La Belgique, “douze points”
Le Royaume-Uni (« Guayuminí »)
“Guay, super-guay, tope-guay, guay del Paraguay…” Bélgica me suena a festival de Eurovisión, a frío y a lluvia, a calles empedradas y a pintura, a bicicletas llenas de barro, a los diablos rojos, a chocolate, a Europa, a gofre caliente cubierto de salsa de chocolate.
Gaufres. Desde el primer momento que conseguí la máquina me obsesioné con hacer unos “gofres belgas”, esos que se pueden comprar muy cerca de la Grand Place, o tal vez en la propia plaza.
Todas las recetas que había leído eran muy parecidas, lo de siempre: leche, huevos, harina, mantequilla/aceite, azúcar, levadura (química o de panadería) y algún aroma. Como unas tortitas ricas. Ya he hecho algunas y todas estupendas, pero les faltaba el “grosor” que mi “cutre-plancha” no podía proporcionar; o las hacía en una sartén o les llevaba “mi masa” al puesto de gofres que hay cerca de la alameda, que por cierto, hoy me ha parecido que ha cerrado de modo definitivo. Queda pendiente la compra de una verdadera plancha para gofres, siempre que la encuentre de tamaño y precios razonables; en su momento ya le buscaré un espacio.
Bien, esta receta es diferente, lleva cerveza, unos gofres muy ricos que, por una vez, casi ni requieren ningún tipo de acompañamiento. Si cabe, tal vez un poco de azúcar glasé o una salsa de chocolate.
Gofres clásicos I con salsa de chocolate
Pongo tres opciones con sus respectivas fotografías. En ellas no se perciben las diferencias ni los aromas, que decir que son muy distintas. Los gofres “belgas” con cerveza y levadura de panadería, los “clásicos” con leche, mantequilla/aceite y levadura química. Para mi gusto, la levadura de pan con la cerveza da mejores resultados de textura y sabor, pero las otras dos opciones también son muy ricas y sabrosas, sobre todo acompañadas de un buen chocolate caliente o para aquellos momentos en los que no tenemos tanto tiempo ni paciencia. De los dos restantes prefiero el sabor de los que llevan aceite.
Si no tenéis plancha podríais hacerlos en una sartén a modo de tortitas o (se me va la olla) ¿por qué no probar pringando toda una sandwichera:..?
Todos conocemos la fama de muchas de sus ciudades: Brujas, Gante, Amberes,… De Bruselas ya no se habla tan bien, supongo que por su comparación aquéllas. Para mí también es una ciudad sorprendente, siempre que la sepas descubrirla, no te ciñas a visitar únicamente el Manneken-pis y decidas perderte por sus calles o avenidas.
Sigo deseando amar
Por mucho que uno decida ser feliz parece que siempre hay algo que quiere llevarme la contraria, y esta vez no ha sido M. Por un momento todo iba casi viento en popa, como siempre pero tomado desde un punto de vista mucho más optimista. Al mal tiempo buena cara, como suele decirse.
Hay tormentas con las que la “buena cara” no llega. Lo de “tormenta” es muy exagerado, quizás, diría una “tormenta interior”. Tener la mente y el tiempo ocupado puede ser una buena forma de evitar las tormentas.
Mi problema es ahora que “soledad del corredor de fondo” se convierte en “la soledad del hijo no pródigo”. “No pródigo” porque nunca he dejado de estar allí, de tener contacto y dialogo, pero ya no es igual. Ésa es la tormenta de arena. Percibo una soledad desértica con cada nueva llamada, como si ya estuviese ausente, cada vez más. Como si las distancias fuesen cada vez más grandes. Dicen que la distancia es el olvido y el olvido lleva al desamor.
Es muy duro hablar de “desamor” entre familiares. No creo que sea “desamor” propiamente dicho pero sí “distanciamiento” u “olvido”. Todo se olvida, el tiempo y la distancia son los mejores amigos del olvido.
Llamo a casa de mis padres siempre que puedo, hablo sin tapujos pero cada vez resulta más difícil poder sincerarme. Cada vez más noto cierta distancia e indiferencia, como si te ocultasen algo o no quisieran hablar con la sinceridad con la que antes lo hacían. Es un horror, nunca había pensado que mi familia me llegase a ver como un extraño, creo que se me confunde con M, como si me identificasen con ella. Yo soy Pepinho y M es M.
No hay vuelta atrás, cada vez es peor. Con mi hermana ya hace un tiempo que no puedo hablar de mí como lo hacía hace unos años (no muchos), ella ha empezado antes poniéndose la máscara, a la defensiva, pensando que hablaba con M y no conmigo. Te equivocas, ahora cuando cuento algo más que interés por el desahogo percibo curiosidad. Yo sigo siendo yo.
Con Martín es más difícil siquiera llegar a hablar, no creo que haya perdido ese “filling” pero tampoco sé qué piensa. Tener pareja también ha ayudado, como en mi caso, a perder esa confianza. Martín, sigo siendo yo.
Con papá nunca ha habido demasiado acercamiento. Así no hay confianza que perder, sigue tiendo “sus” preferidos y (mi) “rebeldía” nunca ha estado entre sus palabras preferidas del diccionario. Mamá sigue siendo mamá pero se deja llevar con demasiada facilidad…
Con M, pese a ser pareja, resulta muy difícil hablar de verdades más interiores, ¿curioso verdad?, no ha sido educada para ello y siempre se pone una coraza que impide saber qué es lo que realmente piensa.
