Todavía estoy aquí
Aún no nos hemos ido a pasar lo poco que queda de julio a “A Illa de Arousa”, probablemente sea porque M no lo tiene nada claro. Intuyo que lo que realmente quiere hacer es ir a casa de sus padres y sabe que lo más justo sería pasar antes por la de los míos. No lo tengo nada claro, en pocas horas lo sabré.
Aunque ahora no tengo mucho tiempo, por el momento me dedicaré a poner una receta más, antes de hacer las maletas a destino indeterminado. En Santiago no nos quedaremos, eso seguro.
Dormir de lado
De la costumbre, me he levantado muy temprano y todavía me duele el hombro de la última caída en Copenhague. No consigo (casi) dormir.
Desde pequeño, y salvo una época en la que tuve que dormir boca arriba, siempre he dormido de lado. A un lado y a otro, vuelta y vuelta. Una de las primeras razones que esgrimo para ese hecho ha sido el dormir durante unos años con mi hermano en la misma cama. Una de 1,35 para dos niños no era demasiado. Él era el mayor, ocupaba más espacio y el trasero debía enfrentarlo con el suyo…. El tuvo que soportar otro tipo de problemas que no mencionaré (por ahora).
No estamos locos, hacemos lo que… ¡quiere!
Ya se ha levando, hace unos minutos. Definitivamente, aunque habíamos hablado con anterioridad de ir únicamente a la isla, ha venido con la decisión de (también) ir a Boiro y después a casa de sus padres a Ferrol. Ya me lo imaginaba. Siempre claudico, hacemos lo que a ella le apetece o quiere hacer. Ya sabéis quién toma cierto tipo de decisiones, si no las acepto ya me veo un día entero acompañado de una persona enfadada. Eso me ha pasado con alguna decisión más importante, pero le duró días y no os podéis imaginar (o sí) lo mal que se pasa. Me enfado y te “chinchas”.
Moscú, jueves 12/07/2007. “El sueño del mono loco”
Prácticamente acabamos de llegar y ya me cuesta saber en qué día vivo. Madrugón a las 6:20 para ir a correr, esto es, 4:20 de la mañana en la península ibérica.
Un poco “raro” sí que soy, pero es el único momento del día en el que “se me permite” hacerlo. Siempre lo hago, en todos los viajes, pero ni os podéis (o sí) imaginar qué significa ver la plaza roja sin prácticamente nadie y en silencio, o el puente de Brooklyn, o Central Park, o los Campos Eliseos y la torre Eiffel, o Piccadilly Circus, o la Piazza Navona y la Fontana de Trevi, o el fuerte de Agra y las proximidades del Taj Mahal, o el puente de Carlos IV, o las cuestas lisboetas, o los templos y playas de Bali, … etc. son diferentes. Lugares dormidos que esperan ser despertados con el bullicio y los primeros rayos de sol. Nada que ver con el manto humano que los cubrirá pocas horas más tarde.
De todos, lo más increíble, hasta ahora, ha sido correr por NYC. Las humeantes alcantarillas, cuyo vapor es sólo cortado por el paso de los taxis que siguen despiertos. Por un instante, hago el amago de pararme (pegando saltitos) durante un momento ante Tiffani’s, esperando ver a Audrey Hepburn… y lo hago, pero inmediatamente descubro que mis ensoñaciones me juegan unas malas (o buenas en este caso) pasadas. Te adentras en Central Park y sigues soñando….
La locura del madrugón ha valido la pena. Cruzando la plaza en la que se encuentra el antiguo edificio de la KGB, y tras seguir corriendo unos pocos cientos de metros de calle peatonal, descubres que San Basilio es todavía más hermosa (femenino) al amanecer, aunque el sol ya la haya iluminado horas antes. Queda mucho por correr y más lugares por disfrutar y descubrir.
¡Qué venga el sueño ya!, mañana será más duro el madrugón.
Anécdota del día: nadie sabe inglés y en un intento de comprar una tarjeta telefónica he tenido que dibujar una cabina en un pedazo de papel…. me había dado la impresión, y así era, que querían vendernos una tarjeta de recarga para teléfonos móviles. También, a poco menos de 20 minutos de acabar mi sesión deportiva, me he caído, ayudado por las innumerables irregularidades del asfalto. Resultado: rasguños en el rodilla, codo y mano. No ha sido la única vez, ni la última…
Ingredientes
(2) Derretid la mantequilla troceada en un cazo hasta que tenga un ligero tono marrón y sin que llegue a quemarse, retirad del fuego y pasad por un colador fino. Con este proceso la mantequilla adquiere un ligero aroma a avellana. Dejamos enfriar.
