El gusto de la memoria
Esta trenza me recuerda a aquellas que regalaban los padrinos en Pascua cuando era pequeño. Conmigo poco tiempo lo hicieron, pero gracias a mis hermanos he podido degustar de aquellas “roscas” durante años.
Se hacía, y se siguen haciendo, de forma toroidal y con una apariencia similar a la de un Roscón de Reyes. A las que como ésta tienen forma longitudinal les llamábamos “periquitos”, como a los seguidores del R.C. Español. En mi zona la tradición dice que los padrinos deben regalársela a sus ahijados el domingo de Pascua, casi siempre acompañada de algún dinero o regalo. Por otros lugares de Galicia a partir de cierta edad la tradición se invierte y son los ahijados quienes devuelven el regalo sus padrinos. Es ahora, ya de mayor, cuando empiezan consolidarse nuevas costumbres como los huevos de Pascua u otras tradiciones menos arraigadas provenientes de otros lugares.
He comprado levadura como para montar una panadería durante una semana y, día a día, aprovecho cualquier instante para amasar un poco. Anteayer le tocó el turno a esta rica trenza. Las frutas confitadas se las he añadido antes de la primera fermentación. Otra opción que facilita ese trabajo es hacerlo antes de la segunda fermentación, justo cuando se preparan las tiras para formar la trenza; así las frutas y almendras quedarán en el interior y la superficie más lisa.
No tenía demasiado tiempo y la he dejado fermentar menos de lo debido, aún así me ha sabido a gloria. Ha durado una noche y una mañana.
Soy como el perro de Pavlov, el simple hecho de rememorar aquellos sabores animan a mis glándulas salivares a tomarse un baño. Las roscas que tomábamos de pequeños son un pequeño ejemplo. Ésa sólo es la punta de un iceberg de sabores que no volveré a degustar, por desgracia.
Estaba la margarina Natacha, con su tono pálido y sabor exquisito; las Panteras Rosas, que todavía venden sin parecerse en nada a aquellos rellenos de fresa; los Tigretón; la Mirinda, que hemos vuelto a probar en… Moscú; el sabor a jarabe de los zumos en polvo Tang, que todavía comercializan; los verdaderos Palotes, gruesos y tan blanditos que se pegaban a los dientes; las gaseosas La Pitusa, Feijoo y Viturro (de Boiro), de casco retornable y más dulces que un terrón de azúcar; los helados Avidesa de hielo con dos sabores, mi preferido el de fresa por dentro, también estaban los de dos palitos; la bolsa de patatas Risi; la cerveza Águila en botella de litro y con gaseosa (¿nitrona?); los Bucaneros; el verdadero sabor a yogurt Danone, porque los de ahora ni se parecen, y los nuevos Petit Suisse no conservan ese sabor a queso de antaño.
Leyendo he descubierto la gran diferencia que existe entre las margarinas. M compra Holland que, curiosamente, es la que más materia grasa contiene (80%), otras pueden rondar entre 40-60% de MG. Los sabores también son muy distintos, más o menos rancias, color y consistencia,… En las comparativas Natacha es de las que mejor sale en relación calidad-precio, 55% materia grasa, y de las más sanas junto con Flora y Holland. Me pregunto dónde puede comprarse porque aquí es imposible. ¡Añoro a Natacha!
Parece que ha pasado una eternidad desde las lluvias del pasado lunes. El sol ha llegado, y con él el buen ánimo parece que vuelve a asomar la cabeza de vez en cuando. Unas palabras agradables de algún/alguna compañer@ de trabajo, una gracia, una imagen hermosa, una buena frase, una sonrisa, una prado verde… Sigo cansado, no duermo y eso se nota, algún enfado que otro pero nada fuera de lo común.
El sol anima a correr, y más ayer que M tenía comida “comercial” de empresa. Ya se sabe, con “buenos” clientes. Gracias a ello me he permitido el lujo de correr sin prisas, no despacio, sin la ansiedad de tener que llegar para hacer la comida antes de que entrase M por la puerta. Definitivamente no he podido darme mi paseo deseado, ni ir al cine. Las películas que hay en cartelera no me atraen lo más mínimo. Espero a los estrenos de hoy, quizás haya una buena sorpresa. Mientras los cines Compostela sigan “cerrados por reformas” y sin reformas, dudo que pueda producirse tal sorpresa entre la marabunta comercial.
Le he preguntado qué planes tenía, en el fondo se hace lo que a ella le apetece. Había pensado que querría ir a A Illa a disfrutar del buen tiempo pero me ha sorprendido (por el momento) con su intención de quedarnos en Santiago. Alguna idea tendrá en mente: quedar con algún amigo/amiga, ir de compras…, todo me hace sospechar un poco. Ya veremos, por el momento me conformo con un poco de buen tiempo y unos minutos de deporte.