Lo que más pena me da es que todo se olvida. El amor, las penas y alegrías compartidas… Cada vez me veo más solo, (casi) feliz pero más solo.
Salsa de chocolate caliente
Puede hacerse también un jarabe con una cucharada de cacao en polvo y un poco de glucosa o miel. Deliciosa.
La calentaremos en el fuego, perdón, calor, o en el microondas cuando deseemos volver usarla.
Gofres belgas
Con levadura fresca, cerveza en vez de leche y mucho reposo antes de prepararlos.
(2) Poco a poco vamos añadiendo la harina, mezclando con cuidado hasta que quede suave. Añadimos la mantequilla derretida pero fría y, por último, el resto de la cerveza. Dejamos reposar toda la noche.
(3) Preparamos los gofres de acuerdo con las recomendaciones del fabricante. La “gofrera” debe estar muy caliente (250º C) y bien impregnada de mantequilla o aceite para que no se pegue.
Tomamos caliente con una salsa de chocolate o azúcar glasé.
Gofres clásicos I
Con aceite en lugar de mantequilla. Más rápidos, sanos y también muy ricos.
(2) Añadimos la mezcla de harina poco a poco, removiendo con una varilla hasta que no queden grumos.
(3) Preparamos los gofres igual que anteriormente, con la plancha muy caliente y suficientemente engrasada.
Gofres clásicos II
Éstos llevan mantequilla y no aceite, para esos casos en los que no tenemos problema de colesterol.
(2) Batimos el/los huevo(s), añadimos la leche, la mantequilla y la esencia de vainilla. Por último, vertemos la mezcla de la harina poco a poco, batiendo hasta que no se formen grumos.
Procedemos a cocinarlos igual que en los otros dos casos.
Todas estas masas pueden aguantar varios días en el frigorífico y las iremos haciendo a medida que nos apetezcan. Deben cubrirse con un film transparente.
Gofres belgas con miel
Le Royaume-Uni (« Guayuminí »)
“Guay, super-guay, tope-guay, guay del Paraguay…” Bélgica me suena a festival de Eurovisión, a frío y a lluvia, a calles empedradas y a pintura, a bicicletas llenas de barro, a los diablos rojos, a chocolate, a Europa, a gofre caliente cubierto de salsa de chocolate.
Gaufres. Desde el primer momento que conseguí la máquina me obsesioné con hacer unos “gofres belgas”, esos que se pueden comprar muy cerca de la Grand Place, o tal vez en la propia plaza.
Todas las recetas que había leído eran muy parecidas, lo de siempre: leche, huevos, harina, mantequilla/aceite, azúcar, levadura (química o de panadería) y algún aroma. Como unas tortitas ricas. Ya he hecho algunas y todas estupendas, pero les faltaba el “grosor” que mi “cutre-plancha” no podía proporcionar; o las hacía en una sartén o les llevaba “mi masa” al puesto de gofres que hay cerca de la alameda, que por cierto, hoy me ha parecido que ha cerrado de modo definitivo. Queda pendiente la compra de una verdadera plancha para gofres, siempre que la encuentre de tamaño y precios razonables; en su momento ya le buscaré un espacio.
Bien, esta receta es diferente, lleva cerveza, unos gofres muy ricos que, por una vez, casi ni requieren ningún tipo de acompañamiento. Si cabe, tal vez un poco de azúcar glasé o una salsa de chocolate.
Gofres clásicos I con salsa de chocolate
Pongo tres opciones con sus respectivas fotografías. En ellas no se perciben las diferencias ni los aromas, que decir que son muy distintas. Los gofres “belgas” con cerveza y levadura de panadería, los “clásicos” con leche, mantequilla/aceite y levadura química. Para mi gusto, la levadura de pan con la cerveza da mejores resultados de textura y sabor, pero las otras dos opciones también son muy ricas y sabrosas, sobre todo acompañadas de un buen chocolate caliente o para aquellos momentos en los que no tenemos tanto tiempo ni paciencia. De los dos restantes prefiero el sabor de los que llevan aceite.
Si no tenéis plancha podríais hacerlos en una sartén a modo de tortitas o (se me va la olla) ¿por qué no probar pringando toda una sandwichera:..?
Gofres clásicos II con salsa de chocolate
La BelgiqueTodos conocemos la fama de muchas de sus ciudades: Brujas, Gante, Amberes,… De Bruselas ya no se habla tan bien, supongo que por su comparación aquéllas. Para mí también es una ciudad sorprendente, siempre que la sepas descubrirla, no te ciñas a visitar únicamente el Manneken-pis y decidas perderte por sus calles o avenidas.
Sigo deseando amar
Por mucho que uno decida ser feliz parece que siempre hay algo que quiere llevarme la contraria, y esta vez no ha sido M. Por un momento todo iba casi viento en popa, como siempre pero tomado desde un punto de vista mucho más optimista. Al mal tiempo buena cara, como suele decirse.