(3) Tamizamos la harina y mezclamos con el cacao, la levadura química, la almendra y la sal. Reservamos.
(4) En una tartera o bol, echamos el azúcar y la ralladura de limón o naranja. Con las yemas de los dedos mezclamos los ingredientes hasta que haya quedado algo humedecido y haya cogido el aroma. Echamos los huevos y los batimos con el azúcar aromatizado hasta que quede espumoso. Añadimos la mantequilla y la mezcla de harina, con cuidado y hasta que quede homogéneo.
(5) Dejamos reposar la mezcla en el frigorífico unas cuantas horas o toda la noche. Si tenemos prisa, podemos dejarlas poco tiempo pero las magdalenas quedan mucho mejor si las dejamos reposar. Pasado el tiempo rellenamos los moldes e introducimos en horno precalentado a 190º durante unos 8-10 minutos. Hasta que estén hechas.
(6) Transferimos las madelaines a una rejilla y las dejamos enfriar. Repetimos el proceso hasta acabar la masa.
(7) Opcional. Para decorar, mojamos parte de las magdalenas con mantequilla derretida y las sumergimos en azúcar glasé.
Muy ricas y esponjosas. Se puede jugar con los aromas que más os gusten.
Aún no nos hemos ido a pasar lo poco que queda de julio a “A Illa de Arousa”, probablemente sea porque M no lo tiene nada claro. Intuyo que lo que realmente quiere hacer es ir a casa de sus padres y sabe que lo más justo sería pasar antes por la de los míos. No lo tengo nada claro, en pocas horas lo sabré.
Aunque ahora no tengo mucho tiempo, por el momento me dedicaré a poner una receta más, antes de hacer las maletas a destino indeterminado. En Santiago no nos quedaremos, eso seguro.
Dormir de lado
De la costumbre, me he levantado muy temprano y todavía me duele el hombro de la última caída en Copenhague. No consigo (casi) dormir.
Desde pequeño, y salvo una época en la que tuve que dormir boca arriba, siempre he dormido de lado. A un lado y a otro, vuelta y vuelta. Una de las primeras razones que esgrimo para ese hecho ha sido el dormir durante unos años con mi hermano en la misma cama. Una de 1,35 para dos niños no era demasiado. Él era el mayor, ocupaba más espacio y el trasero debía enfrentarlo con el suyo…. El tuvo que soportar otro tipo de problemas que no mencionaré (por ahora).
No estamos locos, hacemos lo que… ¡quiere!
Ya se ha levando, hace unos minutos. Definitivamente, aunque habíamos hablado con anterioridad de ir únicamente a la isla, ha venido con la decisión de (también) ir a Boiro y después a casa de sus padres a Ferrol. Ya me lo imaginaba. Siempre claudico, hacemos lo que a ella le apetece o quiere hacer. Ya sabéis quién toma cierto tipo de decisiones, si no las acepto ya me veo un día entero acompañado de una persona enfadada. Eso me ha pasado con alguna decisión más importante, pero le duró días y no os podéis imaginar (o sí) lo mal que se pasa. Me enfado y te “chinchas”.
Moscú, jueves 12/07/2007. “El sueño del mono loco”
Prácticamente acabamos de llegar y ya me cuesta saber en qué día vivo. Madrugón a las 6:20 para ir a correr, esto es, 4:20 de la mañana en la península ibérica.
Un poco “raro” sí que soy, pero es el único momento del día en el que “se me permite” hacerlo. Siempre lo hago, en todos los viajes, pero ni os podéis (o sí) imaginar qué significa ver la plaza roja sin prácticamente nadie y en silencio, o el puente de Brooklyn, o Central Park, o los Campos Eliseos y la torre Eiffel, o Piccadilly Circus, o la Piazza Navona y la Fontana de Trevi, o el fuerte de Agra y las proximidades del Taj Mahal, o el puente de Carlos IV, o las cuestas lisboetas, o los templos y playas de Bali, … etc. son diferentes. Lugares dormidos que esperan ser despertados con el bullicio y los primeros rayos de sol. Nada que ver con el manto humano que los cubrirá pocas horas más tarde.
De todos, lo más increíble, hasta ahora, ha sido correr por NYC. Las humeantes alcantarillas, cuyo vapor es sólo cortado por el paso de los taxis que siguen despiertos. Por un instante, hago el amago de pararme (pegando saltitos) durante un momento ante Tiffani’s, esperando ver a Audrey Hepburn… y lo hago, pero inmediatamente descubro que mis ensoñaciones me juegan unas malas (o buenas en este caso) pasadas. Te adentras en Central Park y sigues soñando….