Por si no nos leemos, ¡buen fin de semana!
Definitivamente he vuelto, son cerca de las doce y ha habido de todo. Sus momentos de comprar sin comprar, la compra de supermercado para el fin de semana y mis dos horas de felicidad. Han sido felices, una segregación de endorfinas con la ayuda del sol y el deporte. He empezado por acercarme a Romero Donallo, tomando dirección CI y carretera de Ourense. Me he quitado la camiseta, ya de tiras, para sentir los rayos de sol contra la piel y he seguido durante unos cuantos quilómetros hasta desviarme y tomar dirección Sergurde. Después de tanta carretera (me encanta el calor del asfalto) he dado unas vueltas por la zona y he vuelto por el camino de Santiago, apareciendo al lado de la hermosa colegiata del Sar, de paredes inclinadas por los efectos del terremoto de Lisboa. Unas vueltas más hasta completar las dos horas y volver a casa para preparar la comida y un postre. Ese, por ahora, es mi principal y casi único memento de felicidad…
Ingredientes
Glaseado
(2) Amasamos ligeramente y añadimos la margarina. Seguimos amasando y mezclando con la cuchara de palo hasta que la masa no se adhiera a las paredes del cuenco. No debe tenerse prisa, llegará el momento en que la masa no se adhiera, si no llega ese momento puede añadirse algo más de harina. Es bueno no añadir harina de más, si fuese necesario lo haremos en el momento del segundo amasado, esparciendo harina en la superficie de trabajo para formar la trenza.
Aquí tenemos dos opciones: (a) extender la masa sobre la superficie enharinada y añadir las frutas confitadas y la almendra [solución que he tomado en este caso] (b) hacerlo en el momento de formar las tiras, facilitando la fermentación y el trabajo de la masa.
Formamos una bola y la ponemos en un cuenco grande con un poco de aceite, grasa o harina para que no se pegue. Dejamos fermentar en lugar seco y sin corrientes, el horno por ejemplo, hasta que haya doblado su volumen. Si tenemos un horno de precisión podemos facilitar la fermentación introduciéndola a unos 25-30º C.
(3) (Formación de la trenza). Pasado el tiempo aplastamos la masa y, con ayuda de una báscula, la dividimos en 3 partes iguales, unos 125-130 gr. cada una. Formamos bolas con cada porción y, tomando una a una, formamos las tiras.
Para formar las tiras debemos aplastar cada porción de masa con la palma de la mano. Si antes no hemos añadido las frutas y almendras debemos dividirla en tres partes y repartirlas por la masa aplastada. Con la masa estirada, doblamos dos lados opuestos como si fuésemos a hacer un bollo danés o una vuelta de hojaldre y presionamos en el centro. Pegamos de nuevo los lados opuestos para formar un cilindro y enrollamos formando tiras. El centro de las tiras debe tener mayor volumen y debe decrementarse hacia los bordes para que así sea más sencillo cerrar la trenza.
Trenzamos y dejamos fermentar en lugar templado hasta que haya doblado su volumen, algo más de una hora, quizás.
(4) Pasado el tiempo precalentamos el horno a 190 º C, pintamos con huevo batido e introducimos en el horno precalentado horneándola hasta que esté hecha. Si vemos que empieza a tostarse cubrimos con un poco de papel de aluminio.
Nada más salir, ponemos sobre una rejilla y pintamos con un jarabe líquido hecho a base de 2 partes de azúcar por una de agua con un chorrito de limón.
Hacemos el glaseado batiendo el azúcar glasé con un poco de licor kirsch y el agua necesaria para que quede una pasta espesa. Tomamos templado o frío.
Para mí es un placer tomarla todavía caliente y humeante…
Esta trenza me recuerda a aquellas que regalaban los padrinos en Pascua cuando era pequeño. Conmigo poco tiempo lo hicieron, pero gracias a mis hermanos he podido degustar de aquellas “roscas” durante años.
Se hacía, y se siguen haciendo, de forma toroidal y con una apariencia similar a la de un Roscón de Reyes. A las que como ésta tienen forma longitudinal les llamábamos “periquitos”, como a los seguidores del R.C. Español. En mi zona la tradición dice que los padrinos deben regalársela a sus ahijados el domingo de Pascua, casi siempre acompañada de algún dinero o regalo. Por otros lugares de Galicia a partir de cierta edad la tradición se invierte y son los ahijados quienes devuelven el regalo sus padrinos. Es ahora, ya de mayor, cuando empiezan consolidarse nuevas costumbres como los huevos de Pascua u otras tradiciones menos arraigadas provenientes de otros lugares.
