La felicidad y el algoritmo de vuelta atrás
“Su sábana”
Y qué tiene que ver una sábana con un cake ¿y yo qué sé´? Sólo sé que cuando compré el libro de J. A. no contaba con que fuese una repostera tan bien consideraba. En Francia acaba de salir al mercado un libro en colaboración con My Darling PH, “confidencias dulces”. Igual que antes, me sigo quedando con la duda: ¿cómo una repostera puede estar tan delgada? PH se ajusta a las dimensiones recomendadas para esa profesión pero ella…
Ante tal descubrimiento y con el re-descubrimiento de que ¡me gustan los cakes!, hasta tal punto de que incluso ahora prefiero esa textura ligeramente más densa a la de un bizcocho…. Repito libro con receta de un cake con chocolate (y sabor delicioso a mantequilla) que se hace llamar “Mi sábana”. Como no siempre está al gusto de todos, le he hecho “mis” cambios, empezando por echarle un poco de sal. “Thank you, Mr. Wilder”.
Backtracking
Absténganse despistados, “vuelta atrás” no tiene nada que ver con el sexo. No ahora. Hoy se me ha ido la olla, es lo que tiene.
Cierto día busqué entre mis libros la fórmula de la felicidad, y la encontré, no la felicidad, la fórmula. Pero claro, esa fórmula no soluciona ningún problema, sólo te ayuda a calcular de modo ligeramente científico el estatus actual de felicidad. Siguen siendo demasiados factores, muchos incontrolables.
Ante eso, he pensado que mejor que emplear una fórmula para calcular mi nivel de felicidad e intentar decrementar los divisores que puedan hacer que esté bajo ese nivel (e incrementar los factores), sería mejor buscar una solución de un modo más o menos factible. De entre la gran variedad de estrategias estudiadas y pensadas para el caso, he optado por la “vuelta atrás”.
Bien, ¿y en qué consiste el backtracking o vuelta atrás? Es una de esas técnicas fáciles de aplicar pero difíciles de explicar. Un ejemplo: el sudoku. Si habéis hecho alguna vez un sudoku, de un modo inconsciente habéis utilizado este algoritmo; si no has hecho un sudoku, lo mejor es que te vayas directamente a la receta y te saltes este rollo filosófico-matemático.
Cuando uno se plantea hacer un sudoku parte de una situación inicial, un conjunto de números dispersos por un tablero (esos números podrían ser el punto de partida de nuestras vidas). Después de dar solución a los casos triviales, aquellos cuya solución es inmediata (crecer como un niño, ir al colegio,...) llegan los primeros problemas y tomas de decisiones (nodos). Es en este punto en el que realmente empieza el algoritmo.
Escogemos (mentalmente) una opción (hacer la primera comunión) e intentamos (todavía mentalmente) seguir los pasos de esa elección. Si llegamos a una solución imposible o elección incorrecta (hemos cometido un error) volvemos al punto anterior y tomamos otro camino (podría ser no hacer la primera comunión), así hasta encontrar la solución al problema (ser felices).
El problema de “la felicidad” se resolvería muy fácilmente empleando este algoritmo. Si en algún punto de nuestras vidas se diesen las condiciones que hiciesen inútil seguir ese camino se abandonaría, volviendo hasta el lugar en el que hubiésemos tomado la última decisión. Cuando nos equivocásemos volveríamos a ese punto, “podaríamos” esa rama, y seguiríamos otro camino. Fácil, eh. Ya, pero la vida no tiene vuelta atrás, hay elecciones que son para toda la vida (tener hijos) y en otras una vuelta atrás te condiciona en los nuevos caminos (el matrimonio, por ejemplo). Además, las decisiones son tantas que el tiempo requerido para encontrarla no sería factible, humanamente hablando, claro. Si nos quedásemos con las decisiones importantes y supiésemos distinguirlas, el tiempo de computación se reduciría drásticamente, pero claro, ¿cuáles son las decisiones importantes?
¡Qué fácil sería poder volver atrás, podar y seguir otro camino! Pero no se puede. También podríamos pensar que el primero que llegue a la solución (la felicidad) podría informarnos cómo llegar. Grave error, la solución depende de las condiciones iniciales, la disposición de los números sobre el tablero (yo, tú, él,…), por lo que cada uno tiene su propio camino hacia la felicidad. Por eso no existen recetas y muchos consejos se convierten en verdaderos errores para otro sujeto.
