Tarta de chocolate, pecanas y sirope de lavanda (o arce)

Capricornio dos

Are you ready?
Motivos personales. Podrían ser unos días, unas semanas o, incluso, más de un mes apartado de este de espacio de auto-relajación. La vida cambia y puede hacerlo cuando menos te lo esperas, a veces sin previo aviso, otras, aunque previsiblemente, de modo desconocido y temeroso.

Me siento desplazado por las tradiciones, las costumbres y los prejuicios. A sementeira. Por aquellos del “porque siempre ha sido así”. ¿Siempre?, defina “siempre”. “Siempre” puede ser la eternidad menos un segundo, o la humanidad, la vida de otros o tu propia vida. El toro de lidia. Animal que nace y vive con un único objetivo, utilizado y manipulado hasta la estocada final.


Debo salvaguardar la intimidad y los pormenores personales que no son de mi propiedad. No puedo entrar en detalles en este momento, más adelante, cuando pueda volver a aparecer con asiduidad quizás ponga algo así como: “basado en hechos reales” y os cuente una nueva historia real.
Hasta este momento todo lo escrito ha sido un trocito de mi vida interior y exterior, y lo seguirá siendo, sólo que de un tiempo a esta parte he cambiado los nombres de algunos de los protagonistas de mi vida para protegerlos de esos ataques a los que yo he sido sometido. Sí, yo soy Pepinho C, y parte de mi identidad va reflejada en todas las fotos, sólo basta con un ligero conocimiento de informática y un poco de pericia para poder indagar más en la intimidad. No ejerzamos de detectives, no llevaría a ningún sitio. Todo es y siempre será la verdad, mi verdad, tal y cómo veo y siento los hechos y circunstancias que me suceden.

Repito, es más que probable mi ausencia durante una etapa breve, salpicada con pequeñas apariciones fruto de la añoranza, saudade. Hoy no tengo mucho tiempo pero tengo ganas de desearos un feliz año nuevo, lleno de deseos cumplidos y nuevas ilusiones. Felices Fiestas.

“Respira más hondo, ¡vamos!, ¡más hondo!, ¡más hondo! ¡Vamos!, ¡más hondo!, ¡más hondo!, ¡más hondo! Desde el estómago, muchacho, desde aquí… Eso es. Ahora saltando. ¡Vamos! ¡Salta! ¡Vamos muchacho!, calienta esas piernas. Eso es, sin moverte del sitio. Uno-dos, uno-dos, uno-dos… ¿Qué son tus piernas? (…)

(Gallipoli, 1981) 

Espliego de sabores
Esta tarta la he hecho varias veces y con dos jarabes diferentes, ambos curiosos y poco comunes por estas tierras, lavanda y arce, ahora más fáciles de preparar o conseguir. De memoria, y hasta la fecha, creo haber publicado un único postre con sirope de lavanda, aquella tarta de ricotta y sirope de lavanda de Frank Bordoni. El resultado fue… curioso, atractivo y rico, no para todos los gustos, sí para el mío. Pese a todo me guardé el detalle del jarabe de lavanda para usarlo con chocolate, que, por ejemplo, podría quedar impresionante en una mousse.

La tarta de he hecho varias veces, eso dice mucho de ella. Unas veces (2) con sirope de lavanda y otra con sirope de arce. También he jugado con texturas, no sólo con sabores. En unas he batido generosamente la mezcla del relleno para que el chocolate se integre a la perfección en la tarta; otra me he atrevido a mezclarlo muy poco para conseguir una textura de prácticamente dos capas. Mi versión preferida es la de jarabe de lavanda con una mezcla homogénea, aunque también tiene un gusto agradable la mezcla heterogénea en forma de capas.

¡Vive como quieras! 24 de diciembre de 2008
Pretérito. Por si había alguna duda, he redescubierto que soy muy distinto, ¡bingo! No me molesta, lo que me molesta es la postura intolerante que ejerce lo común hacia lo diferente. Empezando por esas pobres expresiones que he oído calificando de penosas (que causan pena) a las personas que no siguen el camino marcado. ¿Qué pasa con los que seguimos a regañadientes el camino o los que lo intentamos pintarlo de otro color? “¡Podres!”