He comprado levadura como para montar una panadería durante una semana y, día a día, aprovecho cualquier instante para amasar un poco. Anteayer le tocó el turno a esta rica trenza. Las frutas confitadas se las he añadido antes de la primera fermentación. Otra opción que facilita ese trabajo es hacerlo antes de la segunda fermentación, justo cuando se preparan las tiras para formar la trenza; así las frutas y almendras quedarán en el interior y la superficie más lisa.
No tenía demasiado tiempo y la he dejado fermentar menos de lo debido, aún así me ha sabido a gloria. Ha durado una noche y una mañana.
Soy como el perro de Pavlov, el simple hecho de rememorar aquellos sabores animan a mis glándulas salivares a tomarse un baño. Las roscas que tomábamos de pequeños son un pequeño ejemplo. Ésa sólo es la punta de un iceberg de sabores que no volveré a degustar, por desgracia.
Estaba la margarina Natacha, con su tono pálido y sabor exquisito; las Panteras Rosas, que todavía venden sin parecerse en nada a aquellos rellenos de fresa; los Tigretón; la Mirinda, que hemos vuelto a probar en… Moscú; el sabor a jarabe de los zumos en polvo Tang, que todavía comercializan; los verdaderos Palotes, gruesos y tan blanditos que se pegaban a los dientes; las gaseosas La Pitusa, Feijoo y Viturro (de Boiro), de casco retornable y más dulces que un terrón de azúcar; los helados Avidesa de hielo con dos sabores, mi preferido el de fresa por dentro, también estaban los de dos palitos; la bolsa de patatas Risi; la cerveza Águila en botella de litro y con gaseosa (¿nitrona?); los Bucaneros; el verdadero sabor a yogurt Danone, porque los de ahora ni se parecen, y los nuevos Petit Suisse no conservan ese sabor a queso de antaño.
Leyendo he descubierto la gran diferencia que existe entre las margarinas. M compra Holland que, curiosamente, es la que más materia grasa contiene (80%), otras pueden rondar entre 40-60% de MG. Los sabores también son muy distintos, más o menos rancias, color y consistencia,… En las comparativas Natacha es de las que mejor sale en relación calidad-precio, 55% materia grasa, y de las más sanas junto con Flora y Holland. Me pregunto dónde puede comprarse porque aquí es imposible. ¡Añoro a Natacha!
Parece que ha pasado una eternidad desde las lluvias del pasado lunes. El sol ha llegado, y con él el buen ánimo parece que vuelve a asomar la cabeza de vez en cuando. Unas palabras agradables de algún/alguna compañer@ de trabajo, una gracia, una imagen hermosa, una buena frase, una sonrisa, una prado verde… Sigo cansado, no duermo y eso se nota, algún enfado que otro pero nada fuera de lo común.
El sol anima a correr, y más ayer que M tenía comida “comercial” de empresa. Ya se sabe, con “buenos” clientes. Gracias a ello me he permitido el lujo de correr sin prisas, no despacio, sin la ansiedad de tener que llegar para hacer la comida antes de que entrase M por la puerta. Definitivamente no he podido darme mi paseo deseado, ni ir al cine. Las películas que hay en cartelera no me atraen lo más mínimo. Espero a los estrenos de hoy, quizás haya una buena sorpresa. Mientras los cines Compostela sigan “cerrados por reformas” y sin reformas, dudo que pueda producirse tal sorpresa entre la marabunta comercial.
Le he preguntado qué planes tenía, en el fondo se hace lo que a ella le apetece. Había pensado que querría ir a A Illa a disfrutar del buen tiempo pero me ha sorprendido (por el momento) con su intención de quedarnos en Santiago. Alguna idea tendrá en mente: quedar con algún amigo/amiga, ir de compras…, todo me hace sospechar un poco. Ya veremos, por el momento me conformo con un poco de buen tiempo y unos minutos de deporte.
Por si no nos leemos, ¡buen fin de semana!
Definitivamente he vuelto, son cerca de las doce y ha habido de todo. Sus momentos de comprar sin comprar, la compra de supermercado para el fin de semana y mis dos horas de felicidad. Han sido felices, una segregación de endorfinas con la ayuda del sol y el deporte. He empezado por acercarme a Romero Donallo, tomando dirección CI y carretera de Ourense. Me he quitado la camiseta, ya de tiras, para sentir los rayos de sol contra la piel y he seguido durante unos cuantos quilómetros hasta desviarme y tomar dirección Sergurde. Después de tanta carretera (me encanta el calor del asfalto) he dado unas vueltas por la zona y he vuelto por el camino de Santiago, apareciendo al lado de la hermosa colegiata del Sar, de paredes inclinadas por los efectos del terremoto de Lisboa. Unas vueltas más hasta completar las dos horas y volver a casa para preparar la comida y un postre. Ese, por ahora, es mi principal y casi único memento de felicidad…
Ingredientes
- 225 gr. de harina de fuerza.
