Estoy como en el corte inglés: “la semana fantástica”. Tan fantástica que el tiempo brilla por su ausencia. Sin casi dormir, sin hacer lo que tengo que hacer y con el tiempo que se me echa encima. No volveré a meterme en cierto tipo de berenjenales, pero soy (casi) incapaz de decir que no. Si.
Curioso: “el tiempo se me echa encima”, más bien, “el tiempo pasa muy rápido”, algo así como 60 seg./minuto.
“No está el horno para bollos”. Literalmente: no tengo tiempo para hacer bollos. Lo quitaré de algún sitio, por ejemplo, horas de sueño o momentos de relax. Ya casi ni duermo, nunca lo he hecho, soy un insomne más.