Tres en uno
“Todo vuelve a funcionar”, decía el anuncio. Desde luego con esta receta por sabrosa y sencilla podremos levantarnos de la mesa con el ánimo renovado, aunque sea sólo por unos minutos.
Por fuera vuelve a salir el sol. Eso se nota, pero pronto todo vuelve a decaer. Cualquier chispa agranda los problemas por pequeños que sean. Parece que, por una tarde, el sol también ha salido desde dentro y, la sinceridad ha facilitado las cosas. Es la mejor forma de liberarse y curarse por unos momentos, de dejar las máscaras a un lado. La luz anima.
Después del “tres en uno” hemos aprovechado para disfrutar un poco de la tarde. El lugar más cercano para olvidarse y escapar es a unos 15 km, la playa fluvial de Tapia. Por suerte, casi nadie se había dado cuenda de que el sol volvía calentar y la tranquilidad fue casi absoluta. La naturaleza y las palabras salen solas.
Los campos de trigo:
El agua:
Y las flores:
Chipirones/calamares encebollados
Ingredientes
(1) En una sartén echamos el aceite y lo ponemos a fuego no demasiado fuerte. Echamos el ajo majado. Yo suelo hacer así: sobre una tabla de cocina pongo el ajo, un cuchillo grande encima y hago presión con la palma de la mano y ayudándome del cuerpo. El ajo no debe pelarse. Doramos el ajo durante un par de minutos sin que llegue a quemarse.
(2) Añadimos la cebolla cortada en tiras finas, la hoja de laurel y rehogamos hasta que quede blanca, unos 10 minutos. Bajamos el fuego para caramelizar la cebolla, soltando los azúcares que posee. Este proceso es más lento y debemos ir removiendo de vez en cuando. Si empieza a quemarse echamos un poco de agua. Retiramos de la sartén y reservamos conservando el aceite.
(3) En el mismo aceite freímos los chipirones con un poco de sal a fuego fuerte, pero a pocos cantidades, para no baje la temperatura y se frían, no deben cocerse. Repetimos el proceso hasta haber freído todos, aproximadamente medio minuto por cada lado.
(4) Una vez fritos mezclamos todo en la sartén: la cebolla y los calamares. Echamos el vino blanco y dejamos reducir un poco, medio minuto. Vertemos en un plato y espolvoreamos con perejil picado o cebollino.
Se toman calientes.
Los chipirones están estupendos, pero la cebolla… no sé con qué me quedaría.
Chipirones a la plancha
Esta receta es todavía más fácil y muy rica. No tiene complicación y es muy rápida. Me la ha pedido expresamente M para comer hoy.
Ingredientes
(2) Ponemos al fuego medio-alto una plancha con un poco de aceite. Cuando la plancha esté caliente echamos los calamares con el adobo. Ojo, si los calamares tiene agua podrían llegar a saltar algo, hay que tener cuidado.
(3) Cocinamos los calamares, dándole vueltas dos o tres minutos. Servimos en un plato y, si nos gusta, le podemos echar un poco de zumo de limón.
Se toman calientes.
Revuelto (acompañamiento)
Como tenía un poco de huevo en una taza he decidido hacer un revuelto muy sencillo y jugoso para acompañar los chipirones. Cierto es que con unas setas, unos ajetes, ... están estupendos pero se trataba de hacer una pequeña guarnición para acompañar los chipirones. Es un revuelto estupendo, en palabras de M: “como los de los desayunos continentales de los hoteles pero con más sabor.”
Le he espolvoreado un poco de queso parmesano recién rallado.
Ingredientes
(1) En un bol mezclamos los huevos con la crema y un poco de sal y pimienta blanca.
(2) Calentamos en una sartén antiadherente la mantequilla, teniendo cuidado de que no se queme. Echamos la mezcla y dejamos cocinar unos segundos e, inmediatamente, con ayuda de una cuchara de palo, empezamos a dar vueltas al revuelto en torno a la sartén. Tiene lógica ¿no? “revuelto”-“vueltas”.
(3) El huevo tiende a pegarse en el fondo de la sartén, por lo que es necesario dar vueltas hasta que se ahoga por todo y se formen esas características bolas. No debe hacerse demasiado. Podemos, así hago, apagar el fuego antes, se cocina en unos segundos y con el calor residual.
Así se come rápido, sano y rico.
“Todo vuelve a funcionar”, decía el anuncio. Desde luego con esta receta por sabrosa y sencilla podremos levantarnos de la mesa con el ánimo renovado, aunque sea sólo por unos minutos.
Por fuera vuelve a salir el sol. Eso se nota, pero pronto todo vuelve a decaer. Cualquier chispa agranda los problemas por pequeños que sean. Parece que, por una tarde, el sol también ha salido desde dentro y, la sinceridad ha facilitado las cosas. Es la mejor forma de liberarse y curarse por unos momentos, de dejar las máscaras a un lado. La luz anima.
Después del “tres en uno” hemos aprovechado para disfrutar un poco de la tarde. El lugar más cercano para olvidarse y escapar es a unos 15 km, la playa fluvial de Tapia. Por suerte, casi nadie se había dado cuenda de que el sol volvía calentar y la tranquilidad fue casi absoluta. La naturaleza y las palabras salen solas.
Los campos de trigo:
El agua:
Y las flores:
Chipirones/calamares encebollados
Ingredientes
- Aceite de oliva virgen extra, ¼ de taza
- 1 diente de ajo majado.
- 1 cebolla cortada en finas, o no tanto, tiras.
- 1 hoja de laurel.
- Sal.
