Speeding Bicycle
Y cómo os digo yo que tengo tantas recetas pendientes (hechas y sin hacer) que no sé por cuales empezar. Empezaré, por su sencillez y curiosidad, por unas riquísimas tortitas que hago con relativa frecuencia. Más a menudo que las clásicas tortitas de leche, harina, huevo, levadura química,... Por lo tanto, no esperéis que éstas sean unas tortitas más, son un valor añadido a las tortitas de siempre. Sorprendentes sabores y texturas.
Observo que últimamente mis comentarios incorporan más expresiones políticas y hechas: “un valor añadido”, ¡qué asco! Estaré perdido cuando emplee el (sub)verbo inexistente: “posicionarse”. ¡Pon Dios!. Esto de escribir con un teclado resulta menos gratificante y más confuso que la escritura a mano. Acelera el proceso, sí, pero los cruces disléxicos y ortográficos están a la orden del día. ¡Pon Dios!, otra frase hecha: “a la orden del día”. Paro y sigo.
El sabor de la vida. Las tortitas de Coca Cola son en realidad unas tortitas de Chocolate ligeramente azucaradas con la Coca Cola, desde 1886 repartiendo felicidad. La bebida refrescante ejerce una doble función: gasificante, gracias a las burbujas que le dan esponjosidad a la masa, y endulzante, los azúcares y caramelización de la cola realzan de modo muy suave el sabor del chocolate, su aroma es prácticamente imperceptible. Un pequeño aporte vanillado [*] le da el toque final a la mezcla.
[*] Tengo una duda sobre la palabra “vainillado”. Que yo sepa, si bien la palabra no aparece en diccionario de la Real Academia, la mayoría de los productos comerciales la emplean para hacer referencia al azúcar aromatizado con vainilla. En algún libro he encontrado la palabra, quizás más apropiada, “avanillado”. Como creo que ninguna de ellas está aceptada, seguiré usando el formato utilizado por varias marcas comerciales, “vainillado”.
Otra sorpresa, relativamente cercana en el tiempo, fue descubrir el verdadero “género” de la palabra “azúcar”. ¿Mucho o mucha azúcar? Por lo que he podido indagar, se trata de una palabra en la que están permitidas ambas versiones, es ambiguo, aunque personalmente siempre uso la versión masculina, mucho azúcar. En femenino me suena bastante mal, supongo que será una cuestión de zona lingüística y geográfica.
Llevo un tiempo queriendo recuperar aquella canción que descubrí gracias a mi amigo Pedro (que, curiosamente, se casa pronto). Se trata de una grabación telefónica (y radiofónica) con cierto toque desafinado pero que sonaba auténtica y emotiva. Al otro lado del teléfono Daniel Johnston ponía su voz al tema Speeding Motorcycle, mientras el grupo Yo la tengo hacía los acompañamientos de guitarra desde un estudio radiofónico.
He perdido el número del teléfono móvil de Pedro, quizás llame a sus (y mis) antiguos compañeros para localizarlo. Mientras sigo en su búsqueda, continúo llenando el iPhone con mi colección de CDs. Un disco clásico abre la lista, incluyendo una canción de moda, cuyo significado original han cambiado por otros intereses menos humanos. ¿Qué es una metáfora? ¿Qué es la dura y atroz lluvia que va a caer? Yo, por desgracia, lo sé.
Le sigue un sinfín variado de música que hace mucho tiempo que no escuchaba. Entre ellas, aquella bonita colaboración de Peter Gabriel con Kate Bush: “Don't give up”.
Me he puesto a buscar la canción y he encontrado el MP3 de esa grabación. Si os interesa, podéis bajarlo y escucharlo, son 4 MB… a mí me trae muy buenos recuerdos. Hay que escucharla completa, por lo menos recomendaría esperar a que suene la guitarra.
Pepinho se ha escapado, cansado. Se ha ido por poco tiempo, como alguna otra vez. En pocos minutos todo volverá a estar como antes, igual de mal, para eso sirven las revoluciones.
Suena música de fado. Está solo, ella ha llamado y viene de camino. Quiere aprovechar esos últimos minutos de soledad antes de dar respuestas que ella no entenderá.
