Bailes de salón: ¡Salsa!
La conocí cuando trabajaba en el CESGA (Centro de Supercomputación de Galicia) y compartimos despacho. Mi timidez era extrema, aunque ya he vencido algunos miedos, ni iba a tomar café. Ella es la antítesis, echada para delante a más no poder. Por que no decirlo, no se me hacía demasiado simpática, la veía un poco superficial, no me gusta hablar por hablar y menos de cosas como “ropa”, “tiendas”, etc.
Un día va y me suelta: “te apuntas a bailes de salón”. ¿Yo?, el chico más tímido a este lado del Misissippi. ¿Qué le digo? Me sonó a órdago y le digo que sí. Al día siguiente me aparece con ua lista de 4 ó 5 escuelas con precios y demás. Pepe tiembla, punto de no retorno.
Como en este plato, ¡la culpa es de la salsa! o del cha-cha-cha.
Como he dicho en la anterior receta, fue la comida de ayer. Siento que la foto sea tan poca cosa... pero ¡es lo que quedaba después de haber ido a correr! Le encantó.
La salsa la descubrí al hacer los pimientos del piquillo rellenos y ahora la empleo para varios pescados, sobre todo al horno. Es fácil, hasta he realizado unas mediciones de cantidades y es, casi, como realizar un postre. La salsa, la salsa está para mojar y mojar y, si queda, volver a mojar.
Ingredientes
Salsa de pimientos del piquillo
La podemos realizar el día antes o, incluso congelar.
(2) Acabamos de cocinar la cebolla con las pimientos a fuego suave y cuidando de que no se queme. Cuando estén hechos ligamos con la harina, damos unas vueltas para que se haga un poco y mojamos con el fumet.
(3) Dejamos hervir y que reduzca algo a fuego lento, hasta que tenga la textura deseada. Si el caldo no es salado podemos echar unas arenitas, sin pasarnos, para eso siempre hay tiempo. Una vez cocinada pasamos por la batidora y reservamos hasta el momento que vayamos a cocinar.
Pescado
(2) En una bandeja para el horno, ponemos la merluza y echamos la salsa por encima.
(3) Introducimos en el horno durante unos 15 min. a fuego medio-alto.
Si lo dejamos, antes de poner en el horno, un tiempo adquiere más sabor.
Buenos de verdad.
De los bailes de salón me encanta el “Foxtrot”, que creo que inventó un tal Fox, el “Quickstep”, “el merengue” y el “Vals”, por supuesto.
La conocí cuando trabajaba en el CESGA (Centro de Supercomputación de Galicia) y compartimos despacho. Mi timidez era extrema, aunque ya he vencido algunos miedos, ni iba a tomar café. Ella es la antítesis, echada para delante a más no poder. Por que no decirlo, no se me hacía demasiado simpática, la veía un poco superficial, no me gusta hablar por hablar y menos de cosas como “ropa”, “tiendas”, etc.
Un día va y me suelta: “te apuntas a bailes de salón”. ¿Yo?, el chico más tímido a este lado del Misissippi. ¿Qué le digo? Me sonó a órdago y le digo que sí. Al día siguiente me aparece con ua lista de 4 ó 5 escuelas con precios y demás. Pepe tiembla, punto de no retorno.
Como en este plato, ¡la culpa es de la salsa! o del cha-cha-cha.
Como he dicho en la anterior receta, fue la comida de ayer. Siento que la foto sea tan poca cosa... pero ¡es lo que quedaba después de haber ido a correr! Le encantó.
La salsa la descubrí al hacer los pimientos del piquillo rellenos y ahora la empleo para varios pescados, sobre todo al horno. Es fácil, hasta he realizado unas mediciones de cantidades y es, casi, como realizar un postre. La salsa, la salsa está para mojar y mojar y, si queda, volver a mojar.
Ingredientes
Salsa de pimientos del piquillo
La podemos realizar el día antes o, incluso congelar.
- 500 ml de fumet o caldo de pescado. Esta vez me he ayudado de una pastilla de caldo de pescado y agua ;-), si tengo algún pescado blanco y, sobre todo, tiempo hago el fumet.
- 125 gr. de cebolla picadita fina.
- 125 gr. de pimientos del piquillo de buena calidad.
- 20 gr. de harina.
(2) Acabamos de cocinar la cebolla con las pimientos a fuego suave y cuidando de que no se queme. Cuando estén hechos ligamos con la harina, damos unas vueltas para que se haga un poco y mojamos con el fumet.
(3) Dejamos hervir y que reduzca algo a fuego lento, hasta que tenga la textura deseada. Si el caldo no es salado podemos echar unas arenitas, sin pasarnos, para eso siempre hay tiempo. Una vez cocinada pasamos por la batidora y reservamos hasta el momento que vayamos a cocinar.
Pescado
- Filetes de merluza u otro pescado blanco, dependiendo de los comensales.
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Harina
- Huevo batido (opcional).
(2) En una bandeja para el horno, ponemos la merluza y echamos la salsa por encima.
(3) Introducimos en el horno durante unos 15 min. a fuego medio-alto.
Si lo dejamos, antes de poner en el horno, un tiempo adquiere más sabor.
Buenos de verdad.
De los bailes de salón me encanta el “Foxtrot”, que creo que inventó un tal Fox, el “Quickstep”, “el merengue” y el “Vals”, por supuesto.
6 comentarios:
Hola Pepe o Pepinyo ¿Cuál te gusta más?
Vaya pinta tiene la merluza con esta salsita tan apetecible. ¿Qué marca de pimientos te gustan? A mí me cuesta encontrar de buena calidad, no sé si será porque estoy acostumbrada a escalibarlos que los de compra no me terminan de gustar.
