¿Me ha venido punto com?
Érase una vez un joven repostero de entre veinte y treinta años, unos veinticuatro años creo recordar. Apasionado del chocolate y de la Nutella© que su madre le daba de pequeño, porque fue pequeño. Con un descaro propio de la inocencia y aventura de un niño, pensó que sería una buena idea añadir Nutella a sus postres, que si era buena para una tostada o unas crêpes, qué mejor que incorporarla en un plato de alta repostería.
Ese joven repostero se llamaba, y se llama, Pierre Hermé, considerado más de una vez como uno de los “mejores reposteros del mundo”, por su innovación y su descaro (“Caballero de las Artes y las Letras”, “Pastelero del año”,..). Son distintivos suyos el uso de la Nutella, la flor de sal para realzar el sabor de los chocolates o su adoración por la avellana.
Éste es un postre ideado por él cuando tenía 24 años (a esa edad Alejandro Magno ya había conquistado parte del cercano oriente), un placer para los chocolateros. He hecho algún cambio que reajustaré cuando vuelva a hacer este postre. Por ponerle algún pero mencionaría dos pequeños matices: (1) tal vez tenga demasiadas capas de chocolate y ganache, que hacen delicado poder degustarlo de un bocado y dificultan el saborear la gloriosa capa de dacquoise con crujiente de praliné; (2) la crema chantilly al chocolate, hecha tal y como lo indica en la receta, tiene la textura relativamente densa (no sé si por el uso de chocolate negro) por lo que rebajaría la cantidad de chocolate. Por lo demás, sólo indicar que es mejor tomarla en esos momentos que tengáis ganas de disfrutar de los placeres de la vida, nunca después de una comida opípara y un par de tartas ;-)
El postre lo hice con nocturnidad y sin alevosía, concentrando todas las actividades en espacio de dos horas, no sería de extrañar que me hubiese confundido en la medición de la nata para el chantilly. El acabado estético adolece de esa premura del último momento, si se hace con más calma obtendremos un “placer” que también lo sería para la vista.
Ya por sí sola la base con el crujiente, sin las capas de chocolate, permite tomarse unas sabrosísimas barras de crujiente que por unos momentos nos haría disfrutar como Reyes (magos). Y por aportar más ideas, ¿por qué no las cubriríamos con una sencilla mousse?, por ejemplo. Si no tenéis tiempo y tenéis claras, os propondría que hicieseis las dacquoise con el praliné, sencillo dónde los haya. Si tenéis más tiempo ponedle una capa y si queréis más, dos. La vida es demasiado corta como para reprimirse.
La luna es precisa y tiene nombre de mujer.
Mi primer pinchazo, como tu primera colonia, ¿chispas? Un clavo se me clavó en el interior. Estada roto y era duro, me iba desinflando poco a poco. Un poco de aire y tomé fuerzas para todo el día. No sabía que había pinchado, sólo que el aire se me iba poco a poco. Mi sorpresa fue descubrir que ya no existe banda neumática, que todo el aire lo sostiene una capa de goma gruesa.
Soy un neumático pinchado, con un pequeño clavo me desinfla suavemente, sin percatarme. Tomo aire todas las mañanas y me acuesto sin él. El grueso caucho está desgastado con el uso, de tanto camino por tierra pedregosa.
Es tarde, casi las dos, M se levanta de cama, todavía sigo en pie. No duerme y lo mejor es buscar motivos reales, culparme por estar todavía a pie. Un orfidal. Ya duermes y yo sigo en pie, si me meto en cama no conciliaré el sueño y no podré soportar esa horrorosa sensación de estar sin hacer nada, sólo pensar.
Ya he descubierto las razones de tanta espera en visitar a tus padres. Celos y un poco de tardía rebeldía. Celos de la nieta/sobrina y la pérdida de atención hacia la hija. Cansada de ser la “niña buena” que dice a todo que sí, mientras nadie se mete en la vida de tu hermano. Dicen que es machismo, no lo creo. Si das la mano te cogen el brazo, si el brazo el cuerpo, si el cuerpo la vida. Lo peor es que se tome por costumbre y algunos se habitúen a ello, como algo natural, como quién se acostumbra a los maltratos. Basta ya. Ellos son machistas, ella más, piensan que ser mujer te da unas obligaciones que no tiene un hijo varón. Basta ya. Las obligaciones las da la vida, no el género.
Ahí no queda todo. Ese distanciamiento te ha alejado de ellos pero te ha acercado a mí, hablas más, no sé si mejor y, aunque sigas siendo el centro de tu universo, te has dado cuenta que hay más vidas a tú alrededor. Herodes debe morir. La intención no es lo único que cuenta, ya faltan menos puntos de la lista: acordarte de mí; ponerte en mi lugar mientras esperas la cena; ayudarme en esos momentos en los que estoy cansado y tú también; que por un día hagamos las cosas que a mí me apetezcan y, sobre todo, sin enfados; interesarte por mi trabajo como yo hago con el tuyo;…
Mi querido Gene Kelly, allá donde estés, permíteme hacer una versión de nuestra amada canción de George Gershwin, I Got Rhythm:
“…Et maintenant une chanson américaine. An American song.