No entraba en ese café desde que eran novios. Cuando cumplía absolutamente todos sus deseos y su vida no era suya. No ha recuperado su vida, que sigue perteneciéndole a ella, pero de vez en cuando se atreve a asomar la cabeza al mundo. Ahora algo ha cambiado, él, ella.
Queda menos, ni tiempo tendrá para escribir unas palabras en su inseparable bloc de notas. Se tomará una infusión y se irán como si nada hubiese pasado, aunque él ya no sea el mismo. El Pepinho que ha entrado en el café no será el mismo que el que salga, tampoco el café ni la compañía. Ha entrado solo y saldrá acompañado.
Se ha parado en la página 141 de libro indeterminado: “Seguimos hablando y al cabo de un par de horas logre debilitar su resistencia, insistiendo una y otra vez hasta que al final se dio por vencida…”. Los libros son sueños transcritos por otros que casi siempre se hacen realidad en la imaginación de quién los lee. ¿He dicho “imaginación”?
Tortitas de chocolate y salsa de chocolate a la Coca Cola
Puedes ver ésta y muchas otras recetas en el blog: http://www.pepinho.com.
(http://larsvontrier.blogspot.com)(2) Ponemos una sartén antiadherente (o plancha lisa) a fuego fuerte, frotamos con un poco de mantequilla y limpiamos con un paño. Así conseguiremos que no se pegue ni la primera tortita ;-). Bajamos a temperatura media y vamos vertiendo la masa con ayuda de un cucharón en el centro de la sartén, dejando que se caiga hacia los laterales. Cuando tenga burbujas en la superficie y se despegue con facilidad le damos la vuelta. Cocinamos por el otro lado (normalmente necesita menos tiempo). Procedemos hasta acabar la masa.
(http://larsvontrier.blogspot.com)(3) Para la salsa de chocolate y Coca Cola. Troceamos el chocolate con un cuchillo de sierra y lo vertemos en un cazo con la Coca Cola, el azúcar y la nata. Calentamos, removiendo hasta que la mezcla haya espesado ligeramente y no tenga grumos (se espesa más al enfriar). Retiramos del fuego y añadimos la mantequilla cuando haya bajado algo la temperatura. Servimos de inmediato sobre las tortitas. Podemos volver a calentarla a fuego bajo si la queremos volver a usar.
Y cómo os digo yo que tengo tantas recetas pendientes (hechas y sin hacer) que no sé por cuales empezar. Empezaré, por su sencillez y curiosidad, por unas riquísimas tortitas que hago con relativa frecuencia. Más a menudo que las clásicas tortitas de leche, harina, huevo, levadura química,... Por lo tanto, no esperéis que éstas sean unas tortitas más, son un valor añadido a las tortitas de siempre. Sorprendentes sabores y texturas.
Observo que últimamente mis comentarios incorporan más expresiones políticas y hechas: “un valor añadido”, ¡qué asco! Estaré perdido cuando emplee el (sub)verbo inexistente: “posicionarse”. ¡Pon Dios!. Esto de escribir con un teclado resulta menos gratificante y más confuso que la escritura a mano. Acelera el proceso, sí, pero los cruces disléxicos y ortográficos están a la orden del día. ¡Pon Dios!, otra frase hecha: “a la orden del día”. Paro y sigo.
El sabor de la vida. Las tortitas de Coca Cola son en realidad unas tortitas de Chocolate ligeramente azucaradas con la Coca Cola, desde 1886 repartiendo felicidad. La bebida refrescante ejerce una doble función: gasificante, gracias a las burbujas que le dan esponjosidad a la masa, y endulzante, los azúcares y caramelización de la cola realzan de modo muy suave el sabor del chocolate, su aroma es prácticamente imperceptible. Un pequeño aporte vanillado [*] le da el toque final a la mezcla.
[*] Tengo una duda sobre la palabra “vainillado”. Que yo sepa, si bien la palabra no aparece en diccionario de la Real Academia, la mayoría de los productos comerciales la emplean para hacer referencia al azúcar aromatizado con vainilla. En algún libro he encontrado la palabra, quizás más apropiada, “avanillado”. Como creo que ninguna de ellas está aceptada, seguiré usando el formato utilizado por varias marcas comerciales, “vainillado”.