Téngase en cuenta que “no ser feliz con alguna decisión” (nodo) no quiere decir que no sea un camino para la felicidad.
En donde lo difícil es determinar si “la decisión actual no lleva a la felicidad” (condición de poda) o si “es buena la decisión y nos hace felices” También tenemos otro problema: la vida no se acaba cuando encontramos la felicidad.
No sé si resulta complejo o no, pero la vida es muchísimo más compleja. Tan vez una búsqueda en profundidad iterativa… pero en ese caso necesitaríamos muchas cosas: tiempo, máquina del tiempo, memoria,…
Tanto rollo para nada, para llegar a la conclusión que este algoritmo no es el camino para encontrar la solución a la felicidad. Como la vida misma, a veces haces cosas cuyo único objetivo ha sido descubrir que no ha valido la pena y que ha sido tiempo perdido, aparentemente, claro, de todo se aprende.
Tres pajaritos
Llevo todo el día con esta canción. Todo. ¿por qué será? Bob Marley, Three Little Birds.
Tomemos el camino que tomemos, no nos arrepintamos, aprendamos para que con la siguiente decisión podamos alcanzar nuestra tan ansiada solución (sin haberlo preparado me ha salido un pareado). Don’t worry..
Don’t worry about a thing,
cause every little thing gonna be all right.
Singing: don’t worry about a thing,
cause every little thing gonna be all right!
Rise up this morning,
Smiled with the raisin sun,
Three little birds
Pitch by my doorstep
Singing sweet songs
Of melodies pure and true,
Saying, (this is my message to you-ou-ou:)
Se me olvidaba, si hay alguien que cumpla años ;-): ¡muchas felicidades!
(-;…-
Ingredientes
Para mi molde de 22,5x12,5 cm2
(2) Batimos la mantequilla reblandecida con un batidor eléctrico hasta que quede espumosa y suelta. Añadimos las yemas de huevo y las batimos con la mantequilla. Echamos la mezcla de la harina, la leche y la vainilla líquida. Mezclamos con una espátula o cuchara de palo.
(3)En otro cuenco levantamos las claras a punto de nieve con un batidor eléctrico, añadiendo un chorrito de limón para facilitar que se levanten. Añadimos una cucharada de las claras a la mezcla anterior para bajar la densidad y las restantes de forma envolvente con ayuda de una espátula, mezclando de abajo hacia arriba.
(4)Engrasamos un molde para cake con margarina y espolvoreamos con harina o azúcar glasé. Con harina se adhiere menos pero los postres (sobre todo de chocolate) pueden quedar con un tono ligeramente blanquecino. Echamos mitad de la masa, sobre ella repartimos las virutas de chocolate (durante la cocción se repartirán por todo el pastel) y cubrimos con la masa restante.
(5) Horneamos durante unos 55 minutos a una hora, aproximadamente. Una vez esté hecho y para evitar que siga cociéndose, ponemos en un baño de agua fría (opcional). Dejamos que se temple sobre una rejilla y desmoldamos. Se toma frío o templado.Durante el horneado y para evitar que se haga por debajo, lo mejor es poner el molde sobre una rejilla, retirando el resto de bandejas para que se reparta de un modo homogéneo el calor en el horno.
Se conserva muy bien en el frigorífico envuelto en film transparente. Antes de tomar lo podemos dejar a temperatura ambiente, a mí ya me gusta con la consistencia que tiene al salir del frigorífico.
Un té, my friend. Menudo té, menuda delicia de cake.