Hay tormentas con las que la “buena cara” no llega. Lo de “tormenta” es muy exagerado, quizás, diría una “tormenta interior”. Tener la mente y el tiempo ocupado puede ser una buena forma de evitar las tormentas.
Mi problema es ahora que “soledad del corredor de fondo” se convierte en “la soledad del hijo no pródigo”. “No pródigo” porque nunca he dejado de estar allí, de tener contacto y dialogo, pero ya no es igual. Ésa es la tormenta de arena. Percibo una soledad desértica con cada nueva llamada, como si ya estuviese ausente, cada vez más. Como si las distancias fuesen cada vez más grandes. Dicen que la distancia es el olvido y el olvido lleva al desamor.
Es muy duro hablar de “desamor” entre familiares. No creo que sea “desamor” propiamente dicho pero sí “distanciamiento” u “olvido”. Todo se olvida, el tiempo y la distancia son los mejores amigos del olvido.
Llamo a casa de mis padres siempre que puedo, hablo sin tapujos pero cada vez resulta más difícil poder sincerarme. Cada vez más noto cierta distancia e indiferencia, como si te ocultasen algo o no quisieran hablar con la sinceridad con la que antes lo hacían. Es un horror, nunca había pensado que mi familia me llegase a ver como un extraño, creo que se me confunde con M, como si me identificasen con ella. Yo soy Pepinho y M es M.
No hay vuelta atrás, cada vez es peor. Con mi hermana ya hace un tiempo que no puedo hablar de mí como lo hacía hace unos años (no muchos), ella ha empezado antes poniéndose la máscara, a la defensiva, pensando que hablaba con M y no conmigo. Te equivocas, ahora cuando cuento algo más que interés por el desahogo percibo curiosidad. Yo sigo siendo yo.
Con Martín es más difícil siquiera llegar a hablar, no creo que haya perdido ese “filling” pero tampoco sé qué piensa. Tener pareja también ha ayudado, como en mi caso, a perder esa confianza. Martín, sigo siendo yo.
Con papá nunca ha habido demasiado acercamiento. Así no hay confianza que perder, sigue tiendo “sus” preferidos y (mi) “rebeldía” nunca ha estado entre sus palabras preferidas del diccionario. Mamá sigue siendo mamá pero se deja llevar con demasiada facilidad…
Con M, pese a ser pareja, resulta muy difícil hablar de verdades más interiores, ¿curioso verdad?, no ha sido educada para ello y siempre se pone una coraza que impide saber qué es lo que realmente piensa.
Lo que más pena me da es que todo se olvida. El amor, las penas y alegrías compartidas… Cada vez me veo más solo, (casi) feliz pero más solo.
Salsa de chocolate caliente
Puede hacerse también un jarabe con una cucharada de cacao en polvo y un poco de glucosa o miel. Deliciosa.
- 150 ml. de nata líquida [50 ml]
- 60 gr. de mantequilla [20 ml]
- 3 cucharadas de azúcar [1 cucharada]
- 150-175 gr. de chocolate troceado [58 gr.]
- Opcional: esencia de vainilla, una cucharilla.
La calentaremos en el fuego, perdón, calor, o en el microondas cuando deseemos volver usarla.
Gofres belgas
Con levadura fresca, cerveza en vez de leche y mucho reposo antes de prepararlos.
Gofres clásicos II con salsa de chocolate
- 5 gr. de levadura fresca de panadería [3 gr.]
- 4 huevos, ligeramente batidos [2 huevos]
- 5 ml de esencia de vainilla o agua de azahar [½ cucharilla]
- 150 ml de cerveza blanca de trigo belga: Hoegaarden. Como no la tenía “cerca” he usado una rubia alemana ;-), Franziskaner, aunque creo que no es de las llamadas “blancas” [75 ml]
- 300 gr. de harina [150 gr.]
- 100 gr. de mantequilla derretida y fría [50 gr.]
- 70 gr. de azúcar [35 gr.]
- Azúcar glasé, sirope de chocolate, nata, miel o lo que más nos guste para acompañar.
(2) Poco a poco vamos añadiendo la harina, mezclando con cuidado hasta que quede suave. Añadimos la mantequilla derretida pero fría y, por último, el resto de la cerveza. Dejamos reposar toda la noche.
(3) Preparamos los gofres de acuerdo con las recomendaciones del fabricante. La “gofrera” debe estar muy caliente (250º C) y bien impregnada de mantequilla o aceite para que no se pegue.
Tomamos caliente con una salsa de chocolate o azúcar glasé.
Gofres belgas con miel
Gofres clásicos I
Con aceite en lugar de mantequilla. Más rápidos, sanos y también muy ricos.
Gofres clásicos I con salsa de chocolate
- 2 huevos [1 huevo]
- 250 gr. de harina [125 gr.]
- 415 ml de leche entera [207 ml]
- 120 ml de aceite vegetal, mejor no demasiado fuerte [60 ml]
- 1 cucharada sopera de azúcar [½ cucharada= 1+½ cucharilla]
- 4 cucharillas de levadura química (Royal) [2 cucharillas]
- ¼ cucharilla de sal [1/8 cucharilla, una pizca]
- Una cucharilla de esencia de vainilla [½ cucharilla]
(2) Añadimos la mezcla de harina poco a poco, removiendo con una varilla hasta que no queden grumos.