Otra sorpresa, relativamente cercana en el tiempo, fue descubrir el verdadero “género” de la palabra “azúcar”. ¿Mucho o mucha azúcar? Por lo que he podido indagar, se trata de una palabra en la que están permitidas ambas versiones, es ambiguo, aunque personalmente siempre uso la versión masculina, mucho azúcar. En femenino me suena bastante mal, supongo que será una cuestión de zona lingüística y geográfica.
Llevo un tiempo queriendo recuperar aquella canción que descubrí gracias a mi amigo Pedro (que, curiosamente, se casa pronto). Se trata de una grabación telefónica (y radiofónica) con cierto toque desafinado pero que sonaba auténtica y emotiva. Al otro lado del teléfono Daniel Johnston ponía su voz al tema Speeding Motorcycle, mientras el grupo Yo la tengo hacía los acompañamientos de guitarra desde un estudio radiofónico.
He perdido el número del teléfono móvil de Pedro, quizás llame a sus (y mis) antiguos compañeros para localizarlo. Mientras sigo en su búsqueda, continúo llenando el iPhone con mi colección de CDs. Un disco clásico abre la lista, incluyendo una canción de moda, cuyo significado original han cambiado por otros intereses menos humanos. ¿Qué es una metáfora? ¿Qué es la dura y atroz lluvia que va a caer? Yo, por desgracia, lo sé.
Le sigue un sinfín variado de música que hace mucho tiempo que no escuchaba. Entre ellas, aquella bonita colaboración de Peter Gabriel con Kate Bush: “Don't give up”.
Me he puesto a buscar la canción y he encontrado el MP3 de esa grabación. Si os interesa, podéis bajarlo y escucharlo, son 4 MB… a mí me trae muy buenos recuerdos. Hay que escucharla completa, por lo menos recomendaría esperar a que suene la guitarra.
Pepinho se ha escapado, cansado. Se ha ido por poco tiempo, como alguna otra vez. En pocos minutos todo volverá a estar como antes, igual de mal, para eso sirven las revoluciones.
Suena música de fado. Está solo, ella ha llamado y viene de camino. Quiere aprovechar esos últimos minutos de soledad antes de dar respuestas que ella no entenderá.
No entraba en ese café desde que eran novios. Cuando cumplía absolutamente todos sus deseos y su vida no era suya. No ha recuperado su vida, que sigue perteneciéndole a ella, pero de vez en cuando se atreve a asomar la cabeza al mundo. Ahora algo ha cambiado, él, ella.
Queda menos, ni tiempo tendrá para escribir unas palabras en su inseparable bloc de notas. Se tomará una infusión y se irán como si nada hubiese pasado, aunque él ya no sea el mismo. El Pepinho que ha entrado en el café no será el mismo que el que salga, tampoco el café ni la compañía. Ha entrado solo y saldrá acompañado.
Se ha parado en la página 141 de libro indeterminado: “Seguimos hablando y al cabo de un par de horas logre debilitar su resistencia, insistiendo una y otra vez hasta que al final se dio por vencida…”. Los libros son sueños transcritos por otros que casi siempre se hacen realidad en la imaginación de quién los lee. ¿He dicho “imaginación”?
Tortitas de chocolate y salsa de chocolate a la Coca Cola
Puedes ver ésta y muchas otras recetas en el blog: http://www.pepinho.com.
- 125 gr. de harina normal.
- 15 gr. de cacao en polvo.
- 1 cucharilla de té de levadura química (Royal) (6 gr.).
- ½ cucharilla de té de bicarbonato sódico.
- ¼ cucharilla de sal fina.
- 30 gr. de azúcar.
- Un sobre (8 gr.) de azúcar vainillado/10 ml de extracto de vainilla.
- 1 huevo.
- 155 ml. de Coca Cola.
- 30 gr. de mantequilla derretida.
- 30 gr. de chocolate apto para fundir (70%)
- 70 ml. de Coca Cola.
- 25 gr. de azúcar polvo.
- 30 ml. de nata.
- Una nuez de mantequilla.