Dit-moi: "iPhone"
-" iPhone"
Bon. "iPhone"
-"iPhone"
Tous ensemble.
-"iPhone"
Bon. Et toujours la même chose."iphone" – iPhone rhythm, iPhone music, iPhone my girl
Who could ask for anything more?...”
Hace unas semanas que ya tengo mi nuevo instrumento del pecado occidental, el monumento al consumismo y a la sociedad tecnificada. De lo que más aborrezco. Necesito mil años de perdón, he dicho que sí y ya está aquí. Lo mejor es que ha sido una de las mejores soluciones a los eternos compactos del coche.
Entro en casa con la última canción que ha sonado en mi mente: “You’re so vain”. ¡Has sido tan vanidoso!. La última canción siempre la llevas contigo hasta que vuelvas a salir del coche. Mañana será James Taylor, quizás.
You're so vain,
you probably think this recipe is about you…
You're so vain,
I bet you think this recipe is about you…
Don't you??, don't you
Ingredientes
Las cantidades indicadas son para 8-10 pastelitos de 4x10, sin embargo a mí me ha sobrado abundante chantilly. Pruébese con menor cantidad de “chantilly al chocolate” o reutilícese para otro postre o (incluso) unas trufas. Recomendaría preparar la dacquoise, el crujiente de praliné y la crema chantilly el día antes para poder acabarlo al día siguiente.
Dacquoise de avellanas (y frutos secos)
Para 10 pastelitos de 4x10 cm
(2) Levantamos las claras a punto de nieve con un batidor eléctrico, y, sin dejar de batir, vamos añadiendo el azúcar poco a poco. Batimos hasta que tenga suavidad y consistencia.
Añadimos (a) la mezcla de avellanas, poco a poco y de modo envolvente, sin que llegue a bajarse. Extendemos sobre una bandeja con papel para horno, formando un cuadrado de unos 21x21 cm (ó 22x22) y 1 ½ cm de alto, aproximadamente, y ayudándonos de una manga pastelera. Téngase en cuenta que hay que recortar el borde para que queden rectángulos perfectos, por eso no deben ser de 20x20 y sí algo más.
(3) Esparcimos las avellanas, los pistachos y las almendras troceadas por la superficie. Horneamos durante unos 25-30 min., hasta que haya adquirido cierto tono dorado. Retiramos del horno y dejamos enfriar totalmente antes de cubrir.
Crujiente de praliné (fácil)
(1) Troceamos el chocolate y lo derretimos al baño María o en el microondas. Yo he derretido la mantequilla con los trozos de chocolate en el microondas, así la mantequilla enfriará antes y el chocolate no llega a quemarse. Una vez se haya derretido la mantequilla removemos con una espátula hasta fundir la mezcla.
(2) En un cuenco mezclamos la Nutella con la mezcla de chocolate (no caliente) y los crujientes. Esparcimos de inmediato sobre la dacquoise e introducimos en el frigorífico hasta que se haya endurecido y pueda cortarse.
Chantilly de chocolate con leche
Con las cantidades indicadas me ha sobrado abundantemente, tal vez la mitad sea más que suficiente. Si se quiere suelta úsese menos chocolate.
(1) Trocead el chocolate. Calentad la nata con el azúcar a temperatura baja hasta disolver. Añadid el chocolate troceado y batid enérgicamente hasta que quede homogéneo. Cubrir con película de cocina y refrigerar toda la noche, por lo menos 6 horas.
Al día siguiente levantamos con un batidor hasta que quede suave. Lo ideal es levantar el chocolate en el momento de usar.
Al día siguiente…
Ganache de chocolate con leche
Hojas de chocolate atemperado
Necesitaremos unas hojas plásticas duras, como las de los separadores libretas de anillas ;-) También es importante tener un termómetro de cocina, si no se tiene hay que tener bastante mano.
Si baja la temperatura debemos calentarlo hasta la adquiera. Un truco para conocer la temperatura es poner un poco de chocolate bajo el labio inferior. Si lo notamos ligeramente templado (la temperatura corporal es de unos 27ºC) es que ha alcanzado la temperatura adecuada.
(2) Extendemos sobre las hojas plásticas hasta que quede una lámina fina. Si la temperatura es la adecuada se solidificará relativamente rápido. Dejamos enfriar, si queremos en el frigorífico. Para facilitar el corte le he pasado una cuchilla templada cuando se había solidificado fuera del frigo, como tenía poco tiempo lo he hecho a pulso ;-)
Cortamos en rectángulos de 10x4 cm2. Si lo hacemos con las mismas capas que P. Hermé necesitaremos 30 hojas. Yo usaría 20 para que quede más bajito.
Montaje final
Cortamos la dacquoise con el praliné en rectángulos de 10x4 (antes lo recortaremos en uno de 20x20, eliminando los bordes redondeados). Sobre ellas y con ayuda de una manga pastelera esparcimos un poco de ganache (si está muy duro lo trabajamos un poco antes), sobre ella ponemos una hoja de chocolate templado.
Añadimos una capa de ganache, sobre ella otra hoja de chocolate, una capa de chantilly recién montada y acabamos con otra hoja de chocolate.