- ½ cucharilla de sal fina.
- 25 gr. de azúcar.
- 8 gr. de azúcar vainillado.
- 10 gr. de levadura fresca de panadería.
- 1 huevo grande ligeramente batido.
- 10 ml. de agua de azahar [*].
- Ralladura de 1 naranja.
- 70-75 ml. de leche templada, no caliente (unos 30º C). Si no le echamos agua de azahar necesitamos 75 ml. de leche, si le echamos unos 65-70 ml.
- 28 gr. de margarina (puede ser mantequilla reblandecida).
- 85 gr., aprox., de frutas confitadas troceadas relativamente pequeñas.
- 30 gr. de almendras troceadas.
- Huevo batido para pintar antes de hornear.
Glaseado
- 100 gr. de azúcar polvo.
- Un chorrito de licor de cerezas o naranja.
- Agua necesaria para formar una pasta.
(2) Amasamos ligeramente y añadimos la margarina. Seguimos amasando y mezclando con la cuchara de palo hasta que la masa no se adhiera a las paredes del cuenco. No debe tenerse prisa, llegará el momento en que la masa no se adhiera, si no llega ese momento puede añadirse algo más de harina. Es bueno no añadir harina de más, si fuese necesario lo haremos en el momento del segundo amasado, esparciendo harina en la superficie de trabajo para formar la trenza.
Aquí tenemos dos opciones: (a) extender la masa sobre la superficie enharinada y añadir las frutas confitadas y la almendra [solución que he tomado en este caso] (b) hacerlo en el momento de formar las tiras, facilitando la fermentación y el trabajo de la masa.
Formamos una bola y la ponemos en un cuenco grande con un poco de aceite, grasa o harina para que no se pegue. Dejamos fermentar en lugar seco y sin corrientes, el horno por ejemplo, hasta que haya doblado su volumen. Si tenemos un horno de precisión podemos facilitar la fermentación introduciéndola a unos 25-30º C.
(3) (Formación de la trenza). Pasado el tiempo aplastamos la masa y, con ayuda de una báscula, la dividimos en 3 partes iguales, unos 125-130 gr. cada una. Formamos bolas con cada porción y, tomando una a una, formamos las tiras.
Para formar las tiras debemos aplastar cada porción de masa con la palma de la mano. Si antes no hemos añadido las frutas y almendras debemos dividirla en tres partes y repartirlas por la masa aplastada. Con la masa estirada, doblamos dos lados opuestos como si fuésemos a hacer un bollo danés o una vuelta de hojaldre y presionamos en el centro. Pegamos de nuevo los lados opuestos para formar un cilindro y enrollamos formando tiras. El centro de las tiras debe tener mayor volumen y debe decrementarse hacia los bordes para que así sea más sencillo cerrar la trenza.
Trenzamos y dejamos fermentar en lugar templado hasta que haya doblado su volumen, algo más de una hora, quizás.
(4) Pasado el tiempo precalentamos el horno a 190 º C, pintamos con huevo batido e introducimos en el horno precalentado horneándola hasta que esté hecha. Si vemos que empieza a tostarse cubrimos con un poco de papel de aluminio.
Nada más salir, ponemos sobre una rejilla y pintamos con un jarabe líquido hecho a base de 2 partes de azúcar por una de agua con un chorrito de limón.
Hacemos el glaseado batiendo el azúcar glasé con un poco de licor kirsch y el agua necesaria para que quede una pasta espesa. Tomamos templado o frío.
Para mí es un placer tomarla todavía caliente y humeante…
Por lo que cuentas siempre,tengo la sensación de que vives en un sitio muy bello,eres afortunado entonces.
ResponderEliminarMe hizo gracia lo del petit suisse..¿que ha sido de aquel petit suisse blanco que lo envolvía un papelito transparente?..
Recuerdo que era tan consistinte..que mi madre,lo sacaba del envase como se hace con los flanes..me ponía un poquito de azúcar por encima o miel y uff como lo disfrutaba.Los de ahora no son igual.
En mi caso es el sabor de la margarina Artua lo que hecho de menos,la de antes,la de ahora no tiene ni el color,ni la testura ni el sabor.