(http://larsvontrier.blogspot.com)(2) Ponemos una sartén antiadherente (o plancha lisa) a fuego fuerte, frotamos con un poco de mantequilla y limpiamos con un paño. Así conseguiremos que no se pegue ni la primera tortita ;-). Bajamos a temperatura media y vamos vertiendo la masa con ayuda de un cucharón en el centro de la sartén, dejando que se caiga hacia los laterales. Cuando tenga burbujas en la superficie y se despegue con facilidad le damos la vuelta. Cocinamos por el otro lado (normalmente necesita menos tiempo). Procedemos hasta acabar la masa.
(http://larsvontrier.blogspot.com)(3) Para la salsa de chocolate y Coca Cola. Troceamos el chocolate con un cuchillo de sierra y lo vertemos en un cazo con la Coca Cola, el azúcar y la nata. Calentamos, removiendo hasta que la mezcla haya espesado ligeramente y no tenga grumos (se espesa más al enfriar). Retiramos del fuego y añadimos la mantequilla cuando haya bajado algo la temperatura. Servimos de inmediato sobre las tortitas. Podemos volver a calentarla a fuego bajo si la queremos volver a usar.
QUE ALEGRIA !!!!!! Pepinho!!!, no el "escucharte" que... te escucho triste.
ResponderEliminarEl redundante postre cocacolero.... hilillos de salivilla, mira que me va a quedar el surco de la boca a la barbilla como el portico de la gloria, desgastado de babear con tus postres!!!. Cuando me pongo nerviosa, o intuyo que alguien esta pachucho y triste, pongo el traje de faralaes en el cerebro y.. taca tá! a decir chorradas por un tubo.
Lo que yo te queria decir es que me he alegrado horrores de verte y agradecerte , como siempre, tu riquisima receta. Te hemos echado montones de menos, y ... como habras observado te tomamos tu blog por asalto y aqui estamos de charleta todos los dias... eso si.. esperandote.
Gracias por la cancion de Peter Gabriel, siempre me ha gustado mucho.
Mi niño... todo mi cariño. Un beso
Pero buenooo, que es esto?, se me hace la boca agua de ver esas tortitas tan espojosas, que cosa más deliciosa.
ResponderEliminarAdoro venir aquí, y pasar este ratito relajada leyendote y saboreando tus deliciosas inspiraciones.
Besos
por fin...crei que ya te tomabas la semana sabatica supongo que lo necesitarias...y cual es mi sorpresa al ver que casi y digo casi porque varia muy muy poquito hemos hecho lo mismo hoy, yo barritas a la cocacola, tu tortitas...supongo que algo querra decir.Me alegro de que estes de vuelta, y sobre todo con esto, disfruto de mis barritas mirando tu receta...gracias por volver.Y si no lo has visto ya te mande un mensaje a tu emilio para un premio si te apetece o tienes tiempo de recogerlo en mi blog...besos de cocacola y chocolate...me encanta coincidir contigo...me voy acercando ....
ResponderEliminarNecesita pararme un momento para tomar aire e intentar acabar esta semana vivo, encerrado entre cuatro paredes y durmiendo muy poco. Sólo agradeceros vuestra compañía y comentarios.
ResponderEliminarBESAZOS.
Llevo leyéndote algún tiempo y me encantan tus recetas;
ResponderEliminarHago todas las que puedo.
Simplemente magníficas, deliciosas.
Soy un aficionado a la cocina y sobretodo a la repostería. Ojalá no decaigas nunca. Un abrazo
AdRy =P
Pepinho, los exámenes agobian a uno, pero el corregirlos es tremebundo.
ResponderEliminarSólo desearte que esta escapada sea para una perestroika, no para seguir igual.
Te deseo lo mejor, como siempre y te sigo buscando en cada corredor que me encuentro.
La Cocaloca es de lo mejor de la vida. La chispa de la vida creo que somos nosotros mismos. Yo hace que decidí por mis glóbulos blancos dejarla a un lado. Ahora le soy infiel con la Fanta de Naranja, jajajajaj.
Muac,
Berta
Hola Harry.Hay veces que tus comentarios me dejan con ganas de saber qué pasa despues.Como cuando ves una película que te gusta y te ves metido dentro de ella, y cuando acaba sientes que los personajes se han ido y tú quieres más.