Introducimos en el frigorífico hasta la hora de consumir, mejor a las 24 horas.
Un placer… dulce.
Érase una vez un joven repostero de entre veinte y treinta años, unos veinticuatro años creo recordar. Apasionado del chocolate y de la Nutella© que su madre le daba de pequeño, porque fue pequeño. Con un descaro propio de la inocencia y aventura de un niño, pensó que sería una buena idea añadir Nutella a sus postres, que si era buena para una tostada o unas crêpes, qué mejor que incorporarla en un plato de alta repostería.
Ese joven repostero se llamaba, y se llama, Pierre Hermé, considerado más de una vez como uno de los “mejores reposteros del mundo”, por su innovación y su descaro (“Caballero de las Artes y las Letras”, “Pastelero del año”,..). Son distintivos suyos el uso de la Nutella, la flor de sal para realzar el sabor de los chocolates o su adoración por la avellana.
Éste es un postre ideado por él cuando tenía 24 años (a esa edad Alejandro Magno ya había conquistado parte del cercano oriente), un placer para los chocolateros. He hecho algún cambio que reajustaré cuando vuelva a hacer este postre. Por ponerle algún pero mencionaría dos pequeños matices: (1) tal vez tenga demasiadas capas de chocolate y ganache, que hacen delicado poder degustarlo de un bocado y dificultan el saborear la gloriosa capa de dacquoise con crujiente de praliné; (2) la crema chantilly al chocolate, hecha tal y como lo indica en la receta, tiene la textura relativamente densa (no sé si por el uso de chocolate negro) por lo que rebajaría la cantidad de chocolate. Por lo demás, sólo indicar que es mejor tomarla en esos momentos que tengáis ganas de disfrutar de los placeres de la vida, nunca después de una comida opípara y un par de tartas ;-)
El postre lo hice con nocturnidad y sin alevosía, concentrando todas las actividades en espacio de dos horas, no sería de extrañar que me hubiese confundido en la medición de la nata para el chantilly. El acabado estético adolece de esa premura del último momento, si se hace con más calma obtendremos un “placer” que también lo sería para la vista.
Ya por sí sola la base con el crujiente, sin las capas de chocolate, permite tomarse unas sabrosísimas barras de crujiente que por unos momentos nos haría disfrutar como Reyes (magos). Y por aportar más ideas, ¿por qué no las cubriríamos con una sencilla mousse?, por ejemplo. Si no tenéis tiempo y tenéis claras, os propondría que hicieseis las dacquoise con el praliné, sencillo dónde los haya. Si tenéis más tiempo ponedle una capa y si queréis más, dos. La vida es demasiado corta como para reprimirse.
La luna es precisa y tiene nombre de mujer.
Mi primer pinchazo, como tu primera colonia, ¿chispas? Un clavo se me clavó en el interior. Estada roto y era duro, me iba desinflando poco a poco. Un poco de aire y tomé fuerzas para todo el día. No sabía que había pinchado, sólo que el aire se me iba poco a poco. Mi sorpresa fue descubrir que ya no existe banda neumática, que todo el aire lo sostiene una capa de goma gruesa.
Soy un neumático pinchado, con un pequeño clavo me desinfla suavemente, sin percatarme. Tomo aire todas las mañanas y me acuesto sin él. El grueso caucho está desgastado con el uso, de tanto camino por tierra pedregosa.
Es tarde, casi las dos, M se levanta de cama, todavía sigo en pie. No duerme y lo mejor es buscar motivos reales, culparme por estar todavía a pie. Un orfidal. Ya duermes y yo sigo en pie, si me meto en cama no conciliaré el sueño y no podré soportar esa horrorosa sensación de estar sin hacer nada, sólo pensar.
Ya he descubierto las razones de tanta espera en visitar a tus padres. Celos y un poco de tardía rebeldía. Celos de la nieta/sobrina y la pérdida de atención hacia la hija. Cansada de ser la “niña buena” que dice a todo que sí, mientras nadie se mete en la vida de tu hermano. Dicen que es machismo, no lo creo. Si das la mano te cogen el brazo, si el brazo el cuerpo, si el cuerpo la vida. Lo peor es que se tome por costumbre y algunos se habitúen a ello, como algo natural, como quién se acostumbra a los maltratos. Basta ya. Ellos son machistas, ella más, piensan que ser mujer te da unas obligaciones que no tiene un hijo varón. Basta ya. Las obligaciones las da la vida, no el género.
Ahí no queda todo. Ese distanciamiento te ha alejado de ellos pero te ha acercado a mí, hablas más, no sé si mejor y, aunque sigas siendo el centro de tu universo, te has dado cuenta que hay más vidas a tú alrededor. Herodes debe morir. La intención no es lo único que cuenta, ya faltan menos puntos de la lista: acordarte de mí; ponerte en mi lugar mientras esperas la cena; ayudarme en esos momentos en los que estoy cansado y tú también; que por un día hagamos las cosas que a mí me apetezcan y, sobre todo, sin enfados; interesarte por mi trabajo como yo hago con el tuyo;…
Mi querido Gene Kelly, allá donde estés, permíteme hacer una versión de nuestra amada canción de George Gershwin, I Got Rhythm:
“…Et maintenant une chanson américaine. An American song.