Epílogo
Para evitar estar buscando eternamente la felicidad, incluso cuando la haya encontrado he complicado un poco el algoritmo. Salvo error u omisión, la versión recursiva quedaría como sigue:
“Su sábana”
Y qué tiene que ver una sábana con un cake ¿y yo qué sé´? Sólo sé que cuando compré el libro de J. A. no contaba con que fuese una repostera tan bien consideraba. En Francia acaba de salir al mercado un libro en colaboración con My Darling PH, “confidencias dulces”. Igual que antes, me sigo quedando con la duda: ¿cómo una repostera puede estar tan delgada? PH se ajusta a las dimensiones recomendadas para esa profesión pero ella…
Ante tal descubrimiento y con el re-descubrimiento de que ¡me gustan los cakes!, hasta tal punto de que incluso ahora prefiero esa textura ligeramente más densa a la de un bizcocho…. Repito libro con receta de un cake con chocolate (y sabor delicioso a mantequilla) que se hace llamar “Mi sábana”. Como no siempre está al gusto de todos, le he hecho “mis” cambios, empezando por echarle un poco de sal. “Thank you, Mr. Wilder”.
Backtracking
Absténganse despistados, “vuelta atrás” no tiene nada que ver con el sexo. No ahora. Hoy se me ha ido la olla, es lo que tiene.
Cierto día busqué entre mis libros la fórmula de la felicidad, y la encontré, no la felicidad, la fórmula. Pero claro, esa fórmula no soluciona ningún problema, sólo te ayuda a calcular de modo ligeramente científico el estatus actual de felicidad. Siguen siendo demasiados factores, muchos incontrolables.
Ante eso, he pensado que mejor que emplear una fórmula para calcular mi nivel de felicidad e intentar decrementar los divisores que puedan hacer que esté bajo ese nivel (e incrementar los factores), sería mejor buscar una solución de un modo más o menos factible. De entre la gran variedad de estrategias estudiadas y pensadas para el caso, he optado por la “vuelta atrás”.
Bien, ¿y en qué consiste el backtracking o vuelta atrás? Es una de esas técnicas fáciles de aplicar pero difíciles de explicar. Un ejemplo: el sudoku. Si habéis hecho alguna vez un sudoku, de un modo inconsciente habéis utilizado este algoritmo; si no has hecho un sudoku, lo mejor es que te vayas directamente a la receta y te saltes este rollo filosófico-matemático.
Cuando uno se plantea hacer un sudoku parte de una situación inicial, un conjunto de números dispersos por un tablero (esos números podrían ser el punto de partida de nuestras vidas). Después de dar solución a los casos triviales, aquellos cuya solución es inmediata (crecer como un niño, ir al colegio,...) llegan los primeros problemas y tomas de decisiones (nodos). Es en este punto en el que realmente empieza el algoritmo.
Escogemos (mentalmente) una opción (hacer la primera comunión) e intentamos (todavía mentalmente) seguir los pasos de esa elección. Si llegamos a una solución imposible o elección incorrecta (hemos cometido un error) volvemos al punto anterior y tomamos otro camino (podría ser no hacer la primera comunión), así hasta encontrar la solución al problema (ser felices).
El problema de “la felicidad” se resolvería muy fácilmente empleando este algoritmo. Si en algún punto de nuestras vidas se diesen las condiciones que hiciesen inútil seguir ese camino se abandonaría, volviendo hasta el lugar en el que hubiésemos tomado la última decisión. Cuando nos equivocásemos volveríamos a ese punto, “podaríamos” esa rama, y seguiríamos otro camino. Fácil, eh. Ya, pero la vida no tiene vuelta atrás, hay elecciones que son para toda la vida (tener hijos) y en otras una vuelta atrás te condiciona en los nuevos caminos (el matrimonio, por ejemplo). Además, las decisiones son tantas que el tiempo requerido para encontrarla no sería factible, humanamente hablando, claro. Si nos quedásemos con las decisiones importantes y supiésemos distinguirlas, el tiempo de computación se reduciría drásticamente, pero claro, ¿cuáles son las decisiones importantes?
¡Qué fácil sería poder volver atrás, podar y seguir otro camino! Pero no se puede. También podríamos pensar que el primero que llegue a la solución (la felicidad) podría informarnos cómo llegar. Grave error, la solución depende de las condiciones iniciales, la disposición de los números sobre el tablero (yo, tú, él,…), por lo que cada uno tiene su propio camino hacia la felicidad. Por eso no existen recetas y muchos consejos se convierten en verdaderos errores para otro sujeto.
Téngase en cuenta que “no ser feliz con alguna decisión” (nodo) no quiere decir que no sea un camino para la felicidad.