ResponderEliminarEso me ha pasado varias veces, pero hoy con lo de la cafetería.Parece que estaba leyendo un libro, y yo quería que el protagonista me contara como seguía la historia.Bueno y puestos a pedir, por supuesto que tuviera un final feliz, de esos que te dejan buen sabor.
Recibe un beso.
Hola Berta.No te había leido.¿Tú tambien de exámenes?.Un beso.
ResponderEliminarEscapar! Escapar! y olvidarlo todo, yo también lo desearía, pero es imposible.
ResponderEliminarQue hacer cuando ves que se equivocan, que no son objetivos, y como dueños de su vida, que lo son, quieren tomar sus decisiones.
Intentas hacerles ver que estan en un error, lo que implica esa decisión, pero no eres tu quien decide. No puedes escapar...
Perdonar, pero estoy mal, no quiero caer en una depresión, pero tengo todas las papeletas, no duermo, ni puedo dejar de pensar en otra cosa...
Pepinho me alegra ver que has vuelto, siempre se te echa de menos.
Besicos, Pilar.
Pilar, guapa!!! un besote y ... Animo!!!
ResponderEliminarPilar: paciencia.
ResponderEliminarUn beso y ánimo.
Karme, yo no pongo examenes, creo que no vendría nadie. Lo mío es la evaluación continua.. En mis cursos no cabe la palabra test, examen, prueba.
ResponderEliminarAnimo Pilar.
Muac
Berta
Mirando esta receta que me parece deliciosa no me recuerdo nunca haber cocinado con Coca cola, me parece super original! Espero poder hacerlo pronto porque se que los niños les encantará, en realidad aman todas las recetas de Pepinho y no es exageración porque siempre estoy probando pero cuando hago una tuya no dura nada!!!
ResponderEliminarHoy día quiero poner en el Blog la torta que les hice para el cumpleaños que también es de chocolate, hice tu cubierta Harry que usaste para el postre Criollo, please no me retes porque le hice un pequeño agregado, yo sé que tú eres más exacto para las recetas, yo soy más de cambiar o agregar, pero quedó muy buena de verdad. Muchos besos. Gloria
Karme; Me pasa exactamente lo mismo con pepinho, quedo a medias con las historias, es como leeer un libro y me falta algo, paciencia con mi niño, es su manera. Pepinho trta de no dejarnas colgadas si puedes, porque nos preocuamos por tí eso no más. besos.
Mucho ánimo para Pepinho y para Pilar, a recobrar esa 'chispa de la vida'q nos hace especiales a cada uno de nosotros!!
ResponderEliminarHola y gracias,
ResponderEliminarAcabo de llegar. Justo, lo que me hacía falta, perder casi 3 horas en una reunión de la comunidad de vecinos. Hasta he llegado afónico.
Lo que más me agobia es evaluar, decidir a quién aprobar y a quién no, y lo que más tiempo me lleva es poner exámenes. Mis asignaturas son de programación informática. Debo pensar qué poner (lo hago mientras corro), hacer los programas, modificarlos y ajustarlos, escribir los exámenes,… son exámenes de un mínimo de 4 horas, para los que necesito muchos más del doble para planificarlos.
La evaluación también me preocupa, al principio me preocupa por miedo a suspender a quién merecía aprobar. Pronto me di cuenta que sucedía al revés, que aprobaba a muchos más de los que lo merecían. Llevo un par de días preocupado porque sé que voy a tener que aprobar a un alumno que no lo merece, que no sabe la materia y que probablemente (suena duro, pero es así) sé que nunca lo hará. ¿Quién soy yo para cortar las alas? Mi asignatura es la última que le queda para terminar. Lo aprobaré pero…
Cuando era alumno pensaba que si fuese profesor sería de los que dan aprobado general, que nada es suficientemente importante. Sigo pensando lo mismo, pero también creo que es más injusto todavía no ser justo con los que sí realmente lo merecen. Un lío. Juzgar es un lío.