(3) Preparamos los gofres igual que anteriormente, con la plancha muy caliente y suficientemente engrasada.
Gofres clásicos II
Éstos llevan mantequilla y no aceite, para esos casos en los que no tenemos problema de colesterol.
- 125 gr. de harina normal.
- ½ cucharilla de sal.
- 2 cucharillas de levadura química
- 1 cucharada sopera de azúcar.
- 1 huevo.
- 175 ml de leche templada.
- 38 gr. de mantequilla derretida pero no caliente.
- 1 cucharilla de extracto de vainilla (5 ml)
(2) Batimos el/los huevo(s), añadimos la leche, la mantequilla y la esencia de vainilla. Por último, vertemos la mezcla de la harina poco a poco, batiendo hasta que no se formen grumos.
Procedemos a cocinarlos igual que en los otros dos casos.
Todas estas masas pueden aguantar varios días en el frigorífico y las iremos haciendo a medida que nos apetezcan. Deben cubrirse con un film transparente.
Gofres belgas con miel
23 comentarios:
¡Que pinta tan estupenda! como lamento que la sensación de soledad nuble tu ánimo. ¿apoyaría algo la cantidad de gente que te leemos y seguimos enganchados día a día?. En el ciberespacio, eso es mucho cariño.Y yo creo que es más debido a los sentimientos que transmites que a las recetas, aunque sean todas muy ricas. Te muestras tan desnudo que parece que se te llega a conocer y como puedes ver a diario, a querer. La familia siempre es complicada, por alguna razón, los que más te quieren, siempre se empeñan en crisparte los nervios. De lo del chocolate blanco+curry eran chocolatinas y una mousse no galletas, pero no te preocupes,era por si tenías algo a mano. Para ponerte a rastrear a ti, me pongo yo, que es mucha cara.
Millones de besotes para que te animes
Mientras escribía la receta estaba hablando por teléfono con (la casa de) mis padres y en ese momento, lo que nos dijimos y hablamos, hizo sentirme muy distante… una conversación muy trivial y poco profunda.
Bueno, te había entendido mal. Tengo algún librito de galletas “raras” pero mousse es mejor que busques tú, sobre todo si sabes qué quieres buscar…
Gracias.
Miles más
Pues si tu piensas eso como hijo, imgínate lo que pensarán tus padres y/o hermanos.
Como madre de hijos de tu edad (creo)también siento ese distanciamiento aunque, y es mi punto de vista, no tanto por ellos, como por mí.
Quiero decir, que he sido yo la que se ha replegado y es lo que creo que hacen la mayoría de padres.
Quizás es porque ya no puedes tratar a tu hijo como antes (ya tiene pareja), o es que quizás su pareja te coarte `por tratarle como lo que es : tu hijo, al que siempre verás casi como un niño y eso a la parte "contraria" le jode un poco bastante y una lo percibe.
Luego, estas partes contrarias, y no me expliques por qué, casi siempre ven a los padres como el "enemigo" temiendo quizás, que tengan más ascencia sobre ti que ella misma.
También puede pasar, a mí me pasa, que dado tu excesiva/extrema sensibilidad veas indios donde no los hay, o quizás algún malentendido sin aclarar. En tu mano está solucionarlo.
Lo que es cierto es que se produce un distanciamiento, pero este no tiene por qué ser malo, ni siquiera demasiado malo. Es algo natural.
Yo, sintiéndolo mucho, de vez en cuando le digo a mis hijos : "ven, pero solo, que quiero hablar contigo". Al principio se asustaron pensando que les iba a dar una mala noticia, pero no, como les expliqué uno a uno, se trata de hablar alguna vez SÓLO madre e hijo/a. A lo mejor de tonterías, pero mano a mano, como antes. Una o dos veces al año lo hacemos.
Y otra cosa que hacemos tb en Navidades o en verano que nos reunimos todos, una noche salimos los 5 a cenar SOLOS. Es tradición (desde hace 10 años que se independizó el primero) y a ellos/as les encanta y hasta ahora los "contrarios/as" no han protestado. Que yo sepa.
En definitiva, se trata de alejarse pero no soltar la cuerda, simplemente alargarla.
LA OTRA
"La Otra" me acabas de dejar pasmada. Cuanto se aprende aquí de todo. Y ¿que opinas tú de cuando ese sutil distanciamiento viene acompañado de la horrorosa sensación, aunque muy tenue de que el político que te has traido "mola" mucho más que tú que para bien o para mal has nacido ahí?
Harry....Pepinho!!!,
vengo a reñirte yo también. Ay ay ay!!
Por una parte me sumo a M en lo de las luces. ¡Ahorremos energía! No sé porqué J también las va dejando encendidas y también protesta porque se lo diga.
Segundo, "la otra"...ahí la has "dao".No podías haberlo explicado mejor.
No soy madre, pero imagino que tiene que ser muy duro ver como tus niños se van y pasan a ser los niños/as de otros/as.
Claro que hay distanciamiento, siempre lo hay y lo habrá si no se cuidan las relaciones.