La locura del madrugón ha valido la pena. Cruzando la plaza en la que se encuentra el antiguo edificio de la KGB, y tras seguir corriendo unos pocos cientos de metros de calle peatonal, descubres que San Basilio es todavía más hermosa (femenino) al amanecer, aunque el sol ya la haya iluminado horas antes. Queda mucho por correr y más lugares por disfrutar y descubrir.
¡Qué venga el sueño ya!, mañana será más duro el madrugón.
Anécdota del día: nadie sabe inglés y en un intento de comprar una tarjeta telefónica he tenido que dibujar una cabina en un pedazo de papel…. me había dado la impresión, y así era, que querían vendernos una tarjeta de recarga para teléfonos móviles. También, a poco menos de 20 minutos de acabar mi sesión deportiva, me he caído, ayudado por las innumerables irregularidades del asfalto. Resultado: rasguños en el rodilla, codo y mano. No ha sido la única vez, ni la última…
Ingredientes
- 73 gr. de azúcar glasé, pero puede ser grano también [37 gr.]
- Ralladura de 1 limón [1/2 limón]. Podría emplearse ralladura naranja.
- 67 gr. de mantequilla sin sal [33 gr.]
- 47 gr. de harina normal [23 gr.]
- 1 cucharilla de levadura química (Royal) [1/2 cucharilla]
- 17 gr. de cacao [8 gr.]
- 27 gr. de almendra molida [13 gr.]
- ½ cucharilla, o un poco menos, de sal [sal]
- 2 huevos [1 unidad]
- Opcional: azúcar glasé para espolvorear
(2) Derretid la mantequilla troceada en un cazo hasta que tenga un ligero tono marrón y sin que llegue a quemarse, retirad del fuego y pasad por un colador fino. Con este proceso la mantequilla adquiere un ligero aroma a avellana. Dejamos enfriar.
(3) Tamizamos la harina y mezclamos con el cacao, la levadura química, la almendra y la sal. Reservamos.
(4) En una tartera o bol, echamos el azúcar y la ralladura de limón o naranja. Con las yemas de los dedos mezclamos los ingredientes hasta que haya quedado algo humedecido y haya cogido el aroma. Echamos los huevos y los batimos con el azúcar aromatizado hasta que quede espumoso. Añadimos la mantequilla y la mezcla de harina, con cuidado y hasta que quede homogéneo.
(5) Dejamos reposar la mezcla en el frigorífico unas cuantas horas o toda la noche. Si tenemos prisa, podemos dejarlas poco tiempo pero las magdalenas quedan mucho mejor si las dejamos reposar. Pasado el tiempo rellenamos los moldes e introducimos en horno precalentado a 190º durante unos 8-10 minutos. Hasta que estén hechas.
(6) Transferimos las madelaines a una rejilla y las dejamos enfriar. Repetimos el proceso hasta acabar la masa.
(7) Opcional. Para decorar, mojamos parte de las magdalenas con mantequilla derretida y las sumergimos en azúcar glasé.
Muy ricas y esponjosas. Se puede jugar con los aromas que más os gusten.
Hola!
ResponderEliminarBuscando a Pierre Hermé me he topado con tu blog y me he quedado embobada con tus recetas (dulces, mmm), las fotos, las explicaciones, la "literatura"... Es perfecto. Es como abrir un regalo todos los días. Gracias.
Gracias a ti,
ResponderEliminarHe hecho varias recetas de Pierre Hermé y, así de memoria, las que más me han gustado han sido las galletas Korova o los Macarons.
Casi estoy saliendo por la puerta… con la maleta a cuestas (en brazos).
Bueno, nos vemos pronto. Un par de días (espero).
Hola, qué bien que ya hayas vuelto, se me hacía raro no tener una receta nueva para mirar cada día... y hoy me encuentro con dos!!
ResponderEliminarLas fotos de Moscú son geniales, me hacen preguntarme si te has aficionado a la fotografía al fotografiar tus maravillosos experimentos en la cocina o si te aficionaste a la cocina sólo para tener cosas bonitas que fotografiar. Uf que trabalenguas me ha quedado.
En fin, que me alegro de verte (leerte). Disfruta de A Illa, de Boiro y ... de Ferrol. O, si no disfrutas, al menos piensa que M si lo hará, así que intenta llevarlo lo mejor que puedas.