Debo tener alguna lesión o sobrecarga, hoy me han dolido los cuádriceps y me molestan bastante mientras corro. Por si te sirve de pista, podrás ver a un chico corriendo con el pelo bastante largo y, si hace sol y calor, sin camiseta ni vergüenza en quitarla ;-)
Después no hay nada. Podemos imaginar un futuro feliz, como en los cuentos: “y fueron felices y comieron…”. Una de mis frases preferidas es la del Gatopardo (algo así): “es necesario que haya una revolución para que todo vuelva estar como antes”. Ni revoluciones y crisis. Como en la reunión de vecinos de hoy, íbamos (iban) decididos a cambiar de gestora y acabamos claudicando ante sus buenas palabras.
Necesito dormir y sol. Y tiempo, y más tiempo, y más…
A mí me gustan las películas con finales abiertos. La vida es así, mi final está por escribir. Llegará. La vida se parece más a las telenovelas, se repite, se repite. Sólo las decisiones importantes (que no he tomado) harán que cambie la (mi) historia. Pronto llegará.
Besos
Ostras! ;-)
Esas reuniones de edificio son una lata, mi mamà vive en un pìso y ella va a las reuniones, pobre, me rìo porque les pasa lo mismo que a tì eligen de nuevo a los mismos. El mundo entero es igual.
ResponderEliminarYo aquì estarè en el campo pero por lo menos no voy a esas reuniones, existen pero va G. porque son los "propietarios" y total yo no tengo nada con eso.(Existe una administraciòn tambièn)
Harry, aveces creo que estàs muy cansado para correr, no te das tregua. Y si te duele todo es porque estàs tenso (media novedad).
Me da lata cuando no terminas las historias, como que perdemos el hilo.
Eyy! yo creo que te gusta hablar en clave aunque digas que no. No te enojes sòlo te estoy molestando.
Asì que tienes el pelo largo, me gusta. no digo màs.
Para las que les interese y que aveces me visitan y yo agradezco mucho!!! puse la receta de la torta de chocolate que les hice a los niños, pero ademàs puse una foto de mi familia en que estàn los niños si la quieren ver.Besos, Gloria
Vine a hacer una prueba Pepinho, hice un experimento para poner mi foto pero me da una verguenza no s`porque, voy a probar como queda y sino sigo con la anterior, es que no sè porque cresta la gente quiere ver mi foto, para què? (Y yo como si no tuviera nada que hacer sabes como se llama Escapismo!!!) tengo que planchar y preparar cosas para mañana y la chimenea se debes estar apagando. Besos. Gloria
ResponderEliminarPepinho si leese esto te lo digo con mucho cariño, me da tanta pena cuando escribo y comento y no dices nada, nunca sé si lo leistes, si te pareció bien, te pareció mal, yo sé que estás en una epoca dificil pero a veces una pocas palabras.Por supuesto que no tines ninguna obligación. (No me vaya a llegar una reprimenda again) pero mira mi niño precioso cuando una escribe también lo hace con un esfuerzo tremendo (cosa mía lo sé) pero la gracia es tener un poco de feedback porque o sino pienso ¿Estoy haciendo el loco? ¿Por qué le escribo? o tú crees que yo nosoy insegura también , soy absolutamente humana. bueno igual te mando todo mi cariño y besos, Gloria
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarLo leo y me encanta lo que dices. He visto la (las) foto (fotos) y me ha llenado de alegría poner cara a esas palabras y ver felicidad y sinceridad en la expresión.
Me pasa una cosa, que no tengo demasiado tiempo para leer ni escribir, de hecho sólo he podido leer parte del primer comentario. Ya sabes que hay un desfase horario de unas 6 horas. Ahora tenemos que salir de compras, hace una semana que no compramos y está, por una vez en la vida, el frigorífico casi vacío. Creo, además, que iremos a recoger las bicis ;-)
Entre una cosa y otra no me puedo sentar delante del portátil hasta anochecer… Por favor, sigue (y seguid) escribiendo, aunque no aparezca estoy por aquí para escuchar, si queréis, claro.
Besos.
Gracias por contestar (te siguen marcando el paso, y a mì tambien me duchè pero todavìa no me visto y ahora tengo que prepararme para viajar) tengo dudas con la foto quizàs es mejor ser incògnita la verdad no sè. Estuve leyendo a Fernando Pessoa, porque me encanta ese poema que tienes al principio, pero otro dìa hablamos no es para un minuto. besos Gloria
ResponderEliminar