Como te dije el otro día, HABLA!, que sigue siendo gratis. Tal vez estoy viendo indios donde no los hay como dice "la otra". Pero no sé porqué me da a mí que la conjunción de la personalidad de M, al parecer más fuerte y arroyadora, con la tuya, más sensible y moldeable, ha dado lugar a una serie de cambios en tí que tal vez hayan dejado a tu familia un poco fuera de juego.
Aunque tú creas que eres el mismo, seguro que no lo eres. Cambiamos constantemente y, sobre todo, cuando tenemos una pareja. Tal vez sientan que ya no te conocen tanto ya.Tal vez piensan que lo que te digan en confianza sobre tu relación o tu pareja te lo tomarás como un ataque por tu amor. No sé, son cosas que pienso por experiencias con situaciones similares. Pero seguro que me equivoco.
Haz caso a "la otra". Visita tú solo a tu familia, queda con tus hermanos. Pero solo. Y si a M le molesta, entonces..."Houston, tenemos un problema". El amor no debe limitar al amor. El amor que sientes por ella no debe limitar tu amor por tu familia. Son cosas muy diferentes.
Un besote y gracias por el jarabe de chocolate!
P.d.: ya no haré más promesas sobre no escribir...jejeje.
Muchas veces me digo,no entres,déjalo descansar de tus comentarios,pero el gusanillo puede más.
No te sientas así,por favor,me da pena que la soledad te machaque por tantos sitios.
Es cierto,lo que dices del distanciamiento con la familia al irte de casa,pero por mi experiencia como madre,hija y hermana,creo que soy yo la que no debe cerrarse,que debo ser la misma y hablarles como siempre con el corazón en la mano.
Ellos, es lógico que estén a verlas venir,tú tienes que darles pie a que te digan las cosas tal y como las ven y sienten,que sepan que tú no te enfadarás con sus comentarios
que pueden ser sinceros,eres su hijo y su hermano,como no van a pensar,si tú no lo aclarás,que lo que te digan,quizás te haga daño.
Es normal que sean cautelosos.Acaso tú no mides lo que les dices.
Sabes, no es lo mismo hablar por tlf que en persona,es más frío,sincerarse,es mejor hacerlo cara a cara.
Yo no hablo igual con los hermanos que están lejos que con los que veo con frecuencia,éstos saben muucho más de mi vida.
Cuéntales de todo,sé un libro abierto y te responderán de la misma manera.
Si no los ves con frecuencia,pregúntate quién tiene la culpa,quién se ha alejado y cerrado en si mismo.
Tu familia siempre estará ahí para cuando la necesites,no lo dudes jamás,y menos si has estado unido a ellos,no pierdas ese vínculo.
Son los únicos que te ayudarán sin buscar nada a cambio,el que tú estés ahí y los necesites es lo que único que importa.
Si no puedes verlos escríbeles y sincerate,y luego habla con ellos.
Si nosotros que no te conocemos,y nos llegas al alma con tus sentimientos y verdades,haces que te queramos ayudar,que nos abramos y expresemos lo que sentimos,
estemos de acuerdo o no.
Que crees que harían ellos si les mostrases todo eso,AYUDARTE,ANIMARTE,QUERERTE,Y SOBRE TODO ESTAR AHÍ PARA TÍ,no lo dudes.
Un besazo desde lo más hondo de mi corazón.
Anónimo : jaja, me ha hecho gracia tu pregunta. Es cierto que puede pasar. Uno de mis yernos casi me cae mejor que mi propia hija. Pero seguro que será porque no hay la misma confianza: él es muy asertivo, ella me cuestiona casi todo, a él le parece siempre bien lo que digo o hago, ella casi siempre lo cuestiona.... Pero en el fondo un hijo es un hijo, pero es cierto que me encuentro muy cómoda hablando con él y muy a gusto.
ANA: yo siempre le he dicho a mis hijos (4) así como en plan de broma y mucho antes de que se emparejaran que, puesto que yo soy una madre bastante "buena" en el sentido de que no me meto en sus vidas, ni cotilleo, ni critico (sólo comento), etc., etc. (no tengo abuela eh?) y ellos son unos tios/tias estupendos que se llevan de miedo entre ellos y ellos conmigo, que NUNCA aceptaría que una tercera persona viniera a desfacer esta relación, así que a ver a quién escogían, jajajaja, bueno todo esto con clave de humor, pero se lo decía, vamos que si se lo decía.
Y en serio que la clave está en hablar con los hijos sutilmente como "unidad",, independientemente de que hablemos también con la parte contraria, no vaya a ser que se sienta desplazada y entonces sí que hay lío.
LA OTRA
Desaparezco una mañana y parte de la tarde y…
Resulta curioso como ciertas reflexiones, como la “cercanía” con nuestros progenitores una vez nos hemos independizado, casi siempre pasan desapercibidas. Como si tuviésemos miedo de decir que nos sentimos algo más lejos de “papá” y “mamá”.
LA OTRA,
Me encanta esa reflexión/debate que se ha abierto sobre las relaciones “padres” e “hijos” y su (presunta) degradación con el paso del tiempo… Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, solo que yo vivo mi parte como hijo.
Si no lo he dicho ya, creo que las parejas son la parte que más influye en la degradación de esa relación. He llegado a tener la sensación de que incluso se “alegra” cuando hablo poco con mi familia. Ellos lo achacan a los celos, yo creo que es un poco de todo, discrepancias, celos,… miedos. Hay quién dice que se encargan de echar “cizaña” en las relaciones con los respectivos padres. El problema surge cuando la familia ya no es consciente de que habla con su hijo y no con su nuera/cuñada.
