Once in my life
Masas fermentadas, segunda parte
Estos panes están buenísimos, y sencillos que son. Tengo una miel casera deliciosa que le da un toque especial. Si con los brioches no os habéis atrevido os recomiendo los hagáis, las medidas son prácticamente exactas. Pueden tomarse solos, rellenos de salado o de dulce (chocolate, mermelada,…) la elección es vuestra.
Por una vez en mi vida
Por una vez en mi vida tendría que estar relajado. Por una vez en mi vida debería olvidarme de todo, dejar las responsabilidades a un lado. Las responsabilidades son parte del problema. Qué lejos quedan aquellos momentos en los que las responsabilidades se ceñían al estudio y poco más. Ahora, con cada minuto, se carga como una losa algún nuevo problema: en el trabajo, en casa,… Con lo fácil que sería poder olvidarse de todo y ejercer cierto pasotismo. Para mí imposible.
La serie que converge
Necesito ir al cine, ya hace tiempo que no me acerco a la tranquilidad de una sala. Apartaré las responsabilidades por unas horas e intentaré olvidarme de los problemas. ¡Qué fácil (y difícil) resulta tirarlo todo por la borda!, sobre todo a medida que vemos más cerca nuestro fin, el fin de todo. El mío lo veo muy próximo, no como cuando era pequeño, cuando los cálculos rondaban 1/10 de vida, 1/8 de vida,… con suerte (¿?) ya habré pasado 1/3 de la vida. Por algo soy Harry Haller, porque un tercio ya no es un tercio, es más.
Quisiera ver algo diferente pero el “cine diferente” está con reformas, aunque no veo ningún movimiento en el interior. Espero que no se refieran a una reforma en el comportamiento de los espectadores, a que nos atrevamos a ver otro tipo de cine, el cine que cuenta historias sin héroes ni villanos, el cine que ya no existe y no sé si existirá. Esperar esas reformas implicaría un cierre permanente.
Vuelvo. Ya han pasado horas desde el momento en que he empezado el relato. Y no, no he ido al cine. No he tenido tiempo, las responsabilidades (y las necesidades) han podido más. He vuelto a las 14:00 y me he puesto de inmediato manos a la obra, M salía hoy a las 14:30 y había bastante que cocinar. No quería hacerla esperar. A las tres había acabado todo pero me faltaba fregar, no quería que estuviese fregando hasta la hora de marcharse (16:15) ¿Y el resto de los días? A las 15:45 me fui a correr, la comida fue a las 18:00. Demasiado tarde, esperaba ir al cine a primera hora, ahora tengo demasiados temas pendientes para mañana y las próximas semanas… A ver el fin de semana. Lo dudo. Por lo menos después de tanta espera mañana nos entregan el nuevo coche.
For once in my life
Otra canción dulce como la miel, como estos bollos, como esos momentos deseados y, a veces, olvidados. Mi versión preferida y más recordada es la de Stevie Wonder, uno de esos genios que no necesitan lámpara, de los que hay “uno en la vida”. Capaz de dar ritmo o hacer canción melódica, componer o acompañar con solos de harmónica (y 2).
Por una vez en la vida… sed felices:
Ingredientes
Para unos 4-6 bollos, dependiendo del tamaño.
(2) Formamos los bollos de unos 8 cm. de diámetro, bien formando bolas o estirando la masa ligeramente y cortándola con un cortapastas o vaso. Ponemos los bollos en una bandeja con papel de hornear y dejamos fermentar hasta que doble su volumen, durante una hora o más. La he puesto en el horno a unos 25-30º C durante una hora.
(3) Una vez hayan doblando su volumen los pintamos con huevo batido o con mantequilla derretida. Opcionalmente podemos espolvorear con un poco de sésamo. Introducimos en horno precalentado a unos 180º C durante unos 10-20 minutos, hasta que haya tomado un tono dorado. Después de hornear podemos pintar con un poco de mantequilla derretida.
Riquísimos relleno de dulce o de salado. Por una vez en mi vida… las harina está (casi) en su justa medida.
Masas fermentadas, segunda parte
Estos panes están buenísimos, y sencillos que son. Tengo una miel casera deliciosa que le da un toque especial. Si con los brioches no os habéis atrevido os recomiendo los hagáis, las medidas son prácticamente exactas. Pueden tomarse solos, rellenos de salado o de dulce (chocolate, mermelada,…) la elección es vuestra.
