La vida es un milagro
Sandwich de clafoutis relleno de Nutella
Entre dos clafoutis una receta de Nutella. Para acabar con el clásico de cerezas (y sin chocolate). Esta vez sí le he puesto Amaretto, aunque tampoco le vendría mal un chorrito de ron o un coñac si no se tiene. Así acabo con la serie de postres rápidos para gente con poco tiempo y prisas, como yo durante estas semanas.
Casi estoy de vuelta, sólo me queda poner un examen, corregirlo y preparar unas prácticas para los alumnos. Pero eso ya es más relajado, por lo menos no tan estresante como estudiar a contrarreloj. Por el momento me conformo con la escapada del fin de semana a “A illa” y, si puedo, correr al sol mientras bordeo la costa. ¡Cuánto echo de menos el mar!
Ya nos vamos de fin de semana. ¡Hasta el lunes! (“si Dios quiere”, como diría mi madre). El lunes volveremos a encontrarnos y, por fin, a charlar un poquito de lo que os apetezca, mejor que no sean temas trascendentes o relevantes. Necesito evasión.
La luz de las estrellas (8 feb. 2008)
Ya empezaba a pensar que nunca llegaría este momento, pero nada, después del alivio inicial ya te planteas otros retos (mayores), se te llena la cabeza de problemas. Por el momento me conformo con dormir un poco y empezar de cero el lunes. Por aquí me veréis mucho más. Por fin.
1. Luz no deja ver
He ido a correr tarde, cuando he podido. Ya era de noche. Me escapé por los alrededores de Santiago, por donde ya no hay ni luz artificial. Ni luna. Mañana o pasado debe de ser Luna Nueva.
Es una experiencia llena de sensaciones (y trompicones). Se agradece que todavía haya vías sin iluminar que, además de ahorrar energía innecesaria, permiten ver las estrellas. Un cielo estrellado es todo un espectáculo, daba ganas de tumbarse en el campo y empezar a trazar figuras mentalmente, como aquellas que de pequeño todos hemos dibujado con las nubes o aquellos otros pasatiempos en los que trazábamos dibujos siguiendo una serie de puntos numerados. En el cielo no hay números y la imaginación puede trabajar sin restricciones.
2. El pitillo de después
Como supondréis, no fumo, ni nunca lo he hecho, ni en ceremonias especiales. Ni una calada. ¿Por qué voy a hacerle la mala gracia al cuerpo tomando algo que me desagrada? Cuando pregunto a la gente por qué ha empezado a fumar, casi todos me han dicho que el primer pitillo no les había gustado. Entonces, ¿por qué siguen? Misterios de la mente humana, que prefiere sufrir para socializarse (la bebida y la resaca), que se sacrifica para “parecer ser” como los demás…
Para mí no existe el pitillo de después. Por no fumar y porque después de una viene otra (no penséis mal), no puedo dejar de pensar y me resulta imposible estar quieto. Tampoco es que sea de los que se escapan de la cama, más bien de los que se quedan dormidos ;-) [..en menudo terreno me estoy metiendo…, paro y sigo por el otro camino]. La cabeza vuelve a estar llena de ideas y… nuevos problemas.
Ya me reclaman, hay que irse de fin de semana. Buen fin de semana a todos.
Besos, Pepinho.
Ingredientes
Molde de 21,5 cm. forrado en papel de hornear.
(2) Precalentamos el horno a unos 175-180º C. En un molde de unos 21 cm de diámetro disponemos las cerezas sin deshuesar de un modo más o menos uniforme y cubriendo la mayor parte de la superficie. Inciso: repito, a mí no me gusta encontrar los huesos de las cerezas, por lo que me “paso por la torera” las buenas maneras y recomendaciones y las deshueso. Algún día las haré en paralelo para ver la diferencia. Vertemos con cuidado la masa e introducimos en el horno precalentado hasta que esté hecho, entre 20-30 min. aprox. (no lo suelo medir). Estará cuando veamos que empiece a tostarse por la superficie.
Más fácil casi imposible…. Y si te gustas las cerezas, rico, rico. Este plato es de ese grupo de recetas tradicionales, sencillas y de sabores auténticos, en las que una buena materia prima da lugar a los mejores resultados.
