Para morirse!
¡Unos buñuelos con levadura seca de panadería! Qué miedo, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad. Unos de los mejores buñuelos que he comido nunca. Y mira que me gustan “mis” buñuelos de la receta de mamá. En serio, no sé si habrá sido el momento, si habré echado las proporciones adecuadas, si la temperatura del aceite era la correcta, pero están buenísimos. Como todos, hay que comerlos calentitos.
De vuelta a la rutina agobiante diaria pero, pese a haberme acostado muy tarde y haberme levantado a las siete, el calorcito y el sol animan a cualquiera. Supongo que por eso la gente del sur tiene fama de ser más alegre. Creo haber leído en alguna parte que la provincia española con más suicidios, ¡que morboso!, es Soria. El (mal) tiempo frío-calor ayuda, aunque hay muchos otros factores. Por aquñi tampoco estamos mal de estadísticas. Otra curiosidad que puede ayudar a entender la “infelicidad”, Japón, contra lo que podría pensarse, es el país del (primer) mundo con mayor tasa de suicidios, sobre todo los adolescentes. Variables: competitividad, aislamiento social, insatisfacción provocada por excesos tecnológicos que llevan a un consumismo que acaba en insatisfacción,… Nada, que a todo nos vendría bien un fin de semana en una “isla”, con buen tiempo, claro. Siempre deberíamos, aunque no sepa cómo, relativizar los problemas.
Para acabar con este tema morboso y no estropear este plato que está “para morirse” ;-), comentar que las mujeres, por lo general, tienen la cabeza mejor amueblada para estos casos (una por cada tres hombres, aunque superan en intentos de suicidio) y que los casad@s, también tiene una menor tasa. La compañía ayuda, eso dicen.
¡Y estos comentarios a raíz de un relajante fin de semana!, menos mal que no ha sido malo (del todo) si no…. Únicamente una auto-recomendación: no le pidamos demasiado a la vida y pensemos qué podemos darle nosotros a ella. ¡Vaya!, quién lo va a decir, Mr. Inconformista.
He hecho algún cambio en la receta original, no sé si habrán mejorado, pero la receta ya prometía. Hago una chorrada y digo que el mérito es mío, vaya cara.
Ingredientes
(1) Batimos la mantequilla, podríamos derretirla, con el azúcar. Cuando esté blanda le echamos los huevos, la pizca de sal y la ralladura de limón. Incorporamos la vainilla (opcional) y seguimos batiendo hasta que no queden grumos.
(2) Mezclamos la harina con la levadura seca y los mejorantes (bicarbonato sódico, acidulante o Royal). Reservamos.
(3) Añadimos la cuajada a la mezcla y batimos hasta que quede homogéneo.
(4) Echamos la harina. Removemos hasta que quede una pasta brillante. Es una masa pastosa y pegajosa, como de buñuelos ;-).
(5) Reservamos y dejamos reposar en lugar templado unos 30 min. o más.
(6) Pasado el tiempo, trocemos la manzana en cubitos pequeños y añadimos a la masa. Mezclamos. Es importante que no dejemos las manzanas fermentando en la masa, le daría acidez y mal sabor.
(7) Freímos en una sartén a unos 170º, formando buñuelos con la ayuda de dos cucharas soperas. El fuego no debe estar demasiado fuerte, pues se deben hacer por dentro. Deben hacer un máximo de dos de cada vez, para que no baje la temperatura muy rápidamente.
(8) Espolvoreamos con azúcar glasé o vainillado.
Riquísimos. Digo yo.
¡Unos buñuelos con levadura seca de panadería! Qué miedo, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad. Unos de los mejores buñuelos que he comido nunca. Y mira que me gustan “mis” buñuelos de la receta de mamá. En serio, no sé si habrá sido el momento, si habré echado las proporciones adecuadas, si la temperatura del aceite era la correcta, pero están buenísimos. Como todos, hay que comerlos calentitos.
