Le llaman “el desaparecido”
Trilogía del chocolate, Parte III: los trocitos de chocolate
Podría pensarse que la trilogía del chocolate acabaría con otra tarta, un chocolate blanco (o con leche) u otro tipo de postre “puro chocolate” [Ojo: el uso del chocolate en la cocina salada ha dado lugar a platos increíbles, ya podré alguno]. He pensado que todos nos olvidamos del chocolate cuando tiene tanto o más peso que el resto de los ingredientes que componen el plato: los famosos trocitos.
Por el hecho de que vayan troceados no quiere decir que desmerezcan en sabor a los postres “todo chocolate”, muchas veces las cantidades incluso las superan y otras su intención es pasar desapercibido y realzar el resto del postre. Éste es el caso, la combinación de canela y chocolate es grandiosa. Sin resultar pesado y provocar incredulidad, he de decir que para mí este postre está entre mis 20 preferidos de los que he puesto en el blog. Ya sabéis que disfruto más de un bollo que de una tarta y, con ambos, más que de un plato salado.
El desaparecido
He batido el record (negativo) de tiempo sin publicar una receta, exceptuando las vacaciones fuera del hogar, por supuesto. Eso puede dar una medida del estado de estrés, trabajo o tensión que estoy llevando. Os puedo prometer, y prometo, que sólo he claudicado ante una actividad (aparentemente) ociosa: las dos horas de carrera. Ni el mero hecho de correr me está permitiendo relajarme un poco, lo estoy haciendo a costa de otros sacrificios como horas de sueño. Es mi vida, “born to run”. Por ejemplo, anteayer me acosté a las 3:30 de la madrugada y a las 7:10 ya estaba haciendo footing. El rendimiento y capacidad de concentración bajan tanto que me he pasado casi todo el día adormecido, los alumnos lo han padecido.
Los trabajos de última hora me han robado un tiempo que había pensado organizar para otras tareas como el estudio. Febrero, para los que estamos a ambos lados de la tarima (examinadores y examinados) puede resultar agotador, pero no ha sido eso; qué más quisiera que poder tener tiempo para estudiar algo. Siempre me pregunto lo mismo, ¿por qué me meto en estos berenjenales innecesarios y sin más fin que el conocimiento? Naturaleza viva y muerta.
Estoy muerto
Figuradamente hablando, claro.
Capacidad de asimilación. Es en el único punto en el que no deseo ser (ni soy) modesto, en la capacidad analítica y lógica. La (falsa) modestia es para aquellos que pueden permitirse el lujo de serlo (en todo), M me ha enseñado a valorarme algo (ella lo hace en exceso, a ella y a mí). Sin eso, yo sería escoria.
Cuando era pequeño estaba totalmente acomplejado (en todo), por lo que mis comentarios parecerían modestia y/o realidad. Desde hace unos diez años sigo siendo realista (lo intento) en casi todo lo que a mí hace referencia, lo que me lleva a la modestia, sólo he dejado de serlo en la capacidad intelectual. Es ahora, pasados unos años cuando he descubierto que detrás de ese misteriosa nebulosa de mucha gente que me rodeaba había muy poco, ni pensamiento ni opinión, sólo actos (¡que duro he sido!, necesitaba defenderme).
Durante toda mi vida (sobre todo en la infancia) me he agarrado a ello para poder sobrevivir en este mundo de apariencia y crueldad. Pensaba (y todavía lo hago) que hay tres formas básicas (hay más) de discriminación social: (1) La belleza. Todos aquellos que son guapos tienen mucho ganado para poder ser “considerados socialmente” (como ellos dicen) en este entorno superficial. Para los demás es otra guerra. (2) El dinero. No se mira con los mismos ojos a un pobre que a un rico, consciente o inconscientemente (Cfr.: éxito de programas de “famoseo”), además de la facilidad que tienen para acceder a ciertos recursos. (3) La cultura y el saber. A diferencia de los otros dos puntos, se trata también de un elemento de defensa ante la sociedad y la discriminación provocada por los dos primeros. Además de una necesidad inherente y un anhelo, se ha convertido en el mayor argumento de defensa para preservar mi identidad y no caer ante esos factores que quieren influirnos.