Y ahora, perdiendo en tiempo para trabajos de otros. Desagradecidos.

Aunque las comidas que están apareciendo por el blog no lo demuestren, he cambiado los hábitos de comidas (para Noa), principalmente la salada. Para empezar he eliminado de la dieta mi adicción a la Coca Cola Light. Cuando la acabe no compraré más, nada de bebidas gaseosas y edulcorantes artificiales. He eliminado la sacarina y el aspartamo, intentaré no tomar nada de sodio artificialmente añadido ni productos de dudosa reputación.
Como dice el refrán: “no hay mal que por bien no venga” (¿no debería ser al revés?) y las hospitalización y dieta de Noa nos está llevando a comer y planificar (en mi caso) platos con muy poca sal y muy vegetales. Es sorprendente la gran cantidad de ideas que puede surgir con unas sencillas piezas de hortalizas o verduras. Pero claro, yo sigo combinando una dieta de lo más extraña, las gominolas siguen destrozándome la salud.

The Sweet Hereafter
Para mí sólo tengo un verdadero deseo...

Para el próximo año se me ocurren de inmediato una serie de deseos incoherentes e inconexos, paranoias personales de lo absurdo:

• Que Obama cumpla sus promesas y, por lo menos, un 5% de las expectativas.
• Que deje de existir el G-8, el G-20 y los Gilipollas. Que nos acordemos de los restantes pueblos.
• Que los fumadores dejan de hacerlo; que los que no lo consigan dejen de tirar la colilla al suelo; que los que tampoco lo consigan, dejen de tirarla encendida; que los que no lo consigan no lo hagan en los bosques; y que todos dejen de fumar en presencia de un no fumador.
• Que las Naciones Unidas sean realmente Unidas.
• Que quejen de existir las guerras preventivas y que nos prevengan de los que las crean.
• Que la ONU deje de hacer la vista gorda ante el abuso israelí. En las guerras no hay buenos ni malos, pero hay unos más malos que otros.
• Que la felicidad esté muy repartida, más que el gordo de Navidad.
• Que nos olvidemos de la crisis. Que la única crisis sea la del R. Madrid.
• Que Dios (Theos) esté con nosotros.
• Que “el dulce por venir” sea “el dulce porvenir”.
• Que “buenos días” signifiquen BUENOS DÍAS.
• Que el amor sea eterno y esta vida no.
• Que no se espere nada de mí y que pueda darlo todo.
• Que vuelva a dirigir Peter Weir, ya le toca, y que pueda verlo.
• Que pueda tener unas tres horas al día para mis aficiones.
• Que el índice de lecturas y respuestas a los correos del buzón de entrada se incremente hasta el 7%, por lo menos.
• Que con vuestra ayuda este blog siga siendo un lugar de encuentros, de acuerdos y desacuerdos.

“(…)
- ¿Qué son tus piernas?
- Muelles, muelles de acero
- ¿Y qué van a hacer?
- Llevarme a toda velocidad.
- ¿A qué velocidad puedes correr?
- A la de un leopardo.
- ¿Y a qué velocidad vas a correr?
- A la de un leopardo.
- Pues veamos cómo lo haces.”

Gallipoli (1981)

Ingredientes
Para un moolde de unos 22 cm. de diámetro y relativamente alto.

• Base de masa dulce u otra que os guste.
• 115 gr. de chocolate negro del 50% de cacao [*]
• 55 gr. de mantequilla troceada.
• 3 huevos grandes.
• 300 gr. de sirope de lavanda [**] o arce (claro o intermedio).
• 100 gr. de azúcar moreno ligero o blanco.
• 8 ml. de extracto de vainilla.
• 2 pizcas de sal (~1/8 de cucharilla de té)
• 165 gr. de pecanas peladas y enteras (en mitades) [***]