Función vuelta atrás (decisión)
Si es buena la decisión y nos hace felices entonces
Devuelvo decisión //esto sucede muy pocas veces ;-)
Si no
Para cada “decisión nueva” hacer
Si la “decisión actual” no lleva a la felicidad hacer
vuelta atrás (“decisión actual”)
Fin si
Fin para
Fin si
Fin función
En donde lo difícil es determinar si “la decisión actual no lleva a la felicidad” (condición de poda) o si “es buena la decisión y nos hace felices” También tenemos otro problema: la vida no se acaba cuando encontramos la felicidad.
No sé si resulta complejo o no, pero la vida es muchísimo más compleja. Tan vez una búsqueda en profundidad iterativa… pero en ese caso necesitaríamos muchas cosas: tiempo, máquina del tiempo, memoria,…
Tanto rollo para nada, para llegar a la conclusión que este algoritmo no es el camino para encontrar la solución a la felicidad. Como la vida misma, a veces haces cosas cuyo único objetivo ha sido descubrir que no ha valido la pena y que ha sido tiempo perdido, aparentemente, claro, de todo se aprende.
Tres pajaritos
Llevo todo el día con esta canción. Todo. ¿por qué será? Bob Marley, Three Little Birds.
Tomemos el camino que tomemos, no nos arrepintamos, aprendamos para que con la siguiente decisión podamos alcanzar nuestra tan ansiada solución (sin haberlo preparado me ha salido un pareado). Don’t worry..
Don’t worry about a thing,
cause every little thing gonna be all right.
Singing: don’t worry about a thing,
cause every little thing gonna be all right!
Rise up this morning,
Smiled with the raisin sun,
Three little birds
Pitch by my doorstep
Singing sweet songs
Of melodies pure and true,
Saying, (this is my message to you-ou-ou:)
Se me olvidaba, si hay alguien que cumpla años ;-): ¡muchas felicidades!
(-;…-
Ingredientes
Para mi molde de 22,5x12,5 cm2
- 220 gr. de harina (210 gr., son suficientes.)
- 12 gr. de levadura química.
- Un pizca de sal.
- 220 gr. de azúcar.
- 100 gr. de mantequilla reblandecida.
- 3 huevos, separadas yemas de las claras.
- 100 ml de leche.
- 65 gr. de chocolate de alto porcentaje de cacao (70%) rallado o triturado.
- 10-15 ml. de extracto de vainilla líquido.
- 10 gr. de mantequilla/margarina para engrasar el molde.
- Azúcar glasé para espolvorear el molde.
(2) Batimos la mantequilla reblandecida con un batidor eléctrico hasta que quede espumosa y suelta. Añadimos las yemas de huevo y las batimos con la mantequilla. Echamos la mezcla de la harina, la leche y la vainilla líquida. Mezclamos con una espátula o cuchara de palo.
(3)En otro cuenco levantamos las claras a punto de nieve con un batidor eléctrico, añadiendo un chorrito de limón para facilitar que se levanten. Añadimos una cucharada de las claras a la mezcla anterior para bajar la densidad y las restantes de forma envolvente con ayuda de una espátula, mezclando de abajo hacia arriba.
(4)Engrasamos un molde para cake con margarina y espolvoreamos con harina o azúcar glasé. Con harina se adhiere menos pero los postres (sobre todo de chocolate) pueden quedar con un tono ligeramente blanquecino. Echamos mitad de la masa, sobre ella repartimos las virutas de chocolate (durante la cocción se repartirán por todo el pastel) y cubrimos con la masa restante.
(5) Horneamos durante unos 55 minutos a una hora, aproximadamente. Una vez esté hecho y para evitar que siga cociéndose, ponemos en un baño de agua fría (opcional). Dejamos que se temple sobre una rejilla y desmoldamos. Se toma frío o templado.Durante el horneado y para evitar que se haga por debajo, lo mejor es poner el molde sobre una rejilla, retirando el resto de bandejas para que se reparta de un modo homogéneo el calor en el horno.
Se conserva muy bien en el frigorífico envuelto en film transparente. Antes de tomar lo podemos dejar a temperatura ambiente, a mí ya me gusta con la consistencia que tiene al salir del frigorífico.