Por una vez en mi vida
Por una vez en mi vida tendría que estar relajado. Por una vez en mi vida debería olvidarme de todo, dejar las responsabilidades a un lado. Las responsabilidades son parte del problema. Qué lejos quedan aquellos momentos en los que las responsabilidades se ceñían al estudio y poco más. Ahora, con cada minuto, se carga como una losa algún nuevo problema: en el trabajo, en casa,… Con lo fácil que sería poder olvidarse de todo y ejercer cierto pasotismo. Para mí imposible.
La serie que converge
Necesito ir al cine, ya hace tiempo que no me acerco a la tranquilidad de una sala. Apartaré las responsabilidades por unas horas e intentaré olvidarme de los problemas. ¡Qué fácil (y difícil) resulta tirarlo todo por la borda!, sobre todo a medida que vemos más cerca nuestro fin, el fin de todo. El mío lo veo muy próximo, no como cuando era pequeño, cuando los cálculos rondaban 1/10 de vida, 1/8 de vida,… con suerte (¿?) ya habré pasado 1/3 de la vida. Por algo soy Harry Haller, porque un tercio ya no es un tercio, es más.
Quisiera ver algo diferente pero el “cine diferente” está con reformas, aunque no veo ningún movimiento en el interior. Espero que no se refieran a una reforma en el comportamiento de los espectadores, a que nos atrevamos a ver otro tipo de cine, el cine que cuenta historias sin héroes ni villanos, el cine que ya no existe y no sé si existirá. Esperar esas reformas implicaría un cierre permanente.
Vuelvo. Ya han pasado horas desde el momento en que he empezado el relato. Y no, no he ido al cine. No he tenido tiempo, las responsabilidades (y las necesidades) han podido más. He vuelto a las 14:00 y me he puesto de inmediato manos a la obra, M salía hoy a las 14:30 y había bastante que cocinar. No quería hacerla esperar. A las tres había acabado todo pero me faltaba fregar, no quería que estuviese fregando hasta la hora de marcharse (16:15) ¿Y el resto de los días? A las 15:45 me fui a correr, la comida fue a las 18:00. Demasiado tarde, esperaba ir al cine a primera hora, ahora tengo demasiados temas pendientes para mañana y las próximas semanas… A ver el fin de semana. Lo dudo. Por lo menos después de tanta espera mañana nos entregan el nuevo coche.
For once in my life
Otra canción dulce como la miel, como estos bollos, como esos momentos deseados y, a veces, olvidados. Mi versión preferida y más recordada es la de Stevie Wonder, uno de esos genios que no necesitan lámpara, de los que hay “uno en la vida”. Capaz de dar ritmo o hacer canción melódica, componer o acompañar con solos de harmónica (y 2).
Por una vez en la vida… sed felices:
Ingredientes
Para unos 4-6 bollos, dependiendo del tamaño.
- 190 gr. de harina de fuerza (de panadería).
- 70 gr. de harina integral.
- ½ cucharilla de sal.
- 1 cucharilla de levadura de pan seca (no fresca). Si se usa levadura fresca se necesita mayor cantidad.
- 40-45 gr. de miel.
- 145 ml. de leche templada (25-30ºC)
- 25 gr. de huevo (½ aprox.)
- 15 gr. de mantequilla troceada a temperatura ambiente.
- Huevo batido o mantequilla derretida para pintar antes (la mantequilla, después) de hornear.
(2) Formamos los bollos de unos 8 cm. de diámetro, bien formando bolas o estirando la masa ligeramente y cortándola con un cortapastas o vaso. Ponemos los bollos en una bandeja con papel de hornear y dejamos fermentar hasta que doble su volumen, durante una hora o más. La he puesto en el horno a unos 25-30º C durante una hora.
(3) Una vez hayan doblando su volumen los pintamos con huevo batido o con mantequilla derretida. Opcionalmente podemos espolvorear con un poco de sésamo. Introducimos en horno precalentado a unos 180º C durante unos 10-20 minutos, hasta que haya tomado un tono dorado. Después de hornear podemos pintar con un poco de mantequilla derretida.
Riquísimos relleno de dulce o de salado. Por una vez en mi vida… las harina está (casi) en su justa medida.