En el color púrpura se añadían nuevos argumentos discriminatorios. Recordemos una de las fases más crueles y realistas de la historia: “Mírate. Eres negra, eres pobre, eres fea, eres una mujer. Vamos, que no eres na”. Yo me quedaría con la respuesta: “Soy pobre, negra y puede que fea.... ¡pero, por Dios, aquí estoy! (I'm poor, black, I may even be ugly, but dear God, I'm here)”
Toda mi vida he tenido la sensación de ir (relativamente) “sobrado” en aspectos de estudio, que un fin de semana era suficiente para ponerme al día. Hasta ahora. Estoy cansado, sin ánimo, sin fuerzas y sin tiempo, “no soy na de na”. Desanimado y sin incentivos, los objetivos hacían que diese ese esfuerzo necesario que ahora no tengo.
Mirando hacia atrás descubro que es increíble la capacidad de sufrimiento del ser humano (no la mía). Eso nos distingue de otros animales, una capacidad de sufrimiento sicológica y física. Es lo que nos ha hecho sobrevivir a desgracias personales y colectivas, al dolor, a la soledad y a la compañía,… porque en el fondo casi todos desean seguir vivos. Es ese deseo el que nos mantiene con vida. Cuando no deseemos vivir con todas nuestras fuerzas habremos muerto, primero por dentro y después por fuera.
Deseo ser dueño de mi vida para poder desear vivir o morir. Decidir es lo que cuenta.
Perdón
He hecho una pausa antes de irme a cama. Haré lo que pueda durante las próximas dos semanas, después intentaré que “todo vuelva a ser como antes”. Perdón por no responder, ni el correo estoy leyendo. Gracias por perdonarme.
Atte. Pepinho, Harry Haller, Antoine Doinel, Wilma Deanie Loomis…
Ingredientes
Masa
Envolvemos en película de cocina y llevamos al frigorífico durante unas horas. Puede ser de un día para otro.
(2) Estiramos la masa sobre una superficie enharinada (yo prefiero hacerlo en dos tandas), formando una tira rectangular de un centímetro de grosor, más o menos. Mezclamos bien la canela con el azúcar. Derretimos la mantequilla del relleno, pintamos la superficie generosamente y espolvoreamos con la mezcla de azúcar. Sobrará.
Troceamos el chocolate (y las nueces) y esparcimos por toda la superficie. Cortamos las tiras y formamos cilindros, enrollando desde un borde. Ponemos en un molde, individual o grande, sin apretar demasiado unas con otras para que crezca con facilidad.
Dejamos en lugar templado y sin corriente hasta que doble su tamaño. Necesitaremos más de una hora en invierno y menos tiempo en verano.
(3) Precalentamos el horno a 200º C. Pintamos la superficie con huevo batido e introducimos en el horno precalentado hasta que empiece a tostarse, unos 15-20 minutos. Si se hacen grandes se bajará la temperatura y se dejará un poco más para que se hagan por dentro.
(4) Una vez hayan salido del horno pueden tomarse así o con una rica cobertura de queso y azúcar. La cobertura la prepararemos mientras horneamos los bollos. Batimos todo junto hasta formar una pasta cremosa y homogénea. Cubrimos cuando esté todavía caliente.
Riquísimos. Para mi gusto y el de M por lo menos.
Si me muero dejaré de escribir
Trilogía del chocolate, Parte III: los trocitos de chocolate
Podría pensarse que la trilogía del chocolate acabaría con otra tarta, un chocolate blanco (o con leche) u otro tipo de postre “puro chocolate” [Ojo: el uso del chocolate en la cocina salada ha dado lugar a platos increíbles, ya podré alguno]. He pensado que todos nos olvidamos del chocolate cuando tiene tanto o más peso que el resto de los ingredientes que componen el plato: los famosos trocitos.
Por el hecho de que vayan troceados no quiere decir que desmerezcan en sabor a los postres “todo chocolate”, muchas veces las cantidades incluso las superan y otras su intención es pasar desapercibido y realzar el resto del postre. Éste es el caso, la combinación de canela y chocolate es grandiosa. Sin resultar pesado y provocar incredulidad, he de decir que para mí este postre está entre mis 20 preferidos de los que he puesto en el blog. Ya sabéis que disfruto más de un bollo que de una tarta y, con ambos, más que de un plato salado.