Dit-moi: "iPhone"
-" iPhone"
Bon. "iPhone"
-"iPhone"
Tous ensemble.
-"iPhone"
Bon. Et toujours la même chose."iphone" – iPhone rhythm, iPhone music, iPhone my girl
Who could ask for anything more?...”
Hace unas semanas que ya tengo mi nuevo instrumento del pecado occidental, el monumento al consumismo y a la sociedad tecnificada. De lo que más aborrezco. Necesito mil años de perdón, he dicho que sí y ya está aquí. Lo mejor es que ha sido una de las mejores soluciones a los eternos compactos del coche.
Entro en casa con la última canción que ha sonado en mi mente: “You’re so vain”. ¡Has sido tan vanidoso!. La última canción siempre la llevas contigo hasta que vuelvas a salir del coche. Mañana será James Taylor, quizás.
You're so vain,
you probably think this recipe is about you…
You're so vain,
I bet you think this recipe is about you…
Don't you??, don't you
Ingredientes
Las cantidades indicadas son para 8-10 pastelitos de 4x10, sin embargo a mí me ha sobrado abundante chantilly. Pruébese con menor cantidad de “chantilly al chocolate” o reutilícese para otro postre o (incluso) unas trufas. Recomendaría preparar la dacquoise, el crujiente de praliné y la crema chantilly el día antes para poder acabarlo al día siguiente.
Dacquoise de avellanas (y frutos secos)
Para 10 pastelitos de 4x10 cm
- 70 gr. de avellanas molidas.
- 100 gr. de azúcar polvo.
- 3 claras grandes (125 gr.)
- 30 gr. de azúcar.
- 140 gr. de avellanas tostadas y troceadas gruesas. He puesto unos 80 gr. de avellanas, un buen puñado de pistachos y unas almendras troceadas. Buena elección.
(2) Levantamos las claras a punto de nieve con un batidor eléctrico, y, sin dejar de batir, vamos añadiendo el azúcar poco a poco. Batimos hasta que tenga suavidad y consistencia.
Añadimos (a) la mezcla de avellanas, poco a poco y de modo envolvente, sin que llegue a bajarse. Extendemos sobre una bandeja con papel para horno, formando un cuadrado de unos 21x21 cm (ó 22x22) y 1 ½ cm de alto, aproximadamente, y ayudándonos de una manga pastelera. Téngase en cuenta que hay que recortar el borde para que queden rectángulos perfectos, por eso no deben ser de 20x20 y sí algo más.
(3) Esparcimos las avellanas, los pistachos y las almendras troceadas por la superficie. Horneamos durante unos 25-30 min., hasta que haya adquirido cierto tono dorado. Retiramos del horno y dejamos enfriar totalmente antes de cubrir.
Crujiente de praliné (fácil)
- 200 gr de Nutella©
- 50 gr. de chocolate con leche (he usado chocolate negro).
- 15 gr. de mantequilla.
- Unos 30 gr. de feuilletine o crêpe dentelle [*]
(1) Troceamos el chocolate y lo derretimos al baño María o en el microondas. Yo he derretido la mantequilla con los trozos de chocolate en el microondas, así la mantequilla enfriará antes y el chocolate no llega a quemarse. Una vez se haya derretido la mantequilla removemos con una espátula hasta fundir la mezcla.
(2) En un cuenco mezclamos la Nutella con la mezcla de chocolate (no caliente) y los crujientes. Esparcimos de inmediato sobre la dacquoise e introducimos en el frigorífico hasta que se haya endurecido y pueda cortarse.
Chantilly de chocolate con leche
Con las cantidades indicadas me ha sobrado abundantemente, tal vez la mitad sea más que suficiente. Si se quiere suelta úsese menos chocolate.
- 300 ml de nata para montar [200 ml]
- 210 gr. de chocolate con leche [140 gr]
- 50 gr. de azúcar [65 gr]
(1) Trocead el chocolate. Calentad la nata con el azúcar a temperatura baja hasta disolver. Añadid el chocolate troceado y batid enérgicamente hasta que quede homogéneo. Cubrir con película de cocina y refrigerar toda la noche, por lo menos 6 horas.
Al día siguiente levantamos con un batidor hasta que quede suave. Lo ideal es levantar el chocolate en el momento de usar.
Al día siguiente…
Ganache de chocolate con leche
- 210 gr. de chocolate con leche.
- 170 ml. de nata.
Hojas de chocolate atemperado
Necesitaremos unas hojas plásticas duras, como las de los separadores libretas de anillas ;-) También es importante tener un termómetro de cocina, si no se tiene hay que tener bastante mano.
- 260 gr. de chocolate con leche (he usado chocolate negro).
Si baja la temperatura debemos calentarlo hasta la adquiera. Un truco para conocer la temperatura es poner un poco de chocolate bajo el labio inferior. Si lo notamos ligeramente templado (la temperatura corporal es de unos 27ºC) es que ha alcanzado la temperatura adecuada.