Tengo una muy mala experiencia (con un ex-hermano) al respecto que podría ocuparme un libro entero.
Anónima,
El que “mola” lo será por poco tiempo, no te preocupes.
Cuando un hijo o hija tiene pareja, sobre todo durante los primeros años, éste se presenta con todas sus virtudes, los defectos los deja en casa. Es por ello que los hijos, de los que se conoce hasta el último defecto o virtud, pasan aparentemente a un segundo plano. Todo cambia cuando la pareja empieza a mostrarse tal y como es y, sobre todo, cuando se quiere apropiar del cariño del hijo/hija.
A veces, incluso he llegado a tener la sensación (inicial) de que los padres muestran cierto enamoramiento hacia las parejas de sus hij@s... Todo acaba.
Ana,
Estoy de acuerdo con lo de las luces. En mi caso estaba cocinando y había ido a consultar el correo. Tampoco creo que fuese tan grave. Lo único que me preocupa es el tema de “prioridades”, nos olvidamos qué es lo realmente importante (la felicidad) y estamos dispuestos a sacrificarla (o a hacérmelo pasar mal) por unos segundos de luz…
No soy el mismo por fuera… M ha hecho que tenga otras costumbres y modos de actuar pero mi forma de sentir no ha cambiado. Eso no se nota con una visita de fin de semana.
Quisiera poder estar solo con mi familia pero me es imposible, o muy difícil. Ella tiene mucho miedo de ello. Por ejemplo, mañana se irá sola a Ferrol y yo tendré que quedarme solo en Santiago (problema con el coche, casi “siniestro total”). Alguna vez he tenido que mentir (piadoso) para que no se enfadase y poder escaparme un par de horas a Boiro…
Isi,
Últimamente tampoco estoy tan malito, sólo que cuando empiezo a escribir me da ganas de desahogarme. Ayer fue la llamada.
La familia ya no siempre estará ahí, no igual. He perdido cosas. Se ha perdido la confianza, podrá recuperarse pero es muy difícil.
Están ahí a veces, pero ya no me ven igual, el día a día hace que cambien sus formas de pensar y actuar. Me quieren y les quiero pero no llega con eso, no a mí. Quiero poder llorar con ellos y reír.
Creo que el distanciamiento, espero que no definitivo, empezó este verano. Fuimos poco (por estar en A illa) y cuando íbamos M se sometía a un marcaje en toda regla… Cuando se recupere el coche haré escapadas semanales, los jueves por la tarde, cuando ella trabaja y yo, presuntamente, me haya ido al cine.
Bueno, estoy es pleno descanso de clases y tengo que seguir mis (malas) explicaciones..
Besos.
Me encanta que opinéis, sobre todo cuando ponéis sobre las mesa temas generales y experiencias personales.
Está bien hablar de cuestiones que están en el aire pero la gente no se atreve (del todo)
Hola pepinho, este fin de semana hice 'tus' donuts. Bestial! Justo acababa cuando mi chico llegaba de hacer bici y quedó asombrado con la visión de... 30 donuts! Dijo que podríamos hacer una fiesta infantil: hacer Bimbollos y Bimbolinos de chorizo y jamón dulce, beber Mirinda y colgar banderitas de papel de países que ya no existen. Pero no, la fiesta-homenaje 'donutífero' nos lo hemos dado solitos, y ya lejos de la edad infantil (según el DNI). Bueno, les di unos cuantos a mis padres.Gran éxito. Continúas siendo nuestro ídolo del mes. Un abrazo y espero que los ánimos sigan para arriba.
Rosita de Barna.
Hola, metere mi cuchara en un tema algo duro, pero por experiencia digo que la familia es la familia, y que muchas veces nos puede significar una carreta llena de problemas, de tristezas, de responsabilidades, de ingratitudes...pero quien es perfecto en esta vida??
Debemos aumentar nuestro nivel de tolerancia, y tratar de aceptar los sentimientos ajenos, al final de cuentas...todo pasa....la paciencia todo lo alcanza.
Un super abrazo, y arriba ese animo, que somos muchos los que nos deleitamos con tus recetas y tus escritos.
Soraya
Querido H.,
Por eso los mejores best-seller, series de tv,y dramones de sobremesa están basados en historias de familias. Te aseguro una cosa, las gastaran duras pero una madres siempre es una madre y unos herman@s tambien, pero van mas a la suya. Yo no juzgo pero no quiero que me juzguen a mi. Es curioso pero los hijos/as politicas cuando hay separaciones son aún más malísimos de la muerte. Y los hijos seguimos estando ahí, aguantando el chaparrón.
Lo que me parece muy fuerte es lo del cine x la escapada a la family. Si he mentido alguna vez ha sido para decir lo contrario; excusa familiar x el cine....!! En cualquier caso, esa falta de sinceridad es preocupante.
