Sabores son amores
Nos vamos de fin de semana. En esos casos la tradición dice llevar algo transportable, algo que pueda soportar el viaje, aunque sólo sea durante una hora: las galletas sorprendentes.
No me gusta emplear ingredientes ya preparados (hojaldres, natillas,…), sólo materias primas básicas. Únicamente hago una excepción, cuando quiero dar sabores a los postres. Sólo en ese caso me permito usar polvos de natillas u otro componente que incluya algún aromático. Éstas llevan unos polvos para pudin, su función no es como espesante, por lo menos no su función básica, se emplea para darle un sabor a vainilla. Si disponemos de algún otro aroma que nos guste y pueda encajar con el chocolate (y/o las nueces) podemos usarlo sin problemas.
A fin de cuentas, ¿qué materia prima no está previamente elaborada? Hasta la harina sufre un proceso de molido y conservación que no podría reproducir en casa.
Mujeres (confidentes) y hombre desesperado
Sin acritud. No había reparado hasta haberlo comentado con M. Debía ir al oftalmólogo. Repasando el cuadro médico de oftalmología de Adeslas en la ciudad de Santiago se presenta una lista de unos 8 médicos, uno incluso en mi propia calle. Pero mi instinto me lleva a elegir a la única médico del cuadro, aunque tuviese que andar durante unos 15 ó 20 minutos.
En las consultas médicas prefiero a las mujeres porque, aunque no se puede generalizar, suelen ser más concisas y claras, por lo menos conmigo. Tienen un equilibrio personal que llevan a su trabajo como médicos. Con los médicos varones no suelo sentirme tan cómodo. Cosas de hombres.
Esto no viene de ahora, ya en la época de tesina y de trabajo en el cesga estuve durante una temporada compartiendo piso con dos chicas, Araceli y Susana. Recuerdo que pasábamos muchas veces hasta altas horas hablando de temas más o menos trascendentales. El arte y la vida se presentaban ante nosotros sin tapujos. Existía un filling que no había conseguido con ningún compañero o amigo, con ellos los temas eran más banales. Después también estuvo aquella (breve) época, creo que un par de meses mientras buscaba piso, con Rocío y aquella chica extrovertida cuyo nombre no recuerdo. En cambio, sí me acuerdo de sus interminables historias multirraciales llenas de consejos sin fondo.
En casa, las conversaciones, las confidencias y los desahogos siempre han sido con mi madre y mi hermana mayor, Loli. Con Martín también, pero era demasiado pequeño como para poder hablar abiertamente de ciertos temas, no porque no pudiese entenderlos, sí por esa necesidad de conseguir esa empatía que se logra con alguien que los haya tenido más cercanos. Martín era (y es) hermano, mi mejor amigo y compañero de “juegos”.
Mis sensaciones y sensibilidades se acercan más (o mucho) a las femeninas, incluso en esos casos en los que mis problemas parecen no tener absolutamente nada en común. Aunque, como en todo, nunca se puede generalizar. Tal vez por eso me emocionen películas de o sobre mujeres (“Rompiendo las olas”, “Mi vida sin mí”,…), o libros de temática claramente feminista (reseña del último libro: “… la autora consigue una hazaña: que el lector se identifique con esa mujer, mortífera y sarcástica pero también divertida, y que explore un tabú extremadamente fuerte,…”), o valore el pensamiento y fortaleza interior frente a la física, que poseía pero he perdido con los años ;-). Los músculos han crecido hacia dentro.
Ingredientes
(2) Batimos la mantequilla, que hemos retirado previamente del frigorífico, con los azúcares. Cuando esté cremoso añadimos los polvos de pudin y batimos. Añadimos el huevo, la esencia de vainilla y seguimos batiendo. Por último, echamos la mezcla de la harina. Mezclamos. Precalentamos el horno a 175º C.
(3) Añadimos los trozos de chocolate y nueces. Mezclamos hasta que quede una pasta homogénea. Formamos bolas y las ponemos sobre una bandeja con papel de hornear o de silicona.