(2) Extendemos sobre las hojas plásticas hasta que quede una lámina fina. Si la temperatura es la adecuada se solidificará relativamente rápido. Dejamos enfriar, si queremos en el frigorífico. Para facilitar el corte le he pasado una cuchilla templada cuando se había solidificado fuera del frigo, como tenía poco tiempo lo he hecho a pulso ;-)
Cortamos en rectángulos de 10x4 cm2. Si lo hacemos con las mismas capas que P. Hermé necesitaremos 30 hojas. Yo usaría 20 para que quede más bajito.
Montaje final
Cortamos la dacquoise con el praliné en rectángulos de 10x4 (antes lo recortaremos en uno de 20x20, eliminando los bordes redondeados). Sobre ellas y con ayuda de una manga pastelera esparcimos un poco de ganache (si está muy duro lo trabajamos un poco antes), sobre ella ponemos una hoja de chocolate templado.
Añadimos una capa de ganache, sobre ella otra hoja de chocolate, una capa de chantilly recién montada y acabamos con otra hoja de chocolate.
Introducimos en el frigorífico hasta la hora de consumir, mejor a las 24 horas.
Un placer… dulce.
Impresionante. No hay más palabras.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGUAUUUUUUUUUU QUE MARAVIIIIIIIIILAAAAAAAAAAA!!! :O
ResponderEliminarEse postre es una de tus mejores obras!!!,se ve delicioso!!!
Felicitaciones una vez más!!!
La nocturnidad suele ser la compañera que he tenido siempre, ahora ultimamente estoy tan cansada que incluso me duermo, pero anoche por ejemplo me entretuve un par de horas escuchando la musica del repiqueteo de la lluvia en el tejado, en otros momentos me habria dormido.Y pense en darle al ordenador como otros le dan a la ganache,..pero se quedo en eso, si hago ruido en la cocina se despierta el mundo y entonces mi cocina se me queda pequeña...y le eche un vistazo a lo echo a lo por hacer, a la vida, a tus danesas...y de repente me encuentro dos sorpresas, jueves y harry, chocolate y pierre herme....Vaya ..se me acumulan las vidas para hacer lo que tu haces, a tu manera, la mia no deja de ser un simple momento entre niño yniño, entre plato y plato...incluso salados, que me lance a la aventura....pero ponerme en bandeja un jueves unas hojas de chocolate, un crocante...estas comentiendo un pecado fijo...pero la vida es tan corta, y nosotros tan humanos, supongo que te dejo, incluso seré masoca, te pediria mas...de postre, los sentimientos ya salen solos, y por fin, un rato una hora aunque sea de madrugada ser el otro o ponerte en su piel...no es mucho, es un deseo tan dulce como tu receta
ResponderEliminarEstos son los que me hacen pecar a mí,sin duda imposible resistirse a caer en la tentación,así que caeré gustusamente.
ResponderEliminarCuando intentamos salvar algo es porque vemos que en la balanza hay más cosas buenas,de esa forma nos motiva creo a seguir,lo malo es cuando la balanza se inclina hacia el lado malo,mientras no sea así no hay motivos realmente de alarma ;-).
Supongo que me he vuelto quisquillosa con los años,antes no me importaba ser detallista y lo hacia sin mas y ahora me duele cuando solo te devuelven indiferencia,en fin serán los años..o en mi caso puede que la manía egoista supongo de querer ser especial para alguien.
Bueno lo dicho gracias,un placer tu postre como tus letras,que tengas bello día.
Un beso!
sd
ResponderEliminarSe me han ido los dedos en el comentario de antes :)
ResponderEliminarUfffffff menuda pinta tiene...y ahora que se acerca la hora del almuerzo, después de ver esas fotos, tengo unas ansias tremendas de chocolate mmmm mmmm pero me tendré que conformar con la fruta que me he traido :( y esperar a llegar a casa para saciar ese ansia dulce...
Gracias una vez más por compartir tus recetas ;)
la receta no era dificil para impresionar...pero la "maña" que tienes para interpretar unas cantidades y que salga algo asi (por que a pierre se le puede exigir eso) y sacarnos esas foticos...
ResponderEliminar...eso no tiene precio...
...
...por cierto yo tambien quiero pecar...con tu postre...y con tu nuevo aparato...
...
...entiendo los celos de M...
Es evidente que yo no soy capaz de hacer un postre asi ni en sueños. Son obras de arte que se quedan para los que tienen dones como tu. Visito a menudo tu blog porque es muy interesante. Pero desde el punto de vista culinario, suelo visitar otros en los que las recetas son más "para gente de a pie", tus recetas son únicas pero para mí, inalcanzables. Te admiro por ello.
ResponderEliminar¿De qué siente celos "M", de que le presten sus padres más atención a su hermano por tener ya descendencia o siente celos por no ser ella y si su cuñada, la que es madre?