El desaparecido
He batido el record (negativo) de tiempo sin publicar una receta, exceptuando las vacaciones fuera del hogar, por supuesto. Eso puede dar una medida del estado de estrés, trabajo o tensión que estoy llevando. Os puedo prometer, y prometo, que sólo he claudicado ante una actividad (aparentemente) ociosa: las dos horas de carrera. Ni el mero hecho de correr me está permitiendo relajarme un poco, lo estoy haciendo a costa de otros sacrificios como horas de sueño. Es mi vida, “born to run”. Por ejemplo, anteayer me acosté a las 3:30 de la madrugada y a las 7:10 ya estaba haciendo footing. El rendimiento y capacidad de concentración bajan tanto que me he pasado casi todo el día adormecido, los alumnos lo han padecido.
Los trabajos de última hora me han robado un tiempo que había pensado organizar para otras tareas como el estudio. Febrero, para los que estamos a ambos lados de la tarima (examinadores y examinados) puede resultar agotador, pero no ha sido eso; qué más quisiera que poder tener tiempo para estudiar algo. Siempre me pregunto lo mismo, ¿por qué me meto en estos berenjenales innecesarios y sin más fin que el conocimiento? Naturaleza viva y muerta.
Estoy muerto
Figuradamente hablando, claro.
Capacidad de asimilación. Es en el único punto en el que no deseo ser (ni soy) modesto, en la capacidad analítica y lógica. La (falsa) modestia es para aquellos que pueden permitirse el lujo de serlo (en todo), M me ha enseñado a valorarme algo (ella lo hace en exceso, a ella y a mí). Sin eso, yo sería escoria.
Cuando era pequeño estaba totalmente acomplejado (en todo), por lo que mis comentarios parecerían modestia y/o realidad. Desde hace unos diez años sigo siendo realista (lo intento) en casi todo lo que a mí hace referencia, lo que me lleva a la modestia, sólo he dejado de serlo en la capacidad intelectual. Es ahora, pasados unos años cuando he descubierto que detrás de ese misteriosa nebulosa de mucha gente que me rodeaba había muy poco, ni pensamiento ni opinión, sólo actos (¡que duro he sido!, necesitaba defenderme).
Durante toda mi vida (sobre todo en la infancia) me he agarrado a ello para poder sobrevivir en este mundo de apariencia y crueldad. Pensaba (y todavía lo hago) que hay tres formas básicas (hay más) de discriminación social: (1) La belleza. Todos aquellos que son guapos tienen mucho ganado para poder ser “considerados socialmente” (como ellos dicen) en este entorno superficial. Para los demás es otra guerra. (2) El dinero. No se mira con los mismos ojos a un pobre que a un rico, consciente o inconscientemente (Cfr.: éxito de programas de “famoseo”), además de la facilidad que tienen para acceder a ciertos recursos. (3) La cultura y el saber. A diferencia de los otros dos puntos, se trata también de un elemento de defensa ante la sociedad y la discriminación provocada por los dos primeros. Además de una necesidad inherente y un anhelo, se ha convertido en el mayor argumento de defensa para preservar mi identidad y no caer ante esos factores que quieren influirnos.
En el color púrpura se añadían nuevos argumentos discriminatorios. Recordemos una de las fases más crueles y realistas de la historia: “Mírate. Eres negra, eres pobre, eres fea, eres una mujer. Vamos, que no eres na”. Yo me quedaría con la respuesta: “Soy pobre, negra y puede que fea.... ¡pero, por Dios, aquí estoy! (I'm poor, black, I may even be ugly, but dear God, I'm here)”
Toda mi vida he tenido la sensación de ir (relativamente) “sobrado” en aspectos de estudio, que un fin de semana era suficiente para ponerme al día. Hasta ahora. Estoy cansado, sin ánimo, sin fuerzas y sin tiempo, “no soy na de na”. Desanimado y sin incentivos, los objetivos hacían que diese ese esfuerzo necesario que ahora no tengo.
Mirando hacia atrás descubro que es increíble la capacidad de sufrimiento del ser humano (no la mía). Eso nos distingue de otros animales, una capacidad de sufrimiento sicológica y física. Es lo que nos ha hecho sobrevivir a desgracias personales y colectivas, al dolor, a la soledad y a la compañía,… porque en el fondo casi todos desean seguir vivos. Es ese deseo el que nos mantiene con vida. Cuando no deseemos vivir con todas nuestras fuerzas habremos muerto, primero por dentro y después por fuera.