¡Madre mía! Me he quedado a cuadros cuando dices que no les caes muy bien a tus suegros, ¡cómo es eso posible!! Sí yo creo que todos los padres del mundo querían un yerno como tú. No lo digo sólo por lo de cocinar “que de paso es un chollo” sino por la buena aura que desprendes y la gran cultura e inteligencía que tienes, vamos si yo tuviera una niña me encantaría tenerte de yerno,”Dios siempre da a quién no se lo merece”, pero algún día se darán cuenta de su gran error.
Menudo fin de semana, lleva 4 días lloviendo. Supongo que en tu tierra debe estar igual, aunque sea un poco incómodo, es bienvenida, porque hace casi un año que no llovía y los campos y pantanos estaban muy secos.
Feliz fin de semana.
Muchas gracias, eso me dice mi familia [*], (colorado)
Nos hemos de ido de fin de semana… ¡por el buen tiempo!
Lo de los suegros siempre pasa, eso creo. Cómo decirlo, imagínate que son de costumbres muy “tradicionales” y uno no lo es tanto. Pues eso. Además, creo, María siempre ha estado acostumbrada a depender mucho de ellos y desde que está conmigo ha cambiado, un poco (creo), su forma de ver la vida y sus ideas. Ella es de Ferrol y allí (que poco me gusta generalizar, ¡qué mal!, caigo en algo que detesto), se está rodeado de un ambiente de ese tipo.
Santiago, aun siendo una ciudad pequeña, por su carácter universitario se respira cierta “libertad” para ser y actuar cómo lo desees, más o menos. Eso creo pensar. El ambiente condiciona el comportamiento.
Aunque siempre he estudiado fuera, soy de un pueblo costero pequeño (Boiro [**]), en el que pasé mi infancia. Eso crea ciertos miedos, complejos, que se curan con el tiempo y con los tiempos, pero te da otro carácter diferente. Ni mejor ni peor, diferente al que pueda haber provocado una ciudad como Ferrol.
Tampoco creo que les caiga del todo mal, más que nada, piensan (creo) que soy un poco “diferente” y eso no les gusta, aunque valoren ciertos logros que yo desdeño.
Los pimientos los compro en Mercadona, no por nada, porque a María le gusta comprarlos allí. Nunca salen igual, unos pican más que otros.
Feliz Semana! ;-).
[*] El otro día mi sobrino puso un mensaje en una receta. Qué ilusión, no lo veo desde hace unas cuantas semanas.
[**] Se hizo conocido a raíz de la muerte de Ramón Sampedro y, sobre todo, por “Mar adentro”.
Coño tio, a mi también me mola cocinar. No lo suelo decir mucho porque sino los colegas se aprovechan bastante (yo tmabien estudié fuera, en lugo).
Cojonudas las recetas que das, yo pòr supuesto no llego a tu nivel, pero mi novia la hostia de contenta.
Por cierto, soy de a coruña, cuando quieras nos metemos un homenaje en Casa Solla, no retiro da costiña o na Mundiña (éste ultimo en a coruña), el resto supongo q los conoces. He visto tu perfil, y sobre todo en literatura somos afines, por lo q deduzco q eres un buen tio.
Veña saudos
Gracias por tu comentario,
Antes de nada saludos, es agradable encontrarse con algún vecino…
Conozco “Casa Solla”, en Poio, pero no he ido nunca. Creo que el hijo del propietario, Pepe Solla, le ha dado un toque más actual e interesante. Pero antes, hay algún restaurante de Santiago, en dónde vivo, que tengo muchas ganas de pisar, por ejemplo, Casa Marcelo.
Mi hermano estudió arquitectura técnica en Coruña y yo tengo algún amigo/amiga por allí. En mi época de Universidad compartí pico piso con una chica de A Coruña, también estuve un par de años trabajando para una empresa de telecominicaciones de U. Fenosa. No le tengo mucho cariño a ese tipo de empresas, pero después de haber dejado el dpto. pensé en probar en la empresa privada. La competitividad y “ambición” están en las antípodas de mis intereses personales, ahora tengo un trabajo (presuntamente) más altruista.
Cuando vivía allí, íbamos muchas veces a cenar a un sitio con cocina muy interesante “Adega O Bebedeiro”, era una cocina diferente. Lo difícil era conseguir reserva. No sé si sigue en pie, fue a hace unos 5 ó 6 años, no tengo mucha memoria para estas cosas.
Bueno, lo dicho, “grazas e apertas”.
La cocina es una excusa como cualquier otra para charlar y disfrutar de la vida.
P.D. No te fíes de los gustos de la gente ;-) a Hitler le gustaba Wagner, Mozart ó Goethe y a mí también y, creo, que por suerte no tenemos nada, nada que ver. Aunque en este caso percibo que sí tenemos algo en común: somos del grupo de personas que a “Coruña” le llamamos: “A Coruña”. ;-) El “laismo” lo dejamos para otros, respetando su opinión por supuesto, lo único que quiero es tener la libertad para poder decir “A Coruña”.
Mariana, por cierto, creo que Pepe. Lo de “pepinho” es como me llamaba (y llama a veces) mi madre, cariñosamente, cuando era más pequeño. Tiene un poco de mofa, no sé.
Acabo de hacer la salsa, y estoy con la merluza. Mojé un poquito de pan en la salsa mmmmmmmm q rica!!! ya te contaré el éxito que tiene, lo voy a servir esta noche para cenar! mil gracias!
Hola acabo de comerme la merluza, a sido un éxito , a mi marido no le gusta el pescado, y a dejado el plato limpio , no me lo podía creer me a encantado muchas gracias.
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