****Los gofres: la primera foto, ummmm, he pensado, con la sanwichera, sí, sí....la voy a amortizar. Pero como chorree la masa te culparé a ti, diré en casa que la culpa es de un cocinillas, jeje. Por cierto, me has dado una idea estupenda para regalar a mi niña. A ver si encuentro una maquina para hacer los gofres, cuando estuvimos en Francia nos dejamos medio suelto. La crepera ya la tenemos y es fantástica.
Un beso, cari. Cuidate.
Bueno "la Otra" al menos me consuela ver que no es solo en mi casa. Pues a ver si tienes razón con que los políticos pierden brillo Pepiño, porque en casa de mi madre ha bajado la calidad de vida un montón, sobre todo la ración de postre. Hablando de eso ¿Estás diciendo que M. te condiciona para que no vayas a ver a tu familia?. Eso me pareció entender.Y si es así ¿te ha explicado sus motivos?. Y tú ¿dices que vas a verlos a escondidas?. Imagino que son temas delicados que no son para contar aquí completos, porque si no es así...no sé, yo si supiera que un hermano me visita a escondidas porque a su mujer no le hace gracia que venga y él traga con ello, a lo mejor si que me iba volviendo un tanto "gélida". Vamos, que o nos falta información de peso, o perdona mi franqueza, igual eres un pelín calzonazos y eso en casa de tus padres molesta.
Intervengo por última vez en este tema porque no se, Pepinho, es que no me acabo de creer lo que cuentas. Será porque yo NUNCA permitiría que nadie se interpusiera entre mi familia y yo y es lo que les he inculcado a mis hijos. Hablo de familias NORMALES con sus cosas, pero buena gente.
Por desgracia, hoy dia, las parejas pueden NO ser para siempre, pero la familia ahí está, que no te la quitas de encima ni con agua caliente.
¿Te acuerdas de la canción?: ".. lalala, y a ti te encontré en la calle, tralará, lará...". Pues eso.
Y de hecho hoy, con hijos ya independizados, que nadie me haga ESCOGER, porque la elección está más clara que el agua.
Estas son situaciones límite que, generalmente, se pueden arreglar hablando, pero si no : ¡ajo y agua!.
¿Y después de lo que cuentas te extraña que tu familia esté fría contigo?, es que si yo fuera tu madre te cogía, te bajaba los pantalones y te dAba de cachetadas, qué quieres que te diga.
LA OTRA
Tengo vez para el dentista a las 17:00 pero…
Necesitaría mucho tiempo para explicarlo. M es muy práctica, sobre todo desde el punto de vista económico. Si alguna vez le he ocultado el hecho de ir a Boiro es en parte porque sé que no entiende (o entendería) que pueda pasar 2 horas en el coche para estar únicamente 30 minutos, 1 ó 2 horas con mis padres… No es la única actuación que he tenido que hacer para evitar que se enfadase. Ya hablaré.
Por otro lado, los gofres pueden hacerse perfectamente como tortitas. Con la masa que me ha sobrado he hecho unas tortitas deliciosas… Si tienes la valentía (o locura, yo la tendré) de hacerlas en la sandwichera, no cierres el “seguro” para que puedan crecer, simplemente posa la parte superior….
Besos y gracias a tod@s
Ya responderé (a tod@s) e otro momento.
Perdonad, el odontólogo, dentista, estomatólogo, … espera.
Hola,
Ya estoy de vuelta. He llegado al dentista 7 días menos 20 minutos temprano… ¡la próxima vez consultaré la agenda!. ;-), excusas.
Bueno, pronto tendré que volver a salir con M pero me dará tiempo (espero) a precisar algo mis comentarios.
“La OTRA”, todo lo que dices siempre me parece muy interesante y lo suelo compartir. Sólo hay una palabra que no “admito”: “NORMALES”, …familias normales …, ¿qué es normal y qué no?
Cuando ciertos políticos dicen: “...la gente normal y sensata…” ¿se refieren a los que piensan como ellos?. Yo no pienso así y me considero “normal”, aunque no pertenezca a las grandes “mayorías” y a las “masas”.
Apreciación aparte, siempre he creído, desde pequeñito, que había hechos que NUNCA sucederían en mi familia, que eso les pasaba a “OTRAS”, que mi familia era normal. No entendía como podían llevarse mal tíos míos por temas de “herencias” o cuestiones económicas. Mis hermanos siempre serían como uña y carne…
Mi familia es normal, increíble y estupenda (mi madre es un pedazo de pan), aunque yo no lo sea tanto, un día os la presentaré. Son únicos todos… menos uno. A eso voy.
Tenía (hablo en pasado) un hermano, probablemente el “preferido” de mi padre. Yo era el pequeño (hasta que llegó Martín) y el “rebelde con causa”. A ese hermano nunca le faltó nada: regalos en reyes (recuerdo que una de mis ilusiones, cuando tocaba en la iglesia era tener un xilófono y/o un órgano/harmonio… y le regalan una guitarra a mi hermano, que ni sabía qué hacer con ella), bicicleta y, ya de mayor, coche y donación de piso en vida. Pues bien, en cuanto se casó lo primero que hizo fue vender el piso de mis padres (bienes gananciales) y un coche (diesel) que cambió por uno igual (de gasolina)…. Y ahí no acabó todo, pero es una larga historia. Demasiado. Todo por dejarse llevar por su pareja… Lo que no he contado todavía es peor.