De vuelta a la rutina agobiante diaria pero, pese a haberme acostado muy tarde y haberme levantado a las siete, el calorcito y el sol animan a cualquiera. Supongo que por eso la gente del sur tiene fama de ser más alegre. Creo haber leído en alguna parte que la provincia española con más suicidios, ¡que morboso!, es Soria. El (mal) tiempo frío-calor ayuda, aunque hay muchos otros factores. Por aquñi tampoco estamos mal de estadísticas. Otra curiosidad que puede ayudar a entender la “infelicidad”, Japón, contra lo que podría pensarse, es el país del (primer) mundo con mayor tasa de suicidios, sobre todo los adolescentes. Variables: competitividad, aislamiento social, insatisfacción provocada por excesos tecnológicos que llevan a un consumismo que acaba en insatisfacción,… Nada, que a todo nos vendría bien un fin de semana en una “isla”, con buen tiempo, claro. Siempre deberíamos, aunque no sepa cómo, relativizar los problemas.
Para acabar con este tema morboso y no estropear este plato que está “para morirse” ;-), comentar que las mujeres, por lo general, tienen la cabeza mejor amueblada para estos casos (una por cada tres hombres, aunque superan en intentos de suicidio) y que los casad@s, también tiene una menor tasa. La compañía ayuda, eso dicen.
¡Y estos comentarios a raíz de un relajante fin de semana!, menos mal que no ha sido malo (del todo) si no…. Únicamente una auto-recomendación: no le pidamos demasiado a la vida y pensemos qué podemos darle nosotros a ella. ¡Vaya!, quién lo va a decir, Mr. Inconformista.
He hecho algún cambio en la receta original, no sé si habrán mejorado, pero la receta ya prometía. Hago una chorrada y digo que el mérito es mío, vaya cara.
Ingredientes
- 75 gr. de azúcar [38 gr.]
- 2 huevos [1 unidad]
- 30 gr. de mantequilla [15 gr.]
- 1 pizca de sal [sal]
- Ralladura de ½ limón grande, finamente cortada [ralladura de limón a gusto]
- 250 gr. de harina. He mezclado harina de repostería y harina de fuerza, más de repostería. [125 gr.]
- 250 gr. de cuajada, unos dos yogures de cuajada. Sí, habéis leído bien, cuajada. [125 gr.]
- ½ sobre de levadura seca, unos 3 gramos.[1/4 sobre o más]
- Un chorrito de esencia de vainilla [vainilla]
- Una pizca de acidulante y bicarbonato (opcional) o levadura Royal. He empleado gasificantes de Mercadona.
- Una manzana y media o dos manzanas, cortada en daditos pequeños. He empleado reineta, pues me gusta su acidez. [1 manzana pequeña]
- Aceite de girasol, abundante, para freír. Este aceite suave no le da sabor a la masa.
- Azúcar glasé o vainillado para espolvorear.
(1) Batimos la mantequilla, podríamos derretirla, con el azúcar. Cuando esté blanda le echamos los huevos, la pizca de sal y la ralladura de limón. Incorporamos la vainilla (opcional) y seguimos batiendo hasta que no queden grumos.
(2) Mezclamos la harina con la levadura seca y los mejorantes (bicarbonato sódico, acidulante o Royal). Reservamos.
(3) Añadimos la cuajada a la mezcla y batimos hasta que quede homogéneo.
(4) Echamos la harina. Removemos hasta que quede una pasta brillante. Es una masa pastosa y pegajosa, como de buñuelos ;-).
(5) Reservamos y dejamos reposar en lugar templado unos 30 min. o más.
(6) Pasado el tiempo, trocemos la manzana en cubitos pequeños y añadimos a la masa. Mezclamos. Es importante que no dejemos las manzanas fermentando en la masa, le daría acidez y mal sabor.
(7) Freímos en una sartén a unos 170º, formando buñuelos con la ayuda de dos cucharas soperas. El fuego no debe estar demasiado fuerte, pues se deben hacer por dentro. Deben hacer un máximo de dos de cada vez, para que no baje la temperatura muy rápidamente.
(8) Espolvoreamos con azúcar glasé o vainillado.
Riquísimos. Digo yo.
UNA COSITA...CUANDO DICES ACIDULANTES QUE HAS UTILIZADO 1 PAPELINA COMPLETA( BLANCA Y AZUL )????
ResponderEliminarBUENO ESTE ES EL SEGUNDO DOMINGO CONSECUTIVO QUE VUELVO A HACER TUS BUÑUELOS...SON UNA PASADA!!! PERO NO LES PONGO EL ACIDULANTE, SOLO 1 SOBRE MENOS UNA CUCHARADITA DE LEVADURA..ME PARECEN SENCILLAMENTE COMO DICES TU: PARA MORIRSE...
ResponderEliminar