Un buen amigo mio, al que no le gustan los niños (o más exactamente no quiere cargar con la responsabilidad de tenerlos)hizo hace poco un comentario que se me quedó grabado. Una compañera de trabajo había tenido un crio. La mujer de mi amigo, siempre había compartido con él la idea de no tener hijos (pero ella no habló de no tenerlos jamás, le gustaba pensar que esa puerta estaba abierta). Así que cuando fue a visitar a la compañera de trabajo (recién estrenada mamá) algo en ella despertó (como un pequeño monstruo interior incapaz de controlar). Y mi amigo nos dijo "A todas, tarde o temprano, les juega la mala pasada el jodido (con perdón) reloj biológico". Sonries porque en parte puede que lleve razón. En parte, comprendes a esa mujer por querer ser madre. ¿Quién es el egoista, él por no querer renunciar a su síndrome de Peter Pan o ella por no acallar sus necesidades biológicas? Es realmente complicado.
Cuidado con esos acercamientos repentinos por sentirse ahora rechazada por sus padres. Son reales pero no duraderos. Porque en ese tipo de relación (me refiero a la que tiene con su familia) después de periódos de crisis, se producen "reconquistas" y ella, caerá. Entonces tu volverás a sentir que parte de ella se aleja y eso duele. Pero es genial que dos personas que se quieren intente superar los obstáculos del camino que se recorre a diario.
Bien por el cocinero prodigio y bien por ti por ser capaz de hacer un postre así ¡que genialidad!
Un saludo
Hola pepinho!
ResponderEliminarA veces me pregunto si "M", como tu dices, sabe todo esto que nos cuentas, lo que te preocupa, lo que quieres, lo que te hace feliz, lo que no... Para mi la base de toda relación es el diálogo. Si una persona no sabe que es lo que te sienta mal o lo que en realidad quieres, dificilmente podrá ponerle remedio... Y así uno va guardandose las cosas hasta que con el tiempo se estalla y se saca todo de repente cuando ya no hay posibilidad de marcha atras... No se si me explico, con mi anterior pareja había muchas cosas que no me gustaban, pero no decía nada, no se si por miedo a perderle, la custión es que las cosas se fueron acumulando, yo no era feliz, y cuando lo dejamos no sabía darle un motivo, porque había tantos...
Com mi pareja de ahora, intento hablar más, y eso que me custa, porque estaba acostumbrada a lo contrario, pero él también me cuenta sus cosas, y me gusta oirle... No quiero enrrollarme más, porque no soy quien para decirte nada, sólo te lo comento..
Un besito muy fuerte,
Laura
Esthacero no es un postre...es una obra de arte, y encima de chocolate que es mi pasión!!!(y mi perdición)
ResponderEliminarSi algún dia, tuviera las agallas suficientes para enfrentarme a hacer esto, sería un dia grande, muyyy grande(si saliera bien,claro)
No sé ni qué decir....simplemente maravilloso!!
Os invito a visitar mi blog, algo más modesto después de ver esta genialidad.
Se me han colao los dedos y en mi anterior comentario la primera palabra sólo quería poner:esto no es un postre.
ResponderEliminarPerdónnnnn
Ya me has alegrado el día. En las fotos el choco parece bastante negro. Leo, o eso creo que has utilizado con leche, menos en uno, no?.
ResponderEliminaral enfríar en nevera ¿ha sudado el choco?. Ariel Mendizabal me dijo una vez que nunca metiera el choco en la nevera, ni temperándolo bien. No sé. Yo siempre el de comer lo tengo frío, frío.
Si llevas rueda de repuesto, no pasa nada. La cambias y malo será que vuelvas a pinchar o que te claven un clavo.....
Hoy llueve y mucho. Anoche cogí mojadura después de pandereta y hoy toca traumatólogo con el churumbel, me mojaré, pero me encanta...aunque aquí en casa,escribiendo con la ventana al lado me siento feliz viendo llover.
Debajo de casa tengo un taller, por si se te vuelve a desinflar.
Berta
Yastoyaquí,
ResponderEliminarTanta generosidad me abruma (suena a chiste pero es cierto). La base del postre ha sido mi verdadera perdición, el chocolate la muerte asegurada.
Seré malo por un momento, maldad buena. Me gustaban aquellas tarde-noches de los viernes en los que M se iba a casa de sus padres con alguna excusa (siempre las hay) yo me quedaba e iba al cine. De vuelta, ya tarde, empezaba hacer un postre, normalmente de chocolate, con toda la tranquilidad del mundo. Podía acostarme a las 3 de la madrugada sin problemas, con toda la tranquilidad… No era la ausencia lo que me hacía disfrutar, era la tranquilidad de la soledad.
Esta vez M estaba a la permanente expectativa, recriminándome por hacer postres “a esas horas” y haciéndome sentir culpable y tenso…
Gracias.
Un beso y bella vida.
asdf “espacio”, a mí también se me han escapado las teclas. ,-)
La fruta es lo mejor que hay para prepararse para un buen postre. Primero fruta, después postre (me salto lo del medio).
¡Los celos!, los celos son un error (a mi parecer). Son fruto de la desconfianza, en uno mismo y en el prójimo, y un desconocimiento del amor. El corazón, metafóricamente hablando, es muy grande y tiene cabida para todos, es imposible llenarlo. Se puede amar a mucha gente “… y no estar loco…”. Cuando sufrimos una pérdida se crea un hueco que nadie podrá llenar, porque no hay agujeros que se tapen y sí espacios que llenar…
Este postre no sólo es alcanzable, ¡es fácil! Todo es posible, incluso aunque no lo parezca, hay que aventurarse, arriesgarse, equivocarse muchas veces hasta acertar,… en la repostería sueño con hacer cosas más difíciles, seguro que me equivocaré muchas veces, pero lo intentaré, dos, tres, cuatro, hasta que salga. Cuando hice por primera vez el hojaldre ni me lo creía. Siempre hay una primera vez.