Deseo ser dueño de mi vida para poder desear vivir o morir. Decidir es lo que cuenta.
Perdón
He hecho una pausa antes de irme a cama. Haré lo que pueda durante las próximas dos semanas, después intentaré que “todo vuelva a ser como antes”. Perdón por no responder, ni el correo estoy leyendo. Gracias por perdonarme.
Atte. Pepinho, Harry Haller, Antoine Doinel, Wilma Deanie Loomis…
Ingredientes
Masa
- 115 ml. de leche templada (30º C)
- 1 huevo.
- 35-40 gr. de margarina
- 310 gr. de harina de fuerza (de panadería).
- ½ cucharilla de sal.
- 1 cucharilla de vainilla en polvo.
- 50 gr. de azúcar.
- 2 cucharillas de levadura seca de panadería (unos 10 gr.)
- 100 gr. de azúcar moreno.
- 1+ ½ cucharilla de canela en polvo ( o más)
- 35 gr. de mantequilla derretida.
- Chocolate troceado, unos 80 gr., a gusto.
- Nueces troceadas, 6-10 nueces (opcional). Los he hecho en dos tandas, en la primera le he echado, en la segunda no. Otras ideas: pasas, frutas confitadas,…
- 50 gr. de queso crema (estilo Philadelphia)
- 30 gr. de margarina en pomada.
- 95 gr. de azúcar glasé.
- ¼ de cucharilla de extracto de vainilla (líquido) o similar.
- Opcional: una pizca de sal.
Envolvemos en película de cocina y llevamos al frigorífico durante unas horas. Puede ser de un día para otro.
(2) Estiramos la masa sobre una superficie enharinada (yo prefiero hacerlo en dos tandas), formando una tira rectangular de un centímetro de grosor, más o menos. Mezclamos bien la canela con el azúcar. Derretimos la mantequilla del relleno, pintamos la superficie generosamente y espolvoreamos con la mezcla de azúcar. Sobrará.
Troceamos el chocolate (y las nueces) y esparcimos por toda la superficie. Cortamos las tiras y formamos cilindros, enrollando desde un borde. Ponemos en un molde, individual o grande, sin apretar demasiado unas con otras para que crezca con facilidad.
Dejamos en lugar templado y sin corriente hasta que doble su tamaño. Necesitaremos más de una hora en invierno y menos tiempo en verano.
(3) Precalentamos el horno a 200º C. Pintamos la superficie con huevo batido e introducimos en el horno precalentado hasta que empiece a tostarse, unos 15-20 minutos. Si se hacen grandes se bajará la temperatura y se dejará un poco más para que se hagan por dentro.
(4) Una vez hayan salido del horno pueden tomarse así o con una rica cobertura de queso y azúcar. La cobertura la prepararemos mientras horneamos los bollos. Batimos todo junto hasta formar una pasta cremosa y homogénea. Cubrimos cuando esté todavía caliente.
Riquísimos. Para mi gusto y el de M por lo menos.
Si me muero dejaré de escribir
No te morirás, Harry. Se te echa mucho de menos.
ResponderEliminarSaludos,
canela
www.canelaychocolate.blogspot.com
Ya andábamos preocupados. Me alegra que vuelvas aunque sea para terminar la trilogía.
ResponderEliminarProblemas...solucciones...el retorno
Besos
Berta
Ya se te echaba de menos....
ResponderEliminarEste es un mes terrible para los animos, unas fuerzas de empatia hacia alli.
Besos
Bego
HOLA HARRY!!!A MI TAMBIEN ME ENCANTAN LOS BOLLOS Y SI SON TUYOS MUCHO MAJOR,QUE TIENEN UNA PINTAN QUE PA QUE!!!!
ResponderEliminarPERO ME PREGUNTO..NO ES UN POCO ATAREADO???YO SOY ALUMNA ,POR LO TANTO ME ENCUNETRO ANTE LA TARIMA Y COMO IMAGINARAS ME TOCA ESTUDIAR AHORA..Y MUCHO, POR LO QUE NO CREO QUE TENGA TIEMPO DE CARACOLAS DE MOMENTO, PERO ES VERLAS Y SE ME HACE LA BOCA AGUA..CUANTAS SALEN MAS O MENOS???
