas vueltas y, antes de que se queme, echamos el vinagre de jerez. Así bajará la temperatura y evitaremos que se queme. Nota: La famosa “ajada” del pescado a la gallega se hace así pero sin azafrán.
(6) Machacamos el ajo con el pan en el mortero hasta que se forme una pasta.
(7) Volvemos a poner los garbanzos al fuego lento pero, si nos ha quedado mucha agua, debemos retirarla con anterioridad. Añadimos las espinacas, removemos y echamos un poco de sal. Debe quedar algo así como un dedo de agua. A gusto, dependiendo de si te gusta “tipo sopa” o no. En la foto les he escurrido el agua. Cocemos unos 5 minutos.
(8) Añadimos el sofrito y la mezcla del mortero. Rectificamos la sal, echamos pimienta blanca a gusto y cocemos durante algún tiempo más.
Podemos espolvorear con pimentón dulce a la hora de servir. Se toma caliente o frío, si te gusta. Lo prefiero caliente.
¿Puedo saludar? ¡Hola!
Sanos y ricos.
Hace días estoy buscando recetas sanas y sabrosas y esta me parece genial!!!... de pequeña no me gustaban las espinacas pero ahora me encantan!!! Tu blog es lo máximo y siempre me gusta revisar todas las recetas =) Bacci!
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