(4) Horneamos entre 10 y 15 minutos, dependiendo del tamaño y lo crujientes que las queramos. Lo ideal es retirarlas cuando estén algo tostaditas por los bordes. Hay que tener en cuenta que las galletas se endureces al enfriar. Esperamos a que se endurezcan un poco antes de retirarlas de la bandeja.
Como se hornean por tandas podemos probar con diferentes tiempos y texturas.
Ricas, ricas, además permite jugar con diferentes sabores y aromas.
Feliz fin de semana!
Nos vamos de fin de semana. En esos casos la tradición dice llevar algo transportable, algo que pueda soportar el viaje, aunque sólo sea durante una hora: las galletas sorprendentes.
No me gusta emplear ingredientes ya preparados (hojaldres, natillas,…), sólo materias primas básicas. Únicamente hago una excepción, cuando quiero dar sabores a los postres. Sólo en ese caso me permito usar polvos de natillas u otro componente que incluya algún aromático. Éstas llevan unos polvos para pudin, su función no es como espesante, por lo menos no su función básica, se emplea para darle un sabor a vainilla. Si disponemos de algún otro aroma que nos guste y pueda encajar con el chocolate (y/o las nueces) podemos usarlo sin problemas.
A fin de cuentas, ¿qué materia prima no está previamente elaborada? Hasta la harina sufre un proceso de molido y conservación que no podría reproducir en casa.
Mujeres (confidentes) y hombre desesperado
Sin acritud. No había reparado hasta haberlo comentado con M. Debía ir al oftalmólogo. Repasando el cuadro médico de oftalmología de Adeslas en la ciudad de Santiago se presenta una lista de unos 8 médicos, uno incluso en mi propia calle. Pero mi instinto me lleva a elegir a la única médico del cuadro, aunque tuviese que andar durante unos 15 ó 20 minutos.
En las consultas médicas prefiero a las mujeres porque, aunque no se puede generalizar, suelen ser más concisas y claras, por lo menos conmigo. Tienen un equilibrio personal que llevan a su trabajo como médicos. Con los médicos varones no suelo sentirme tan cómodo. Cosas de hombres.
Esto no viene de ahora, ya en la época de tesina y de trabajo en el cesga estuve durante una temporada compartiendo piso con dos chicas, Araceli y Susana. Recuerdo que pasábamos muchas veces hasta altas horas hablando de temas más o menos trascendentales. El arte y la vida se presentaban ante nosotros sin tapujos. Existía un filling que no había conseguido con ningún compañero o amigo, con ellos los temas eran más banales. Después también estuvo aquella (breve) época, creo que un par de meses mientras buscaba piso, con Rocío y aquella chica extrovertida cuyo nombre no recuerdo. En cambio, sí me acuerdo de sus interminables historias multirraciales llenas de consejos sin fondo.
En casa, las conversaciones, las confidencias y los desahogos siempre han sido con mi madre y mi hermana mayor, Loli. Con Martín también, pero era demasiado pequeño como para poder hablar abiertamente de ciertos temas, no porque no pudiese entenderlos, sí por esa necesidad de conseguir esa empatía que se logra con alguien que los haya tenido más cercanos. Martín era (y es) hermano, mi mejor amigo y compañero de “juegos”.
Mis sensaciones y sensibilidades se acercan más (o mucho) a las femeninas, incluso en esos casos en los que mis problemas parecen no tener absolutamente nada en común. Aunque, como en todo, nunca se puede generalizar. Tal vez por eso me emocionen películas de o sobre mujeres (“Rompiendo las olas”, “Mi vida sin mí”,…), o libros de temática claramente feminista (reseña del último libro: “… la autora consigue una hazaña: que el lector se identifique con esa mujer, mortífera y sarcástica pero también divertida, y que explore un tabú extremadamente fuerte,…”), o valore el pensamiento y fortaleza interior frente a la física, que poseía pero he perdido con los años ;-). Los músculos han crecido hacia dentro.
Ingredientes
- 140 gr. de harina [70 gr.]
- ½ cucharilla de bicarbonato sódico [1/4 cdta.]