Notas:
[*] En supermercados y grandes superficies el único chocolate con ese porcentaje de cacao que conozco es el “Chocolate Negro Extrafino” de Nestlé, que tiene un mínimo de 49%. Si se desea, puede sustituirse por el clásico chocolate negro (quizás disminuyendo la cantidad de mantequilla) u otro con un porcentaje intermedio de cacao.
[**] No es demasiado sencillo conseguir la densidad apropiada para el sirope. Contra lo que digo en la receta de la tarta de queso, el sirope se vuelve denso al enfriar, para ello debe hervirse la mezcla durante poco tiempo, esperando a que enfríe y gane consistencia sin que llegue a cristalizar. Existen técnicas más elaboradas con la inclusión de ácidos (…) que en este caso no son necesarias.
[***] Las nueces pecanas podrían ser troceadas. Personalmente, como son muy suaves y blanditas, creo que queda mejor si se presentan enteras, sólo divididas en las dos mitades. En el supermercado Carre4 ;-) existen unas ya peladas, yo no las recomendaría, pues son saladas, camuflando y modificando el verdadero sabor del postre. Cómprense enteras y extráiganse con cuidado.

(1) Si lo queremos hacer con sirope de lavanda, preparamos el sirope la noche anterior (o unos días antes), tal y como se expone en la receta de sirope de lavanda.
A diferencia de lo indicado en esa receta, he hecho algún cambio para evitar la cristalización y mejorar el resultado final:
(a) El sirope lo he preparado con unas 4-5 cucharillas de té de lavanda seca y unos 250 gr. de azúcar. También he añadido un poco de zumo de limón para dificultar la cristalización, así como un poco de Golden syrup (o miel suave).
(b) La cantidad de agua no tiene que ser precisa, lo importante es el punto de caramelización. Usualmente la misma cantidad en volumen que de azúcar o algo menos.
(c) Como no he usado el termómetro no podría precisar con exactitud la temperatura del jarabe. Ha estado entre 2-5 minutos desde que se ha disuelto el azúcar, bajando la temperatura a fuego lento una vez ha hervido. Lo he dejado enfriar y reposar toda la noche. Al día siguiente comprobaremos la densidad, que debe ser la de jarabe líquido, más ligera que la miel, y colaremos las flores de lavanda. Puede conservarse varios días en el frigorífico.

(2) Preparamos la masa dulce tal y como se indica en la receta de masa dulce.
Precalentamos el horno a 175ºC. Engrasamos ligeramente con margarina y enharinamos la base desmoldable de unos 22 cm. de diámetro, eliminando el exceso de harina. Extendemos la masa que ha reposado en el frigorífico (o unos 15-20 min. de congelador si tenemos prisa) entre dos bolsas de congelación abiertas y, eliminado una de las dos bolsas, extendemos sobre la base, ayudándonos de la otra bolsa y ejerciendo presión sobre ella. Retiramos la bolsa con cuidado y pinchamos la superficie con un tenedor para que no crezca en el horno.
Introducimos unos minutos en el frigorífico mientras preparamos los garbanzos o alubias que ejercerán de presión sobre la masa. Recortamos un trozo de papel vegetal y lo extendemos sobre la base. La rellenamos con unos garbanzos secos para que ejerzan presión y horneamos a 175ºC durante unos 15 minutos. Retiramos el relleno de garbanzos y cocinamos durante unos 5 minutos más.

(3) Mientras se hornea preparamos el relleno. En un cazo a fuego bajo o al baño María fundimos la mantequilla con el chocolate troceado. Una vez la mantequilla se haya derretido y el chocolate empiece a derretirle, los retiramos del fuego y mezclamos con una espátula de plástico hasta fundir totalmente.
Para hornear la tarta el horno debe estar precalentado a unos 155º C. Batimos los huevos con el azúcar y añadimos el sirope, el extracto de vainilla y la sal, batiendo bien para que se integre la mezcla.

(4) Vertemos la mezcla de chocolate fundido y batimos bien hasta que se haya incorporado totalmente y sea homogéneo. Si no lo hacemos bien se dividirá en dos capas al hornear. Añadimos las pecanas y mezclamos. Volcamos suavemente el relleno sobre la base prehorneada y cocinamos en horno precalentado a unos 150-160º C durante unos 55 min a una hora. Una hora, quizás.
Un postre para sorprender a todos.
Mucha felicidad para el nuevo año.