Besos.
Que bien! Ya estás por aquí!
ResponderEliminarYo también tenía mono de tus recetas...
Las fotos, todas, preciosas. Gracias por compartirlas.
Bien! Ya llegaste!
ResponderEliminarSe acabó el mono de tus recetas!
Supongo que a vosotros se os ha hecho más corto que a tus fans, pero era desesperante ver dias y dias la misma receta y... hoy dos! Genial!
Me alegro de que hayais vuelto sanos y salvos.
Hola !!!!
ResponderEliminarWelcome back !!!!
Me ha encantado tu relato de tus salidas a hacer footing al amanecer. Debe ser para vivirlo en esas ciudades que has mencionado. A mí tambien me gusta mucho levantarme temprano temprano y ver cómo el día se va abriendo póco a póco. De momento, lo que hago es ir a andar con la perra, pero el ritmo que llevo es ir empezando a correr gradualmente.
Si es emocionante cualquier amanecer, en New York, Italia, India ó cualquier otra ciudad debe ser de alucinar.
Gracias por tus relatos,
Besos desde Valencia y feliz continuación de vacacionessssssss!!!!
Mª Dolores
Benvingut!
ResponderEliminarQué contenta estoy que estés otra vez por aquí. Llegué tarde y no pude desearte feliz viaje.
Te puedo asegurar que con nuestras entradas y salidas a tu blog te lo hemos mantenido bien limpito y no hemos dejado que aparezca ni una telaraña...jajaja
Me han encantado las fotos de Moscú y como a M.Dolores que cuentes tus experiencias cuando sales a correr muy muy tempranito por diferentes lugares el mundo. Qué envidia!
¿Sabes una cosa? Yo también he empezado a correr y creo que parte de la culpa(¿?) la tienes tu, me ha motivado el ver que te ayuda tanto a desconectar y te hace sentir tan bien. Y la verdad estoy contenta, me falta fondo pero ya lo iré adquiriendo. Cuando corro la cabeza me va a mil y es el único momento en que puedo ordenar mis pensamientos, experiencias y sentimientos... gracias por darme, sin saberlo, el empujoncito.
Siento leerte tan resignado y un poco triste. Pensaba que en el viaje se hablarían ciertas cosas, se aclararían y desaparecirían. No siempre es fácil, eh?
Espero que las lesiones físicas de las caidas se recuperen pronto y te dejen dormir.
Yo también te echaba de menos; tantos días sin algo nuevo... ¡tenía mono!.
ResponderEliminarAdemás estuve el jueves por el Grove, La Lanzada y A Illa y me acordé de tí.
Hola a tod@s y muchísimas gracias!
ResponderEliminarEstos comentarios animan a cualquiera, ¡incluso a mí!, por muy confuso que uno pueda sentirse. Verdaderamente se está convirtiendo en la mejor terapia, en todos los sentidos. Gracias, no sabéis cuánto lo agradezco pero, a la vez, no puedo evitar sentirme algo incómodo y confuso, por inmerecido y un cierto poso que deja. Vosotros sois los que compartís… yo pongo esbozo, vosotros dais y quitáis.
Ahora estamos (ya) en casa de mis padres, y el MODEM no da para mucho, sólo unos comentarios…
Los viajes y las vacaciones tienen su parte positiva, sobre todo cuando los recuerdos (siempre los positivos) te vienen la a cabeza con posterioridad. Pero, por otro lado, uno se convierte en “Érase una vez una persona a otra persona pegada…”, sin ese tiempo (sólo footing) para estar solo. Todos necesitamos nuestro tiempo, depender, estar pendiente y compartir todo el día de otra persona puede provocar tensiones.
Después está el cansancio, pero eso se olvida rápidamente.
;-) El correr o pasear no creo que tenga porque funcionar en todos, en mí lo hace a la perfección. Cada uno debe buscar su camino: cantar, hacer ganchillo, dibujar, nadar, navegar,…. Una actividad física es muy recomendable, para mí por lo menos.
Correr es duro, sobre todo al principio, después se convierte en una rutina necesaria. Me viene a la cabeza una bonita película: “Tomates verdes fritos”, y cómo el personaje que interpretaba Katty Bates, en paralelo con la historia principal, “despierta” a la vida ante las narraciones que le cuenta Ninny Threadgoode (Jessica Tandy), empezando a practicar deporte y enfrentarse a la vida con un grito de guerra: ¡TOWANDA!
Sed felices,
Gracias por estar ahí.
Towanda!!!!