Te admiro lo de correr,me imagino que tienes que sentirte muy libre,a mí parece que me cuesta "arrancar",quizá por eso lo que hago es caminar,aunque al caminar sin poder evitarlo,piensas,y yo pienso creo que demasiado jeje.
Y ultimaménte cada vez que salgo a pasear tengo una canción metida en la cabeza que no dejo de cantar mentalmente"Cuantos cuentos cuento"de "la oreja de Van Gohg"..
El dulce me recuerda mucho a los bollos que se venden aquí,solo que la masa es sin forma trenzada y redonda,me parecen dífícil de hacer..pero visto por tus explicacions parece sencillo y eso quizá me anime intertarlo..
Aquí hace un día precioso,hacia mucho que no veía un cielo con un azul tan bonito,y una brisa muy suave y fresca..que se agradece en la cara.
Como siempre un placer tú página,un beso.
¡Feliz fin de semana!
me reconozco tan avida de tus rec etas como de tus comentarios...y hoy veo (ayer no funcionaba la maldita red)veo una trenza como las que hacia años, casi siglos que vendian en la panaderia de mi pueblo, donde robabamos las chuches que nos cogia a la altura del brazo en el mostrador...habran llovido casi treinta años desde entonces, y han cambiado los sabores, los olores, los sitios...aun recuerdo (lo hago muchos dias cuando mis hijos me piden panteras rosas o similares conjuntos de colesterol) cuando nos comprabamos la pantera de antes y en verano la metiamos a la nevera y la comiamos fresquita...y recuerdo la trenza (sin frutos secos pero con el glaseado)que se deshacia...y los merengues...y los cuernos(esos triangulos rellenos de cacao que ya no hacen igual con una masa como de brioche...)pero son otros tiempos, y ahora toca nuevo, toca seguir nosotros, tu lo sigues...mientras preparos tus bollos daneses (tan parecidos en el fondo..y en la forma) y me tuesto al sol...definitivamente summer....buenfinde
ResponderEliminarHola Harry!
ResponderEliminarEsta mañana he hecho el pastel de zanahoria, almendra y avellanas!
Está muy bueno!
Muchas gracias por tus recetas.
De verdad que vale la pena hacerlo.
Victoria.
Hola,
ResponderEliminar¿Y quién no vive en un lugar bello? Sólo hay que descubrir, saber mirar y percibir la belleza de las cosas sencillas. En todos lugares hay rincones para sorprender.
Ayer (hoy todavía no he ido) fui a correr bajo el sol por un lugar que se denomina Arins (pasando por el Sar), seguí corriendo hasta alcanzar una carballeira (robleda). Sólo se oían a los pájaros y el sonido del agua mientras bajaba por los laterales de la carretera. A pocos metros del asfalto todo era verde, con líquenes (símbolo de la pureza del aire) cayendo de las ramas. Es emocionante. Subiendo la cuesta con relativo esfuerzo, con altos niveles de adrenalina y esos sonidos, no pueden más que saltarte las lágrimas de emoción. Abres los brazos.
A pocos metros está la “ruta de los molinos” de agua. Sigues, llegas al “monde do Gozo” y la carretera de Lavacolla, pero incluso allí es posible descubrir una vista grandiosa de Santiago, con las torres de la Catedral al fondo. En la ermita de San Marcos había una misa, sonaba el megáfono y yo bajaba sin camiseta cuesta abajo. A veces descubres a algún conejo asomar su cabeza de entre la hierba.
Cuando te introduces de nuevo en Santiago por la Rúa de San Pedro, puedes ver los suelos adoquinados y la graciosa curva-aparcamiento más confusa que he visto. Pasas al lado del rincón (y parque) más hermoso de Santiago (ya hablaré de él) y entras en la zona vieja. Bajas hasta la plaza del Obradoiro desde la plaza de Cervantes. Das dos vueltas al paseo de la Herradura (llamado así por su forma), mirando de reojo la hermosa estampa que forman los tejados de las casas, la catedral y la parte posterior del ayuntamiento… qué más se puede pedir a la vida…. Compañía, quizás y que la compañía sepa disfrutar de ésas pequeñas cosas.
La trenza tiene una aroma a azahar, dulce y anaranjada.
Ahora la obsesión por “disminuir costes” ha dado lugar a productos de menor calidad. Llevan los mismos nombres pero en menor cantidad y calidad. Los “tigretones” siguen teniendo ese relleno mezcla de fresa (¿o frambuesa?) .
Con los postres suelo esperar a que repose algo, así tiene más sabor. Si te ha gustado me alegro. Gracias.
Besos. Buena tarde de domingo. Volverán las lluvias.