M siente celos de eso, de la hija de su hermano, del amor de mi familia, de no ser (de momento) madre, … Si se actúa por celos o anhelos ajenos el error está garantizado. Tu amigo también ha cargado con la “responsabilidad de no tenerlos”, llegará un momento en que no pueda y sabe que ese día, tal vez, se arrepienta de ello (o no).
¿Necesidades biológicas? Yo no entiendo a la Naturaleza. ¿Síndrome de Peter Pan? Si eso es padecerlo, yo soy Peter Pan. ¿Por qué se tienen hijos? ¿Por necesidad?, ¿por convicción?, ¿por instinto?, ¿por dejarte llevar? Parafraseando a Groucho: “O estoy muerto o mi reloj (biológico) está parado”. ¡Qué es más egoísta tenerlo o no tenerlo! (pensaré sobre ello) Si se tiene es porque se quiere y desea, eso nunca será altruista (contrario de egoísta). NO PUEDE CONSIDERARSE ALTRUISTA HACER LO QUE SE DESEA, en tal caso será egoísta, porque haces lo que deseas sin pensar en el “futuro hijo”. Generosidad será tener un hijo sin desearlo, sólo para complacer a la pareja ¿Desistiría ella de tenerlo por complacerme? Lo dudo (por experiencia).
Los extremos se tocan, del egoísmo al altruismo hay medio centímetro.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices sobre los acercamientos. Conociéndolos, hasta más de una vez he pensado que se trataba de una estrategia para mi concesión (y cesión) definitiva (y en el fondo sé que lo es, voluntaria o involuntariamente). Para mí nunca hay nada definitivo.
Besos.
A mí no me molesta nada de lo que hace, soy tolerante al máximo. Sólo me molesta su intolerancia hacia mí, cuando me dice cómo hacer las cosas o dónde hacerlas, cuando estoy a la defensiva para hacerlas como a ella le gustan… Ése es el problema. Hay muy pocas cosas que me molesten, sólo la intolerancia…
He visto tu blog, te he incluido entre los enlaces, estupendo. Gracias por compartir y estar ahí.
ñlkj “espacio”. A mí siguen colándoseme los dedos… ;-)
Creo que ese ha sido un poco “el problema”, he usado sólo chocolate negro, que es el que me gusta. Con leche, quizás, quedaría más suelto. Las placas siempre las haría con chocolate negro… sin dudarlo.
Yo tampoco pongo el chocolate en la nevera, coge humedad y se pone pálido. Sólo que esta vez, por el hecho de llevar una base que gana fría, lo he puesto en la nevera (después de endurecerse fuera) para afianzar los sabores y conservar el postre… tal vez mejor fuera, no lo sé.
¡No sé cambiar una rueda!, por suerte el clavo permanecía ahí y evitó que se escapase demasiado aire… hasta llegar al concesionario (Mazda) y al taller (polígono del Tambre).
Abrazo-besos
Yo tampoco aguanto la intolerancia..y tambien aguanté demasiada indeferencia e intolerancia,en fin imagino que adaptarnos siempre es díficil y que para que funcione..el secreto jejej está en los ingredientes de una relación..sin buenos ingredientes ni el mejor cociner@..;-)
ResponderEliminargracias a tí,un beso
No tengo palabras para definir tu trabajo. Todo lo que pueda decir es poco, pero esto es de quedarse con la boca abierta. Ni Pierre lo podría hacer mejor.
ResponderEliminarMil gracias por tu blog, es un constante aprendizaje culinario el que nos das, pero el que más, a mi modo de ver, es el tuyo como persona.
Gracias, Harry, por esos homenajes visuales que nos das, pero confiesa ¿tú has sido alumno aventajado de Hermé, verdad? ;)) Un beso.
ResponderEliminarcanela
Por fin es viernes!!!
ResponderEliminarEso significa que por un par de días no tendré que levantarme a las 6 de la mañana y dispondré todo el tiempo del mundo para aventurarme con esta última tentación tuya :-)
El tema de los hijos es algo complicado, yo de momento no me veo como madre, por muchas razones pero es verdad, que hay momentos (por ejemplo cuando mi sobrinito se queda dormido en mis brazos mientras le susurro una canción, o me lleva de la mano a algún sitio para jugar...) en los que por un instante te lo planteas. Lo que nunca haría sería tenerlos porque a otros les hiciera ilusión (que mira que hay gente que insiste e insiste "¿y tú para cuando?" a lo que yo casi siempre respondo "no tengo prisa" por no decir alguna otra cosa que pudiera sentar mal...), igual que no me casé con R aunque supuso un disgusto para nuestros respectivos padres, nos fuimos a vivir juntos y parece que por fín lo han aceptado, aunque a veces en las bodas familiares sale alguna vez el tema...en fín, la vida es como es ;-)
Buen fin de semana!!