Un té, my friend. Menudo té, menuda delicia de cake.
Epílogo
Para evitar estar buscando eternamente la felicidad, incluso cuando la haya encontrado he complicado un poco el algoritmo. Salvo error u omisión, la versión recursiva quedaría como sigue:
Función vuelta atrás (decisión)
Si es buena la decisión y nos hace felices entonces
Devuelvo decisión
Si no
Tomo una decisión y la añado a la lista de decisiones
Mientras tenga decisiones en la lista y no haya alcanzado la felicidad hacer
“Decisión actual” = cojo la primera decisión de la lista
Actualizo conjunto de decisiones
Si la “decisión actual” no lleva a la felicidad hacer
felicidad = vuelta atrás (“decisión actual”)
Fin si
Fin mientras
Devuelvo felicidad
Fin si
Fin función
Si es buena la decisión y nos hace felices entonces
Devuelvo decisión
Si no
Tomo una decisión y la añado a la lista de decisiones
Mientras tenga decisiones en la lista y no haya alcanzado la felicidad hacer
“Decisión actual” = cojo la primera decisión de la lista
Actualizo conjunto de decisiones
Si la “decisión actual” no lleva a la felicidad hacer
felicidad = vuelta atrás (“decisión actual”)
Fin si
Fin mientras
Devuelvo felicidad
Fin si
Fin función
16 comentarios:
Uffffff, espero que partas de un conjunto finito y numerable de decisiones posibles, o el algoritmo recursivo no convergerá nunca. Veo que contemplas la opción de repetir decisiones que no aumentan la felicidad... ¿Será porque el hombre siempre tropieza con la misma piedra?
Anyway, el formalismo ayuda a visualizar el problema, pero no siempre supera a los heurísticos del día a día :P
Feliz Navidad a todos!
... hacia abajo el árbol es finito (la vida no es eterna), en anchura es algo que no tengo tan claro ;-).
Sólo ha sido una opción que he Desechado... Lo mejor ha sido el Cake!
FELIZ NAVIDAD!
Me han regalado unos mangos, exquisitos, aunque en casa no tiran mucho, Así que he probado a ponerlos en una tartaleta de pasta quebrada, con el relleno de migas pan (más arroz inflado), el huevo y el limon. Ha quedado genial, sobre todo porque he puesto el mango al final de la cocción y no antes ;-)!!!
De la formula....ke lio, prefiero tomar las decisiones de otra manera. Hace poco lei el libro de Eduard Punset, "el viaje a la felicidad" y como colofón y después de una lectura muy interesante -con bases científicas- puso su fórmula y no me gustó nada. Es imposible reducir una cosa así a numeros y letras. El resto muy bueno. En "a través de tu cuerpo" también se dicen otras cosas, pero no estamos en horario de comentarlas ,-)
Un besico...y feliz Nochebuena, de tot cor.
Pephino que las nubes no te tapen el sol y puedas encontrar el camino a "tu" verdadera felicidad, es mi deseo para esta Navidad. Mar
Gracias por ese cake con aspecto tan suculento.
¿Eres un admirador de Bach? Por lo que te he leído, me parece que sí. Te recomiendo una película que acaban de estrenar "El silencio antes de Bach" del director catalán Pere Portabella. Bella donde las haya. Si la proyectan por tu tierra, no te la pierdas.
Saludos y que tengas unos felices días de descanso y familia (si esa mezcla es posible ;)
canela
www.canelaychocolate.blogspot.com
¡Vaya! gracias por la felicitación de cumpleaños. Me la adjudico como parte de los aludidos. ¿Te gusta también hacer mazapanes y turrones?
Sois unos soles y una luna llena, como la que puede verse ahora, y mañana, y siempre en el blog.
La felicidad no puede resumirse en ninguna fórmula y si así fuera sería lo más patético y menos romántico que pudiésemos descubrir. Lo último que he leído: “El amor es un proceso químico”; ¡por dios! (en minúscula), es probable, pero prefiero seguir creyendo en los Reyes Magos… soy así.
Hoy no hay nubes “el león duerme esta noche”, la luna puede verse en su máximo esplendor.