Pepinho.
Qué ricas. Me encanta el sabor del agua de azahar en las masas. Me recuerda a las cristinas de la pastelería Mora (las de antes, ahora no tiene nada que ver).
ResponderEliminarCuando voy a la piscina de la USC, te busco entre los runners, jajajaja. C no entiende nada,jajajaja.
Feliz y caluroso domingo.
Berta
Conozco el camino que recorriste y es una preciosidad y muy tranquilo. Es tan rural a escasos km del centro que choca. ¿has ido alguna vez por Paramios? También está por un lado del Monte do Gozo. Es un valle precioso, precioso.
El recorrido del que hablo es uno que sigue por Aríns de Arriba, cerca de una aldea que se llama Vigo, tomando un desvío a la izqda., justo después de pasar el cartel que indica el cambio de ayuntamiento, “Boqueixón”. Unas veces he seguido por la derecha hasta enlazar con la carretera de Ourense en ¿Marrozos? Ayer pasé al lado del refugio de animales hasta el monte del Gozo. Hay tramos muy bonitos, principalmente si uno se separa unos metros de la carretera principal.
ResponderEliminarNo sé a qué valle te refieres, probablemente sea el que separa Arins con Monte do Gozo, más cercano y lleno de castaños (en otoño es una maravilla). Hay una casa "contemporánea" que me gusta mucho. Tengo unos amigos que viven cerca. Desde un pico (no recuerdo su nombre) puede verse Santiago, mejor que desde el monte Pedroso.
Hoy he ido en dirección Santa Comba. Pasando San Xoan de Fecha se llega a un cruce con dos pasos de cebra. A la izda. hay un lugar que se llama Cortegada, el valle que va desde allí hasta el enlace con Roxos es también precioso. Los montes achatados por la erosión están verdes y fuera de la carretera hay senderos preciosos.
Son muy bonitos los senderos que rodean el río Tambre cerca de Grixoa. Alguna vez me he perdido, pero vale la pena hacerlo entre meandros y zonas pantanosas.
Corro en soledad, antes lo hacía en compañía (cuando competía) pero no disfrutas del mismo modo. Por el campus y la alameda puedo pasar al principio y al final de mis carreras. Doy las vueltas necesarias para completar mis dos horas. Tengo muchos amigos que entrenan por ahí, pero dos horas dando vueltas a la alameda puede ser demasiado.
Hay muy pocos rincones de Santiago que me quedan por recorrer. He ido en todos los puntos cardinales. Hoy noroeste, mañana tal vez Sur. He ido por el aeropuerto, Brión, Grixoa, Padrón, Ramallosa, Tarrío,…
Pepinho.
aqui estamos,los perros de Pavlov nuevamente salivando,jaja espero no ser un bulldog ( como los del Bulli), porque eso ya es incontinencia salivar, jajaja, me voy a quedar "pegada" al teclado!
ResponderEliminarEsa trenza me ha traido muchos recuerdos,he comido muchas, hacian unas buenisisimas cerca de mi casa.
Despues de un sabado veraniego parece que vuelven las lluvias, no se si las de Ranchipur, no.. seran las de la borrasca de las azores, como siempre. De nuevo al paraguas.
Como siempre.. gracias mil + 25
un beso
Fecha y Grixoa los conozco. Son zonas preciosas y tranquilas.
ResponderEliminarEspero que no te encuentres con demasiados perros. Aún recuerdo una vez que se me dió por ir a Chayán sola a reflexionar....bueno a estar sola un rato. Y mira que aquello no es precisamente grande. Apareció un chucho de esos que tienen mala uva y me las hizo pasar negras. El muy indeseable era un canijo (siempre pasa así, cuanto más pequeños más coñazo)y se ve que no quería a nadie allí. Gritaba, sí gritaba, no ladraba, como si lo estuviera maltratando. El muy..... . Al final llegué al coche y le dije " tu ganas, pero que sepas que volveré".
El tío fue ver que encendía el coche y se dió media vuelta y se largó. Decidí volver a bajarme. Oye, no te crees que va se vuelve y empieza otra vez con la misma cantinela?. Le dije, vale, vale. Queremos soledad, no? Pues me vuelvo al coche.
En fin, mi relación con este tipo de perros semi libres nunca ha sido buena.
Pues yo mañana piscina otra vez. Me he propuesto volver a mi cuerpo de hace 10 años. Espero no tardar otros 10 en recuperarlo.