Ke pena ke no halas podido ir al cine, a veces necesitamos un tiempo para nosotros mismos y como dices tu, relajarnos un poquito, esperemos que el fin de semana puedas hacerlo ... vaya y que bueno que ya les entreguen el carro, mas no se si es de tu completo agrado, en fin, cuando vi tus panes (aquí se les llaman margaritas) me recordaste a los que hacía mi abuela en su pueblo, pero sabes, era un horno de leña, muy primitivo para estas epoca, pero le quedaban tan ricos, ahora solo puedo recordarlos, Yo espero tener suerte con éstos el día que los haga, Salu2 Patty :) Hoy mi vaso llenito casi casi desbordando jajaja byeeeeeeeeeee
ResponderEliminarIncreíble que te salgan así sin maquinita. Son muy paecidos a los Parker House que hago yo, pero bien en Thx o en panificadora. La masas a mano casi se me resisten todas, menos la de gofres y alguna más( escasitas).
ResponderEliminar¿ya te has apuntado al Forum? o ¿escapas de multitudes?. Venga que los de Portomuíños tienen stand y seguro que estará riquísimo.
Espero que el coche tenga un buen estreno. ¿quien lo manejará
?
For once in my life...intento hacer lo que me apetece de verdad, sin reparar en nadie.
Besos
Berta
Ja, y ese rapto de humor en la foto?
ResponderEliminarLucen muy bien,pero demasiado calor para amasar acá.
Besos
Sil
que riiiiiiiiico!
ResponderEliminarespero hacerlos pronto!
podrias publicar alguna receta de turron? mejor todavia si alguna vez la has hecho!
mil besos!
Me pregunto si existe una manera de disfrutar las obligaciones que tenemos,como estudiar o trabajar.Estoy segura que sí, porque veo mucha gente a la que le encanta su trabajo o que nunca falta a la escuela. Cómo le harán.
ResponderEliminarEn fin, no quiero contagiar mi negatividad, menos cuando veo que estás bromista.
Éstos me encantan.Y siempre los compro.Ahora probaré hacerlos, a ver si le gano a la panadería.
Qué suerte comer en tu casa! Haces hasta el pan.
Besos,
marcela
Hola, ayer estuve todo el día fuera de casa.
ResponderEliminarEl coche ha sido una sorpresa, ni siquiera sabía exactamente qué prestaciones tenía. Me he quedado sorprendido de “como han cambiado los tiempos”.
No tengo máquina de pan. Siempre amaso a mano, me resulta mucho más agradable y relajante. Ésa es parte de la finalidad de estar en la cocina, relajarme. Además, tampoco me gusta demasiado el empleo de maquinaria. Aunque no tiene nada que ver, me hace pensar en esos preparados cuya única dificultad es mezclar en el orden indicado, sin creatividad. La ventaja de usar máquina es que casi siempre las cantidades de harina son las apropiadas, sin adicciones para que la masa no se pegue, consiguiendo masas más equilibradas.
Desconozco eso de “el Forum”, pero supongo que tampoco sería de mi agrado. No sé de qué se trata pero soy muy tímido e inseguro. Hago las cosas hacia adentro y no hacia afuera, no tengo esa necesidad de exponer nada. También soy autodidacta y prefiero serlo. Por eso dejé de competir (corriendo) hace años y nunca me he presentado a ningún concurso, del tipo que sea.
Tiran dos más bollos que dos carretas… ;-). He querido dar un toque “machista”, aunque ni lo sea ni lo comparta. Sólo provocar reacciones.
A mí me gustan las obligaciones, me dan un orden en la vida, pero no me gusta cuando ocupan todo el día o resultan excesivas. Todos necesitamos un momento de relajación, por pequeño que sea.
Besos.
Te dejo el enlace del Forum para que veas de qué va.
ResponderEliminarwww.forumgastronomic.com
Para los bloggers gastronómicos dan un pase de prensa gratuito para poder asistir a charlas y talleres( siempre que queden plazas)
Besos,
Berta
p.d: la trilogía, ¿podría transformarse en "quadrilogía" o "decelogía"?
Gracias, me llega en mal momento. Si fuese marzo...
ResponderEliminarYa he conseguido mi pase de prensa para poder deambular todo lo que quiera durante los 5 días.Je, je
ResponderEliminarTe toca exámenes?. a lo mejor puedes hacer alguna escapada a alguna charla.
Sería genial romper la magia del space.
Besos
Berta
Gracias por la receta. Me quedaron fantásticos.
ResponderEliminarAquí los puedes ver:
http://cafetito.mforos.com/228999/7222615-bollos-de-miel/
Que seas muy feliz!
Pepinho, he conocido tu blog por casualidad. Me ENCANTA. Volveré. Claro que volveré. Y haré los bollos (si soy capaz de calibrar las cantidades) Saludos.
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