Poco a poco he ido perfeccionando cada uno de los detalles para hacer macarons. Si lo habéis intentado alguna vez no es improbable que hubieseis obtenido algún que otro pequeño fracaso, muchas recetas no acaban de precisar la temperatura ni las cantidades con exactitud.
Con mis primeros macarons quedé exultante de felicidad, ahora me parece sorprendente y casi milagroso que de aquella receta hubiese salido algo tan parecido a unos macarons. Después de tantas pruebas creo haber llegado a los detalles definitivos, con los que se hacen rápidamente y casi sin demasiadas complicaciones. La temperatura del horno debe rondar los 160-165ºC; el tiempo entre 12-16 minutos, dependiendo del tamaño; deben reposar una hora, por lo menos, antes de hornear, hasta que se forme una ligera costra en la superficie; es recomendable tamizar bien la almendra y el azúcar; el merengue italiano debe mezclarse sin ser demasiado cuidadoso/a, la masa no debe estar muy aireada, ni muy densa ni muy líquida; la mejor forma de despegarlos es dejarlos enfriar totalmente (o con vapor de agua), si no se liberan con relativa facilidad es probable que necesitasen un par de minutos más de cocción; es muy aconsejable tener un termómetro para preparar el merengue, sin él hay que ser un verdadero experto en la preparación del jarabe.