- Chipirones o calamares, cordaditos o enteros, según se guste.
- 2 cucharadas de vino blanco, un Albariño.
- 1 poco de perejil picado.
(1) En una sartén echamos el aceite y lo ponemos a fuego no demasiado fuerte. Echamos el ajo majado. Yo suelo hacer así: sobre una tabla de cocina pongo el ajo, un cuchillo grande encima y hago presión con la palma de la mano y ayudándome del cuerpo. El ajo no debe pelarse. Doramos el ajo durante un par de minutos sin que llegue a quemarse.
(2) Añadimos la cebolla cortada en tiras finas, la hoja de laurel y rehogamos hasta que quede blanca, unos 10 minutos. Bajamos el fuego para caramelizar la cebolla, soltando los azúcares que posee. Este proceso es más lento y debemos ir removiendo de vez en cuando. Si empieza a quemarse echamos un poco de agua. Retiramos de la sartén y reservamos conservando el aceite.
(3) En el mismo aceite freímos los chipirones con un poco de sal a fuego fuerte, pero a pocos cantidades, para no baje la temperatura y se frían, no deben cocerse. Repetimos el proceso hasta haber freído todos, aproximadamente medio minuto por cada lado.
(4) Una vez fritos mezclamos todo en la sartén: la cebolla y los calamares. Echamos el vino blanco y dejamos reducir un poco, medio minuto. Vertemos en un plato y espolvoreamos con perejil picado o cebollino.
Se toman calientes.
Los chipirones están estupendos, pero la cebolla… no sé con qué me quedaría.
Chipirones a la plancha
Esta receta es todavía más fácil y muy rica. No tiene complicación y es muy rápida. Me la ha pedido expresamente M para comer hoy.
Ingredientes
- Aceite de oliva virgen extra
- 2 ó 3 dientes de ajo.
- Perejil picado
- Sal
- Calamares o chipirones
- Opcional: un chorrito de limón.
(2) Ponemos al fuego medio-alto una plancha con un poco de aceite. Cuando la plancha esté caliente echamos los calamares con el adobo. Ojo, si los calamares tiene agua podrían llegar a saltar algo, hay que tener cuidado.
(3) Cocinamos los calamares, dándole vueltas dos o tres minutos. Servimos en un plato y, si nos gusta, le podemos echar un poco de zumo de limón.
Se toman calientes.
Revuelto (acompañamiento)
Como tenía un poco de huevo en una taza he decidido hacer un revuelto muy sencillo y jugoso para acompañar los chipirones. Cierto es que con unas setas, unos ajetes, ... están estupendos pero se trataba de hacer una pequeña guarnición para acompañar los chipirones. Es un revuelto estupendo, en palabras de M: “como los de los desayunos continentales de los hoteles pero con más sabor.”
Le he espolvoreado un poco de queso parmesano recién rallado.
Ingredientes
- 2 huevos
- Nata líquida, unos 60 ml o más. Lo hace cremoso y evita que cuaje. Lo hace esponjoso. También podría emplearse leche. Mejor nata.
- Mantequilla, 10 gr.
- Sal y pimienta.
(1) En un bol mezclamos los huevos con la crema y un poco de sal y pimienta blanca.
(2) Calentamos en una sartén antiadherente la mantequilla, teniendo cuidado de que no se queme. Echamos la mezcla y dejamos cocinar unos segundos e, inmediatamente, con ayuda de una cuchara de palo, empezamos a dar vueltas al revuelto en torno a la sartén. Tiene lógica ¿no? “revuelto”-“vueltas”.
(3) El huevo tiende a pegarse en el fondo de la sartén, por lo que es necesario dar vueltas hasta que se ahoga por todo y se formen esas características bolas. No debe hacerse demasiado. Podemos, así hago, apagar el fuego antes, se cocina en unos segundos y con el calor residual.
Así se come rápido, sano y rico.
7 comentarios:
¿A 15 km de Tapia?¿de Tapia de Casariego? Yo estoy a 18, jeje. Es una playa bonita esa, si, aunque me gusta más la de Serantes.
Los chipirones me encantan, pero sobre todo en su tinta con arroz, mmmmmmm.
Conozco esa parte de Asturias, muy cerca de Galicia, es muy bonita y se come muy bien. Pero me temo que no es Tapia de Casariego, es Tapia (Ames), creo recordar.
También tengo unos chipis en su tinta, que, aunque la foto no es muy agraciada, están estupendos.
Saludos
Pues esa Tapia no la conozco yo, en la próxima excursión a Galicia iremos por allí.
Mañana a ver si hago los chipirones estos encebollados y el revuelto. Que me ha picado el gusanillo.
mmmm ya los hice. Me pasé un poco con la sal pero aun así estaban de vicio, y la cebolla aun mejor, tenías razón.Gracias artista!
Gracias a ti,
Con los chipirones hay que tener mucho cuidado con la sal. Por ejemplo, en su tinta, casi ni la deben llevar. Además, con el tiempo pueden resultar más salados todavía.
Mejor quedarse corto y echarle después.
Los chipirones están estupendos, pero yo le he puesto un Godello, que es de mi zona. ¿Qué opinas?
Esperanza
Prueba a hacer el revuelto al baño maría, con un poco de leche y mantequilla. Cuando empieza a cuajar retiras el cazo del agua hirviendo y añades otro poco de mantequilla y la sal, y sin dejar de remover termina de cuajar a temperatura ambiente para que quede cremoso. En sartén no es un revuelto, es una tortilla deshecha. Eso sí, hazlo con bastantes huevos porque se queda en ná.
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