Un beso y un abrazo.
En estos días, el hecho de tener hijos es, se mire por donde se mire y se excuse como se excuse, un acto de egoismo puro y duro. Pero ser egoista no es ser malo, así a priori.
ResponderEliminarUno de los problemas reside en que estamos implicando en ese egoismo a otra PERSONA que no se puede defender ni ha pedido venir a este mundo.
Y otro (problema) es que casi nunca se trata a los hijos como debiera, pasada la "ilusión" de tener un bebé en casa. Los padres/madres somos seres humanos y por tanto (bastante) imperfectos. Las dosis de generosidad, humildad y sentido común que se necesitan, de forma duradera, para formar a una persona son tan altas como inalcanzables.
Si leeis sobre el tema o consultáis a algún especialista os dira lo ya sabido: los padres/madres son una de las mayores fuente de traumas personales unos y otras iremos solucionando, o no, conforme crecemos.
Esto no será cierto al 100x1000, ¿pero en el 90x100?.
Lo de los hijos es algo peliagudo. Yo nunca he tenido vocación de ser madre. Bueno, eso no es del todo cierto, he actuado y actúo como madre con mucha gente pero es algo circunstancial. Nunca he querido tener mis propios hijos (concebirlos, gestarlos, alumbrarlos, criarlos...) No sé si es algo egoísta o no, es simplemente algo que "no me nace" y eso que ver un bebé y ponérseme una carta de tonta que no puedo con ella es todo uno... me puedo pasar las horas muertas viéndolos dormir.
ResponderEliminarPor otra parte conozco más de una mujer que sí que tiene esa pulsión por ser madre. De algún modo puedo enterderlo, estamos biológicamente preparadas para ello. Y también conozco a algún hombre que se muere por ser padre. Tal vez esto sea como las vocaciones, o tienes vocación de padre o no la tienes. Yo, definitivamente, no la tengo.
Alguna vez me he planteado que, en caso de ser madre, lo sería por complacer a mi pareja si se empeñara mucho en ser padre, pero no sé hasta qué punto sería buena idea. En mi caso no es sólo "falta de vocación" sino también que me veo "falta de preparación". Si apenas soy capaz de cuidar de mí misma ¿cómo voy a cuidar de un ser indefenso que necesita toda tu atención, todo tu cariño, todo tu amor y todos tus cuidados? No me veo. Y mira que a mis padres les encantaría ser abuelos, pero sería muy poco ético por mi parte traer a un ser vivo indefenso a este mundo sólo por complacerlos. No, creo que hay que estar muy convencido de que quieres ser padre para liarte la manta a la cabeza y serlo.
Lo de los celos... Por lo que me toca supongo que es consecuencia de una falta de seguridad en nosotros mismos. Cuando reprochamos a alguien que haga algo suele significar que nos da rabia no sentirnos suficientemente libres o valientes para hacerlo nosotros mismos y nos duele tanto que no queremos verlo en los demás. Eso y el miedo a perder lo que tenemos nos hace comportarnos a veces de maneras bastante desagradables.
Y aquí estoy yo, ejerciendo de pseudopsicóloga otra vez sin tener npi... Es un vicio como otro cualquiera.
Hola Harry! Te he dejado un comentario en el apartado del arroz con conejo... si me pudieras contestar la pregunta... :p
ResponderEliminarMuchas gracias!
Victoria.
No me canso de mirar tu receta... ahora vulevo a ver detenidadamente tu explicación, cuando pueda cerrrar la boca, porque así es como me he quedado: con la boca abierta de admiración
ResponderEliminarBesos. Ana
Acabo de llegar de un largo fin de semana. El domingo ha sido reparador y con ganas de trabajar. Ahora, sólo agradeceros los inmerecidos comentarios (¡qué horror, suena a falsa modestia!)…
ResponderEliminarOtra vez estoy en acuerdo contigo, la otra, me sorprende que podamos coincidir en más temas de los que me imaginaba.
No sé si es “vocación de madre” la expresión correcta, diría “educación” de madre….
Besos y a deshacer las bolsas,
Buena semana a tod@s!
Para mí consultar tu blog se ha convertido en una rutina verdaderamente placentera y acudo a la cita cada semana...sí, estoy enganchada , es por ello que quiero hacerte un regalo, se trata de una canción muy especial,tanto que Ayleen Wournos pidió escucharla por última vez antes de ser vílmente ejecutada por inyección letal( víctima de los hombres hasta su mismísima muerte),se titula "Carnival Lyrics" de Natalie Merchant y si eres como creo no te dejará indiferente. A propósito del Tigretón, cuando era pequeña mi madre me llevaba con ella "al Simago" que era lo más en supermercados por aquel entonces y cuando llegábamos al final de la cola para pagar allí estaban esperándome los tigretones, las panteras rosas...y demás familia. Yo simpre me decantaba por el Tigretón, lo mordía y mientras masticaba lentamente el primer bocado estudiaba cuidadosamente su interior tricolor. Para mí el tigretón es como aquella famosa magdalena... la mano férrea de mi madre siempre estaba ahí cuando la necesitaba y siempre recuerdo ese instante cuando veo un tigretón
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