TU SE TODO LO REALISTA O PESIMISTA(SEGUN LOS OJOS DEL QUE LO LEA) NOSOTROS SEGUIREMOS AQUI PARA ECORDARTE LO GRANDE QUE ERES. UN ABRAZO.
COMO HAS PODIDO VER ME HE PASADO CON LA VELOCIDAD ESCRIBIENDO Y PARECE QUE HE ESCRITO LAS PALABRAS CON LOS PIES...AL MENOS ESPERO QUE LO PUEDAS ENTENDER.
ResponderEliminarRESPECTO A LO DE RICOS, GUAPOS O LISTOS...SOLO TIENES QUE ENCENDER LA TELEVISION PARA VER EN LO QUE NOS HEMOS CONVERTIDO, UNA PANDA DE CHIMPANCES...VERGUENZA AJENA, ES UNA SUERTE SABER QUE EL MUNDO CUENTA CON ESAS PERSONAS ANÓNIMAS QUE TODAVIA DISTINGUEN LOS VERDADEROS VALORES DE LO QUE ESTE MUNDO CONSUMISTA, MEDIATICO, GLOBALIZADO Y SUPERFICIAL NOS QUIERE VENDER.ANIMO Y MIS RESPETOS PARA TODO AQUEL QUE PIENSE DISTINTO A MI.
Es cierto,es un mes terrible para los animos,como es eso de la muerte y toda esa historia?por favor,dejemos atras todo eso y conectemonos con lo mejor de cada uno de nosotros,podemos disfrutar de un buen libro?,de la buena musica?,aun quedan cosas que nos conmueven?podemos disfrutar de un buen chocolate o hacer el amor?entonces la muerte esta cada vez mas lejos...
ResponderEliminarQuerido Harry, la suerte que tienes es que aquí no hay que fichar. Lamento los animos pero enero está acabando, ya verás.
ResponderEliminarTambien tienes suerte en estar tras la tarima, los pobres alumnos sufren unas diarreas espantosas estos días, algo que sería incompatible con tu afición a la xocolata. Tu trabajo te permite ir al baño sin tener que dar explicaciones a tu superior? Apuntate otro tanto....
Esto es psicología activa. Comparemosnos con los que están peor y cambiemos nuestra visión.
Te diré que este finde me estrené con el tiramisú y aunque no fue con receta tuya, te doy las gracias porque tu eres el culpable de todo esto "El responsable de todo ésto";-)...arriba a la derecha.
Me ha encantado las cinco caracolas. Lindo a la vista, envidia del fundido en el paladar.
Me despido sólo con un apunte sobre la libertad de elección: libertat para elegir dentro de unos límites que sean factibles y creo, querido, que el morirte no está incluido.
Petonasos!!
Magníficos bollitos, ummm...La verdad que por un momento pensé que nos habías abandonado, pero me alegré al verte de nuevo.
ResponderEliminarTodos, en algún momento de nuestra vida, nos sentimos morir, por el estrés, por la tristeza, por vivir cosas que no nos agradan lo más mínimo, pero (como dice shinta) tenemos que mirar a nuestro alrededor y ver que seguro que somos más afortunados que otros en algunas cosas, simpre existe alguien que se encuentra peor que un@ mism@.También ocurre que a veces nos gustaría hacer mil cosas, de todo queremos participar, y además hacerlo bien, por supuesto; pero cuando uno se encuetra tan cansado, tal vez deba plantearse hasta dónde puede llegar,(ya sabes que los excesos nunca son buenos).
Con esto lo único que quiero conseguir es darte ánimos y sugerirte que seas un poco "egoista" contigo mismo y con tu salud.
Besos de otra que también se encuentra ante la tarima.
que blog mas delicioso!
ResponderEliminar-waffles addict-
Te mando un fortísimo abrazo virtual ( y virtuoso ;·)) para ayudarte a mandar a tomar viento a este momento angustioso ( 'de merda', vaya) por el que pasas. Y ya ves que no estás solo, y cómo se te añora cuando 'desapareces'; querrá decir que algo (o mucho) vales, no? Espera esos días mejores, vendrán, y que la ventura se enamore de ti...