Sandwich de clafoutis relleno de Nutella
Entre dos clafoutis una receta de Nutella. Para acabar con el clásico de cerezas (y sin chocolate). Esta vez sí le he puesto Amaretto, aunque tampoco le vendría mal un chorrito de ron o un coñac si no se tiene. Así acabo con la serie de postres rápidos para gente con poco tiempo y prisas, como yo durante estas semanas.
Casi estoy de vuelta, sólo me queda poner un examen, corregirlo y preparar unas prácticas para los alumnos. Pero eso ya es más relajado, por lo menos no tan estresante como estudiar a contrarreloj. Por el momento me conformo con la escapada del fin de semana a “A illa” y, si puedo, correr al sol mientras bordeo la costa. ¡Cuánto echo de menos el mar!
Ya nos vamos de fin de semana. ¡Hasta el lunes! (“si Dios quiere”, como diría mi madre). El lunes volveremos a encontrarnos y, por fin, a charlar un poquito de lo que os apetezca, mejor que no sean temas trascendentes o relevantes. Necesito evasión.
La luz de las estrellas (8 feb. 2008)
Ya empezaba a pensar que nunca llegaría este momento, pero nada, después del alivio inicial ya te planteas otros retos (mayores), se te llena la cabeza de problemas. Por el momento me conformo con dormir un poco y empezar de cero el lunes. Por aquí me veréis mucho más. Por fin.
1. Luz no deja ver
He ido a correr tarde, cuando he podido. Ya era de noche. Me escapé por los alrededores de Santiago, por donde ya no hay ni luz artificial. Ni luna. Mañana o pasado debe de ser Luna Nueva.
Es una experiencia llena de sensaciones (y trompicones). Se agradece que todavía haya vías sin iluminar que, además de ahorrar energía innecesaria, permiten ver las estrellas. Un cielo estrellado es todo un espectáculo, daba ganas de tumbarse en el campo y empezar a trazar figuras mentalmente, como aquellas que de pequeño todos hemos dibujado con las nubes o aquellos otros pasatiempos en los que trazábamos dibujos siguiendo una serie de puntos numerados. En el cielo no hay números y la imaginación puede trabajar sin restricciones.
2. El pitillo de después
Como supondréis, no fumo, ni nunca lo he hecho, ni en ceremonias especiales. Ni una calada. ¿Por qué voy a hacerle la mala gracia al cuerpo tomando algo que me desagrada? Cuando pregunto a la gente por qué ha empezado a fumar, casi todos me han dicho que el primer pitillo no les había gustado. Entonces, ¿por qué siguen? Misterios de la mente humana, que prefiere sufrir para socializarse (la bebida y la resaca), que se sacrifica para “parecer ser” como los demás…
Para mí no existe el pitillo de después. Por no fumar y porque después de una viene otra (no penséis mal), no puedo dejar de pensar y me resulta imposible estar quieto. Tampoco es que sea de los que se escapan de la cama, más bien de los que se quedan dormidos ;-) [..en menudo terreno me estoy metiendo…, paro y sigo por el otro camino]. La cabeza vuelve a estar llena de ideas y… nuevos problemas.
Ya me reclaman, hay que irse de fin de semana. Buen fin de semana a todos.
Besos, Pepinho.
Ingredientes
Molde de 21,5 cm. forrado en papel de hornear.
- 350-400 gr. de cerezas, aprox., más jugosas sin deshuesar. Sed generosos. Otras ideas: frambuesas, fresas,…
- 2 huevos enteros.
- 65 gr. de azúcar.
- 10 gr. de azúcar vainillado (puede ser extracto de vainilla o vainilla natural).
- 20 gr. de queso crema.
- 50 gr. de harina.
- 50 gr. de almendra molida.
- 200 ml. de nata (o leche entera).
- 20 gr. de mantequilla derretida (no caliente).
- 10 ml. de amaretto.
- Una pizca de sal.
(2) Precalentamos el horno a unos 175-180º C. En un molde de unos 21 cm de diámetro disponemos las cerezas sin deshuesar de un modo más o menos uniforme y cubriendo la mayor parte de la superficie. Inciso: repito, a mí no me gusta encontrar los huesos de las cerezas, por lo que me “paso por la torera” las buenas maneras y recomendaciones y las deshueso. Algún día las haré en paralelo para ver la diferencia. Vertemos con cuidado la masa e introducimos en el horno precalentado hasta que esté hecho, entre 20-30 min. aprox. (no lo suelo medir). Estará cuando veamos que empiece a tostarse por la superficie.