Besos
Berta
Una última pregunta. ¿Has visto por alguna tienda el chocolate NEstlé Postres blanco? . Es que no lo doy encontrado y no tengo ni idea dónde lo puede haber sin tener que ir a Ebay;-)
Yo no era de Tigretones ni de Panteras Rosas , era de Boni y de unas barritas rellenas de caramelo y bañadas de choco, no eran Tokes tenían un nombre parecido. Buff cuántas tengo comido y no me acuerdo del nombre....Miraré. Ya está me acaba de venir a la memoria TOPSET.En mi casa siempre había Tulipán, y yo siempre lo he detestado, es demasiado para mí y el foie-gra La Piara en tubo como la leche condensada.
Yo otra vez. No es TOPSET, es TOPSE. Uyyy lo que diera yo por uno.
ResponderEliminarBerta
Me encantaría dar un paseo por allí,me ha parecido precioso el paseo solo al leerlo,y me hize postales mentales muy lindas del sitio.
ResponderEliminarNo me puedo quejar de donde vivo,tengo muy cerca la playa de San Juan,es muy bonita y los dias de sol y que hay brisa suave,da gusto pasear por la arena,hoy quizá me acerque y pasee o lea un rato.
Lo más hermoso siempre está en las pequeñas cosas,y lo de la buena compañía hace que dé más ganas de disfrutar de todo lo que nos rodée en ese momento.
Necesito paz,no pensar,o siplemente soñar,y aquí una de las mejores opciones es la playa.
Pero por donde corres es uno de esos sitios que a una le apetece conocer despacio..y saborear lentamente para no perderte nada..
Un beso,gracias por compartir.
Esa trenza tiene una pinta deliciosa. Yo no puedo hablar ni de margarinas ni de dulces, porque apenas me dejaban arrimarme, pero lo que sí recuerdo con nostalgia son los sabores de frutas y hortalizas recién sacadas de la tierra: un tomate o un pepino recién arrancados de la mata, una zanahoria recién sacada de la tierra, las manzanas y las peras cogidas directamente del árbol, las moras de las zarzas... Recuerdos de los veranos pasados en mi niñez. Ahora ni las manzanas saben a manzanas ni los tomates a tomates, casi todo sabe a puro plástico de invernadero.
ResponderEliminarCómo me ha dolido ver este post. Me parece que sobraban las imágenes, me he puesto a salivar de una manera...
ResponderEliminarUn saludo desde Budysport, web deporte.
No conozco esos lugares,que tu disfrutas,pero leyendo me ha parecido estar recorriéndolos,por un ratito me he sentido libre y sin cargas,ya falta menos para el día D,el día de las pruebas el día de los resultados,esta semanas se me estan haciendo tan largas y tan duras,pero este ratito que dedico casi todos los días a leerte me siento bien,y con ganas de seguir y de cocinar,nunca he cocinado tato en mi vida,pero me he dado cuenta que me relaja y eso es bueno,y eso que estoy a dieta,pero bueno los demás no lo están,entonces a las seis de la mañana si no puedes dormir pues venga hacer unas galletas o una tarta ó un bizcocho,pero hay que dejar que la cabeza descanse porque sino todos se derrumban,y hay que seguir como si nada pasará y me lo tengo que comer yo sola y eso agota ,por eso de nuevo GRACIAS,por todo por tus recetas por tus comentarios y por estar ahí un día mas,parece mentira pero me siento acompañada,hasta otro día mi querido pepiño(ya se que te gusta mas pepinho)pero para mi eres pepiño espero no te moleste. Hasta muy muy pronto .RI desde las maravillosas RÍAS BAIXAS
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarDespués de un día "busy" de tarde “claustro-fóbica” llegan tiempos de “aguaperas total”. ¡Menudo ritmo!, ¡quiero dormir!
¡Perros! O debo desprender olores insoportables para ellos o están en época de celo. Últimamente están insoportables. “Semi-libres”, muy bueno, son esos perros que cuando no puedes más y te cabreas, corres detrás de ellos y se protegen al amparo de su casa… los que tienen dueño cuando les interesa y no cuando hacen algo malo.
El único chocolate blanco de repostería que he encontrado es el de cobertura Valor, aunque ahora que lo dices me suena…
La piara no me gustaba (ni gusta) lo más mínimo, el Tulipán tampoco, la leche condensada me encanta, todavía recuerdo aquella visita en EGB a la fábrica de Pontecesures. ¿Topse?, tendría que verlo, no lo recuerdo.
Más que el paisaje, son las sensaciones que se tienen cuando se combina el deporte y la naturaleza. La playa es lo que más echo de menos en Santiago, los paseos en invierno por los arenales con la marea baja.
Mis recuerdos hablan de sabores olvidados que no volveré (probablemente) a degustar. Los que tú dices: las moras, las manzanas, los tomates, la miel,… por suerte todavía puedo disfrutarlos.