Y mi familia era “normal”. Mi madre no se merecía lo que después le hicieron….
No creo que sea un ”calzonazos”, ni mucho menos (supongo que demostraría ser un tonto, además, admitiéndolo), pero que casi siempre he cumplido los deseos de M. Muy pocas veces me he negado (menos la más importante, que me está costando mantener). Llamadme como queráis, pero no me importa ceder en lo superficial: poner aquí las cosas, escurrir los cacharros justo después de lavarlos, etc.. mientras no tenga que ceder en mi forma de pensar. Soy cómo soy por dentro, no como me muestro externamente y, menos, cómo son mis hábitos….
Bueno, otra vez más, el Guadiana se hunde por un tiempo.
Besos y gracias.
¡Que cara! No te llamé calzonazos porque escurras los cacharros o pongas las cosas en su sitio. Eso me parece muy bien, y estoy totalmente de acuerdo en que la convivencia requiere de pequeños sacrificios personales de ajuste. Era por lo de ir a escondidas a ver a tu familia, por dos cosas 1) Eso sí me parece ceder en un tema importante. 2) Mientes para evitar defender tu postura.
Pero perdona si te molestó el adjetivo, no había sido mi intención. Supongo que escribiendo, al no haber entonación las cosas pueden sonar más contundente. Igual me encantas. (De momento, como vuelvas a poner de "ceder" en tareas domésticas, como si hicieses un favor...je,je)
Te había entendido bien y no me había parecido mal... de hecho soy un poco "calzonazos". De vosotr@s, hasta ahora, sólo veo cosas buenas ;-)
Lo de “ceder” en tareas domésticas (que las principales las hago yo) me refiero a “ceder en el modo de hacerlas” (me gusta que escurran los platos antes de secarlos y recogerlos, ella prefiere que los seque cuando todavía están empapados). Las tareas no tienen dueño, aunque a mí me toquen más, por supuesto.
Jarl!
!chico eres mi ídolo!!!!
Me encanta todo lo que haces.Un saludo.
Ahhhh la familia...."esa gran desconocida". Con mi familia política no tengo problemas, simplemente me tienen para las conveniencias. Como su relación con C siempre ha sido muy fría, pues no creo que yo la haya cambiado. Tan sólo recordarle de vez en cuando que les llame, etc. Pasamos todo el verano juntos y para mí ya está después de 10 años resultando pesado. Lo peor es con mis cuñados , que no los soporto y viceversa. Básicamente se basa en la envidia. Así que mi suegra decidió tener un cónclave para arreglar la situación. Resultado= Ahora estamos peor de lo que estábamos. Si antes nos saludábamos, ahora ni eso. Por supuesto que no voy a tolerar que una persona a la que le he cuidado el hijo durante 3 años porque necesitaba trabajar para realizarse, me salga diciendo que lleva 10 años tragando bilis. Yo también trabajaba y cuidaba a mi hijo y al suyo.
Conclusión , no sé qué c...haré estas navidades, ya que se celebra el 31 y el 1 en su casa. Pos yo no voy a ir, y claro que influiré en C para no ir, ¿lógico, no?
Pepinho, te entiendo perfectamente. Yo he sentido algo parecido a lo que sientes tu. Pero, sigo diciendo lo que pienso, le pese a quien le pese.
Besos y a ver si coincidimos en el CI, jajaja
Me encanta todo lo que haces y los gofres en mi casa van con recetas prefabricadas, tipo MaryLee
Ando muy malito de tiempo, pero me agrada que alguien tan cercano pase por aquí… ;-)
El verano, aunque a mí también me apetezca estar con mi familia, prefiero que estemos solos a tener que repartir…. y ningún tiempo para hablar o compartir experiencias con la pareja.
Las Navidades, ¡qué horror!, me lo has recordado. Tendremos que repartidos, intentar que pasen rápidamente las horas en casa de mis suegros y disfrutar un poco de mi familia….
Es más que probable que me veas… CORRIENDO. Apostaría a que lo has hecho ya (aunque no te hayas fijado). Soy ese “tipo raro” que en verano anda sin camiseta, que no se corta lo más mínimo, … recorro todo Santiago. Puedes verme desde Cacheiras a Grixoa, por el centro o por el Camino de Santiago, en la carretera de Pontevedra o en Milladoiro, en Bertamiráns, …
En el cine, en las librerías, con M y espero que este año en alguna sesión Cineuropa.
A M podrás verla hoy mismo en el CI, va cambiar unas botas y, de paso, un sirope de arce.
Besos.
yo vendo azucar perlada vainillada para gofres.granai@telefonica.net
por fin encuentro una receta de gofres, así los llamaban mis abuelos que provenían del cantón Berna, Suiza y tenían su gofrera.Ellos llegaron con ese tesoro en su baúl.liliana irene de concepción del uruguay, entre ríos,argentina.
Gracias.
Después de tantos años, ya más de ocho, tengo una receta que no he publicado que es mi preferida. Por varias razones: son crujientes por fuera y suaves por dentro, se hacen muy rápido (he prescindido de levadura fresca y prefiero usar el impulsor químico, alias "polvos de hornear" o "Royal),... además de alguna sorpresa más.
Todo llegará, casi todo.
Gracias por los comentarios.
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