Más fácil casi imposible…. Y si te gustas las cerezas, rico, rico. Este plato es de ese grupo de recetas tradicionales, sencillas y de sabores auténticos, en las que una buena materia prima da lugar a los mejores resultados.
9 comentarios:
Esto tiene una pinta bueníiiiiiisima. Esta vez lo haré sin modificar nada (uffffffff). Me encantan los clafutis y me chiflan las cerezas, así que blanco y en botella.
Te veo un poco más optimista, así que me animo a escribir porque una persona muy pesimista (que no digo que tu lo seas) tira un poco pa'trás.
Hoy estoy llena de optimismo: he comprado dos camelias enooorrrrmes y el martes vienen a replantarmelas, y un laurel y dos quinquats para mis postres.
el día, en Madrid, es maravilloso: hace calorcito y el sol está radiante.
Me he comprado ropa de CK al 70% rebajado y una pieza de una vajilla inglesa que estoy haciendo la colección pero es tan cara carísima, que sólo compro un par de piezas al año (en rebajas de verano y en las de invierno). La marca es Pomona y la tienen en el CI. Ej'que sirve pa to: microondas, horno, lavaplatos.... y puede ir directamente a la mesa.
Mis hijos ya se las están "pidiendo" para la herencia...
Besitos
Isabel-La Otra
www.sopasyletras.com
Ayyyyyyyy si es que todo lo que posteas me gusta , asi que tengo un montón de recetas tuyas en pendientes para hacerlas proximamente .
Ah por cierto el otro dia tus gofres belgas, ummmmm....son exquisitas y también las alitas de pollo a la coca cola. Era una receta a la que me venía resistiendo hace tiempo porque no me seducía demasiado la idea de cocinar con la coca cola, pero he de reconocer que me ha sorprendido y me he puesto como el kiko mojando pan en la salsina que son mi perdición jejje......
Muchas gracias por todo y espero que el fin de semana te sirva para cargar pilas.
Saludos.
Bego (la cocina de samira)
Desde hace tiempo he mantenido presente esta receta para hacerla en mi cocina, pero no se si es por tiempo (no creo) o algo de miedo, que continúa pendiente... el caso es que además de ser nueva por aquí, también soy principiante en la cocina, y aunque he echo de todo un poco, las cosas nuevas siempre me causan algo de temor.
Visito mucho tu blog, y no solo por tus tentadoras recetas, también por su contenido, siempre es reconfortante ingresar y compartir con alguien que no conoces algo de su día a día.
Un abrazo
Carolina
Pues no se si me gusta más tus recetas o lo que cuentas al ponerlas,como siempre un placer leerte,y probar tus recetas!
besos!!
Hola, ya estoy por aquí.
Ayer estaba un poco más optimista, sí, hoy ya no. Realista. Pero si dos camelias (no se qué es un “quinquat”) te hace feliz eso se merece un poco de optimismo.
El sol ha sido maravilloso, “imprescindible”, decía un amigo: “hace un sol imprescindible”. Y qué razón tenía ;-). La herencia es la esperanza de los que no la tienen (esperanza). Desearía no poder disfrutarla nunca, implicaría que mis padres ya no estarían conmigo; pero no hay problema, mis padres son inmortales.
Estupendo lo de la Coca Cola, ¡si no es más que otra forma de (sencilla) de caramelizar un pollo! Yo, en mis ratos de apetencia “dulce”, que no son pocos, siempre echo mano de unos gofres o tortitas, o gofres cocinados como tortitas.
Gracias, Carolina. Ese nombre me trae unos confusos (y divertidos) recuerdos de instituto. A todos volvía locos (sus curvas) y aunque me uní al carro de los seguidores, mis verdaderas y sinceras pasiones iban por otro camino muy diferente…
¡Qué nombres tan hermosos! “luzmarina”,
Besos a tod@s y gracias por vuestros reconfortantes comentarios.
Gracias!!..un nombre que le gustaba a mi abuela y parte del mio!!
..hace mucho que te leo,y me encanta como escribes y tus recetas,aunque siempre te firmaba como chocolat!;-)
jajaja.... de solo imaginar aquellos recuerdos me causa gracia y alegría que de primera impresión ya cause conmoción =)...
Me alegra que de repente compartimos la misma pasión... por la cocina.
Un abrazo
Otro abrazo!
;-)
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