¡Mucho ánimo! Me duele la cabeza, no sé si será de no dormir. Quizás. Estos últimos días acabo demasiado tarde y siempre lo hago en la cocina.
La vida es muy confusa y llena de contradicciones. Siempre nos estamos examinado. Cuando se sale de un examen llega la euforia, que dura el tiempo que se tarda en reestructurar la mente para que se centre en otro objetivo. ¡A vivir! (si se puede).
Besos y gracias. Tal vez nos volveremos a encontrar (o no).
Holaaaaa! Yo también tengo levadura fresca (en casa, lo que nunca me falta es harina de panadería y levadura de ídem, ya sea fresca o seca) y además tenemos 'chica nueva en la cocina, se llama K. A. y es divina (hasta que no la he encontrado roja no me la he comprado)'. Sí, ya sé que prefieres el amasado manual, y yo también lo he practicado años, pero como el robot que tenía ya me estaba dando problemas hasta para montar claras, pues ya puestos me he dado el capricho. Es genial!!! Así que esta trenza pasará por ese 'gancho'... ;·)
ResponderEliminarAaaaahhhh! Yo sí recuerdo el Topset, delicioso! Entonces solo había dos barritas, esta y el Toblerone, y la más de lo más, el Topset, sin dudarlo. Y ya metidos con las evocaciones palatales, recuerdo que era fanática del Triángulo Bimbo (una especie de porción de pastel con un baño de chocolate muy fino que hacía 'clac', envuelto con un papel azul o verde metalizado), de los Tunos, de cuando en verano daban el Bony con un palo de polo para clavárselo después de estar en el congelador... Y en salado, de los Baconcitos Matutano (nunca he encontrado a nadie que los recuerde, exceptuando mi hermanito, dado que compartíamos bolsa... y los lápices de colores regalo de Matutano que se enlazaban hasta formar torres imposibles). Ah, el año pasado hicieron una tirada limitada de Mirinda, cosas del 'vintage', ojalá lo hicieran con los que he mencionado!
Y hablando de sabores de verdad, me he comprado una maceta de frambuesas, de momento no he recolectado, ya hay algunas florecillas, más bien feas, pero en cambio sí que he tenido que intervenir para quitarle pulgones (a mano, claro; con papelito mojado y jabón neutro). Serán mamones!!! Yo que estoy soñando con repetir aquella (tu) tarta de chocolate blanco y frambuesas, con mi cosecha... ;·)))
Un abrazo muy fuerte, Pepinho, que tengas tiempo para correr, como te gusta, y para hacer lo que nos gusta a tus 'visitantes'...Gracias.
Rosita.
Acabo de buscar los Baconcitos por la red y me he quedado alucinada al ver que alguien, llamada como yo!, los menciona y los comía también con su hermano... y encima los adquiría en la misma zona!!
ResponderEliminarAlma gemela!!! A parte de eso, nada, ninguna información oficial de los señores Matutano... Snif...
Ah! Qué bueno lo de Robin de 'Un hombre en casa'. Hace un tiempo descubrí que el tío que aterrizaba en helicóptero en una escuela para ofrecer Tulipán era un Gomaespuma! :·D
Esta vez te mando un beso, por mi pesadez.
Rosita.
Me encanta, tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarCuanta nostalgia junta...Y que pasa cuando se esta a mas de 13 horas de avion de los sabores de casi toda nuestra vida?,cuando buscamos entre miles de recetas de internet alguna que nos traiga algun sabor de nuestra infancia?finalmente,tuve que hacerme cocinera a la fuerza...solo por extrañar esos sabores lejanos y tratar aunque sea un poco de reinventarlos;y hace mas de site años que estoy aqui,y creo que mis sabores y mis recuerdos van conmigo como si fuera un caracol con su casa.
ResponderEliminarBusco inconcientemente lugares ,referencias,todo me hace acordar a...pero no es...bueno,siempre pense que era una ciudadana del mundo,solo que tantos recuerdos me hicieron añorar los míos.
Cariños.
Hola.Me encanta tu blog, con noticias, comentarios y recetas.Me he aficcionado a hacer bolleria gracias a tus recetas, bueno mejor dicho a tus fotos.Pero aunque me quedan maravillosas de aspecto y sobre todo de sabor no consigo que me queden tan esponjosas y con esos huecos que quedan por dentro.¿Sabes a que puede ser debido?.
ResponderEliminarHice la receta de tu trenza y no me resultó. Quedo de buen sabor, pero no esponjó la masa.
ResponderEliminarque desilusión.
pilar