- 115 gr. de mantequilla, reblandecida a temperatura ambiente. [57 gr]
- 85 g. de azúcar moreno [43 gr.]
- 25 gr. de azúcar blanco [13 gr.]
- 45 gr. de polvos de vainilla para pudin/natillas (puede ser de cualquier otro sabor) [22 gr.]
- 1 huevo [26 gr.]
- 1 cucharilla (5 ml) de extracto de vainilla [2 ml]
- 165 gr. de trozos de chocolate [82 gr.]
- 60 gr. de nueces picadas [30 gr.]
(2) Batimos la mantequilla, que hemos retirado previamente del frigorífico, con los azúcares. Cuando esté cremoso añadimos los polvos de pudin y batimos. Añadimos el huevo, la esencia de vainilla y seguimos batiendo. Por último, echamos la mezcla de la harina. Mezclamos. Precalentamos el horno a 175º C.
(3) Añadimos los trozos de chocolate y nueces. Mezclamos hasta que quede una pasta homogénea. Formamos bolas y las ponemos sobre una bandeja con papel de hornear o de silicona.
(4) Horneamos entre 10 y 15 minutos, dependiendo del tamaño y lo crujientes que las queramos. Lo ideal es retirarlas cuando estén algo tostaditas por los bordes. Hay que tener en cuenta que las galletas se endureces al enfriar. Esperamos a que se endurezcan un poco antes de retirarlas de la bandeja.
Como se hornean por tandas podemos probar con diferentes tiempos y texturas.
Ricas, ricas, además permite jugar con diferentes sabores y aromas.
Feliz fin de semana!
4 comentarios:
Egipto!!!debe ser único,pero,me da miedo ir.No me decido porque como a tí,me encanta ir a mi aire y allí es peligroso.
Mi viaje a Turquía¡¡¡genial!!!Me sorprendió.La gente suuuper agradable y abierta.
Lo pateamos todo sólos,incluso unos días fuimos mi hija y yo por la zona europea y la asiática,fue estupendo¡¡¡
Qué culturas tan diferentes¡¡¡
Tienen todavía derechos humanos pendientes,pero,con respecto a la mujer han mejorado mucho.
Me chocó,que les molesta que la gente los considere árabes.
Sensible,si que eres y te afectan muuucho las cosas.No te comas tanto el coco,no es bueno.
Disfruta de la vida a tope.El tiempo es la moneda de tu vida .
Es la única moneda de que dispones,y sólo tú puedes determinar cómo será gastadaTen cuidado, no sea que otras personas la gasten por tí.
Me parecen delicioooosas las galletas,las haré a la vuelta.Nos vamos una semana por los Picos de E uropa...Me encantaa la naturaleza,los pueblos y sus gentes.Hay que cambiar de aires.
Espero no te machaques en el chollo y con tus estudios.¡¡¡VIVE!!!
Un besiño grandoooote
Egipto (y el Cairo) es tranquilo, mucho más que pasear por Madrid, por ejemplo. Me alegra que te haya gustado Turquía, los derechos humanos (menuda “burrada” voy a decir) son relativos. Cambian a medida que cambia el pensamiento mayoritario y dominante… Pero ese es otro tema.
¡Muchas gracias por los ánimos! Mi problema principal no el “qué”, es el “cómo” y el “cuándo”. La práctica resulta imposible, la teoría funciona a las mil maravillas.
Bicos máis grandes.
Imposible llevar una dieta si sigo visitando tu blog, que cosa mas rica jajajaja, oie, tu guardas dieta ... que le haces a tanta cosa rica que preparas, la regalas, la repartes o solo tu y M la disfrutan ???? perdon por ser tan entrometida jajajaja salu2 Patty
Correr dos horas, estar ocupado todo el día... y 63 Kg en verano! con 1,88 cm de altura. Necesito más.
A M le gusta difrutar de lo que hago, pero siempre en pequeñas cantidades. Cambiar, cada día un plato diferente.
Besos.
Publicar un comentario
Opina, pero con respeto para tod@s. Nadie es perfecto.