ResponderEliminar... como yo lo he hecho de estas caracolas. He pegado la oreja a la pantalla y en vez de oír el mar me han dicho 'cómeme', así que, como no puedo hurtar las tuyas, las haré esta semana. Gracias, gracias y gracias.
Rosita.
Hi Harry, did you notice that Stressed is desserts spelled backwards…? ;-) Pues éso aunque no haya leido el libro de Brian Luke Seaward Ph.D, me gustan los juegos de palabras y creo q la frase venía “al pelo” para ilustrar tus comentarios de esta vez, así q dale la vuelta y sácale el lado positivo (y eso q yo tampoco atravieso una buena racha… pero bueno…) Y cómo pretendes que no perdonemos tu ausencia con las recetas tan ricas y los pensamientos que nos regalas?!! Seríamos unos desagradecidos! Aunque es cierto q se te echa de menos, como ha ratificado todo el mundo, tú “take it easy, ok man?” Las caracolas tienen una pinta estupenda…pero lo mío no son las masas… traté de hacer “scones” el sábado pero quedaron crudos…:-(
ResponderEliminarPor cierto, si te mueres avisa!, no vaya a ser q muramos nosotros esperándote…;-P Bss! N. La RepoRtera
Are you alive?
ResponderEliminarPerdón, perdón y perdón. Todo o nada.
Hasta pronto.
Besos a tod@s.
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ResponderEliminarUy este hombre nos quiere matar de un susto, porque de hambre no será.
Suerte, pero no arriesgues todo, todo.Deja un as en la recámara. No sabes lo bien que sienta en un momento de desesperación.
Besos. Seguimos esperando
Berta
LOS PUNTOS DE PEPIÑO:
ResponderEliminar1) La belleza: cuando era adolescente para mi era primordial la inteligencia y el dinero. Lo primero quizás porque era muy buena estudiante y lo segundo porque, desgraciadamente, me movía en un nivel infinitamente superior al mío. La belleza no me importaba mucho, seguramente porque no era fea.(2) El dinero: lo que he señalado en el punto 1: mis amigas y compañeras viajaban, tenían casas enormes, con gente de servicio y preciosamente decoradas, profesores particulares de idiomas y otras cosas, vestian muy bien (aunque esto no me importaba mucho, la verdad). Pero el ambiente, en una ciudad de provincias en los años 50, dominada por curas y militares era lo que pedía para ser alguien. (3) La cultura y el saber: quizás esto fue lo que me salvó, era mi arma, podía destacar en lo que quisiera y vive Dios que lo hice.
Luego tuve la suerte de salir tempranamente de aquella ciudad y poder desarrollarme de otra forma. No se lo que hubiera sido de mi allí.
Hoy estoy melancólica por "culpa" de estos razonamientos del Pepiño. La Una y yo llevamos una mala temporada a causa de un familiar muy cercano y muy enfermita, porque se trata de una niña de dos años y medio a la que queremos con locura. Saldrá de esto, estoy segura, pero se hace eterno.
Voy a hacer estas caracolillas, que me recuerdan mucho a mis brioches, aunque seguro que mucho más buenas, ya que espero visitas y quiero EPATAR, jejejej.
LA OTRA
www.sopasyletras.com
Asomo la cabeza por un momento para enviar muchos besos...
ResponderEliminar"Hasta el infinito y más allá..."
Hola "La Otra", se te echaba un montón de menos. Espero que todo salga bien
ResponderEliminarHola"anónim@": ya ves, esto es lo de internet, unas veces mucho, otras poco. Tengo una temporada de lectora compulsiva aunque ¡cuando no! y no me meto mucho por internet.
ResponderEliminarIsabel - La Otra
www.sopasyletros.com
Oh me encantan! intentaré hacerlos!
ResponderEliminarquizás te gusten los que hice un día y subí a mi blog, todo empezó porque los soñé, aún no se si existen (imagino que sí) pero así tiene más gracia!
saludos!
por cierto, la tarta de queso y chocolate está ahora mismo en el horno ;)
disculpa, esta es la entrada!
ResponderEliminarhttp://zorzas.blogspot.com/2011/03/buf.html