Soy Bach, cuando lo escucho, esa espiritualidad (para mí llevada al laicismo) me habla con cada nota. No se me ocurre mejor música. Conozco la película, he leído críticas, si no recuerdo mal se presentó en Venecia y está contada con cierto tempo “lento “(como la música) pero no he podido verla… Uno de los problemas de Portabella es que nunca se haya dedicado de pleno al cine… Todavía tengo un suplemento del país, de cuando “el puente de Varsovia” y, desde aquella, una película.
Intentaré verla si milagrosamente la proyectan por aquí (el único cine de posible proyección está en obras).
(Coros)
Ee-e-e-um-um-a-weh
Ee-e-e-um-um-a-weh
Wemoweh, wemoweh, wemoweh, wemoweh
He descubierto que yo soy un enamorado de los cakes y que M no, más diferencias ;-). Haced los coros conmigo:
(Coros)
Ee-e-e-um-um-a-weh
Ee-e-e-um-um-a-weh
Wemoweh, wemoweh, wemoweh, wemoweh
FELIZ NAVIDAD, ¡hasta la vuelta! ¿El miércoles?
Se me olvidaba... ¡Felicidades!
Sí, la felicidad son los buenos momentos de la vida.Espero que tengas muchos en ésta Navidad y siempre, obviamente. Te lo mereces, eres una excelente persona,H.H.(reconócelo).
Uyy, por tratar de entender la fórmula, ni siquiera ví bien la receta del pastel;Ésta seguro la memorizo.
Muchos besos y abrazos,también a todos.
marcela
Buenos días Pepinho!!!
Jejeje... gracias por la felicitación!!! Debo reconocer que este año estoy que me salgo! El sábado tuve fiesta sorpresa con mis amigos (fue genial), además me regalaron 5 tipos distintos de moldes para pasteles, madalenas... una lengua y un pincel!!! Este año han acertado con el regalo!!!
El domingo, día 23, todavía fue mejor! Fui con mi conejillo de indias ;-) culinario a unas piscinas de agua caliente al aire libre! A 7 grados estábamos, viendo de telón de fondo las montañas nevadas, y nosotros bien calentitos dentro del agua! Fue genial... además me llevé alguna que otra sorpresa... jejeje... para comer, un espectacular bocadillo improvisado de pan con fuet (típical, típical...) y una coca cola... Tremenda comida para el día de mi cumpleaños! Te diría que no lo cambio por nada del mundo!
Y ahora con estas felicitaciones (monísimas!), ya he hecho el cupo. No pido nada más. Únicamente salud y alegría!
No voy a decirte el topicazo de "Feliz Navidad". Únicamente te digo "Feliz vida, siempre".
Cuando acabe los exámenes, prometo volver a mi cocina y amortizar todos los moldes! Te mantendré informado de mis progresos.
Gracias por existir. Un abrazo muy fuerte!
- Nina -
Gracias y Felices Fiestas,
Todo se acaba. Eso dicen. Ves cómo la vida, poco a poco, te va cambiando y no siempre para mejor. Lo que antes era confianza y pureza se convierte en cierta desconfianza, porque después de los palos uno ya no puede fiarse de todo.
Felicidades de nuevo. Debo admitir que me has provocado cierta envidia (no me gusta la palabra, pero ahora no tengo otra que se ajuste), no por los moldes. Poder disfrutar de un momento de relajación y actividad fuera del mundo… en una piscina. El agua. Yo tampoco lo cambiaría por nada del mundo. ¡Eso es felicidad!
Gracias por ser. Otro.
El cake, exquisito. Como todo lo que publicas.
Sólo una mención: olvidas poner cuando echar el azúcar. Servidora se las apañó porque tiene algo de experiencia, pero para futuros reposteros estaría bien especificarlo.
Un saludo y continúa mostrando... Gracias.
Sale magnífico!! Muchas gracias por tu receta, me ha encantado!! De hecho, la he publicado en mi blog. un beso
muy bueno
se ve muy tentador el Cake con trocitos de chocolate y sobre todo facil de hacer, yo fanatica de las cosas ricas, y esto se ve genial,
acá les dejo una web con excelentes recetas elgourmet.com
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