Gente (todavía más) corriente
Si llega a publicarse esta receta antes de que acabe la Semana Santa casi podría asegurar que lo he hecho desde un ciber(ya no)café y que no podré participar en los debates ni comentarios que me lleguen al correo hasta pasadas estas fechas de penitencia.
La he hecho muchas veces pero nunca la había publicado, la he usado mucho para platos fritos, bases de tartas o repostería horneada poco exigente. Para contrastar las experiencias he buscado esta receta en Internet y todas las que he encontrado se basan en la misma idea con pequeñas variantes. Unas con menos mantequilla (un poco) y otras con algo de menos agua (muy poca). Con esta proporción de mantequilla conseguimos un hojaldrado mayor y con esta cantidad de agua obtenemos una masa más suave. Incluso podría añadirse algún aromático o manteca no fría.
La receta es muy sencilla: igual cantidad de harina que de mantequilla y la mitad de agua, después sólo falta un poco de sal. Como en el hojaldre tradicional es mejor usar una mezcla de harina de fuerza con harina normal, cada cual según sus experiencias personales.
La idea de hacer así el hojaldre es muy imaginativa. Yo más que “hojaldre rápido”, que lo es, le llamaría: “hojaldre sencillo”, que lo es mucho más. Al usar mantequilla congelada no se integra en la masa y forma capas de materia grasa intercaladas dentro de ella. El agua muy fría se usa para evitar calentar la mantequilla y que forme parte de la masa. Si la mantequilla se integrase en la masa (harina-agua-sal) tendríamos una masa quebrada y no hojaldre.
Cuando se hornea el hojaldre se funden las capas de mantequilla, conformando el característico laminado. Como la mantequilla se ha repartido por toda la masa no es necesario dar gran número de vueltas, entre dos y cuatro (dependiendo del tamaño de los “pegotes” de mantequilla).
Acabando con los mitos y los errores.
Se suele pensar que hacer hojaldre es difícil. ¡No! Preparar el hojaldre clásico requiere un trabajo preciso, una perfecta elaboración o mucha práctica pero para la mayoría de usos (bases de tartas, empanadas, masas fritas,…) un hojaldre rápido es perfecto y muy fácil de hacer, tanto como una masa quebrada, que también tiene su “dificultad” para conseguir que no se contraiga en el horno.
Podría pensarse que cuanto más vueltas mejor. ¡No!, ¡no se pasen con el número de vueltas! Si le damos demasiadas vueltas las capas de mantequilla desaparecerían y se mezclarían con la masa. Al hornearla no se fundiría la inexistente capa de mantequilla y no conseguiremos un buen hojaldre.
Definitivamente no nos hemos ido de viaje (largo), aún así no hemos podido evitar darnos una escapadita. Teo es demasiado pequeño y la frecuencia con la que come, cada 3 horas, iba a dificultar las visitas. Ya hablaremos a la vuelta.
Superdotado. Ahora que soy padre, muchas de las conversaciones con afines se focalizan hacia la temática de los hijos. Me desagrada la obsesión de muchos padres y madres por hacer de sus hij@s eso que llaman “hombres y mujeres de provecho”, volcando sus frustraciones personales y exigiéndoles aquello que ellos no han podido (o querido) conseguir. “Estimulación cognitiva”, dicen algunos. Clases de solfeo, piano, baile, inglés, chino, tenis, ruso, estimulación de la lectura y ni un sólo minuto para jugar, para ejercer de lo que son: niños. No debemos robarles su infancia. ¿Dónde reside la felicidad?
Hace unas semanas, mientras pasaba fugazmente (como siempre) por la sala de profesores, pude oír conversaciones que eran motivo de un interesante debate. Me paré por unos minutos a escuchar cómo uno de los participantes ironizaba sobre el hecho de que en la urbanización en la que vivía había el mayor número de niños con “altas capacidades” por metro cuadrado. No es mi intención debatir sobre ello, me preocupan mucho más los conceptos transversales que subyacen tras esta problemática. Para mí uno de los mayores errores está en pensar que una alta capacidad garantiza la felicidad, más bien diría lo contrario, te aísla de un mundo en el que pareces no encajar y que nunca valorará tu esfuerzo.
Entre las corrientes de opinión que percibo están los que creen que tener un CI por encima de la media (¿qué media?) te abre un mar de posibilidades en el futuro. ¿Qué es un superdotado? ¿Alguien que tiene mayor capacidad de comprensión, expresión, análisis,…? Me pregunto por qué esa manía de centrarnos en el tema intelectual. Personajes populares del mundo del deporte, la cultura, la comunicación, la cocina, según esos varemos difícilmente podrían ser descritos como personas con altas capacidades, aun siento los mejores en sus respectivos campos (el tenis, el periodismo, el arte,…).
Está de moda la (acertada) tesis de las 10.000 horas, aquella por la que para tener éxito (perdón, ¡fama!) en un campo determinado todo el mundo necesita un mínimo de 10.000 horas de dedicación exclusiva a esa actividad: Rafa Nadal, Bill Gates, Dani Pedrosa, Mozart,… Por mucha capacidad que se le presuponga han tenido que sacrificar su infancia para alcanzar esos logros que (en la mayoría de los casos) sus padres planearon desde pequeños.
Hemos pasado de una educación en lo que lo importante era el esfuerzo a otra que valora las capacidades por encima de todo.
Cuando yo estudiaba en el Instituto pensaba que podría aprender sin estudiar, que las horas de clase me llegarían siempre para adquirir las capacidades que me permitiesen avanzar en el conocimiento o que el saber se crearía por sí sólo. No habituado al estudio y la constancia, la facultad cambió mi modo de pensar. En la Universidad las clases son la punta de un iceberg, las reglas mínimas en las que se basaba el verdadero conocimiento. Había conceptos que difícilmente podría adquirir por la experiencia, debía estudiar (lo necesario) y me costó aceptarlo, antes no estaba acostumbrado a hacerlo. Así llegó la primera frustración: era necesario (algo de) esfuerzo. No llegaría con estudiar una noche antes, dependiendo de la asignatura, necesitaría dedicarle unas horas durante varios días antes del examen. Aún sigo cayendo en los mismos errores y prisas pero ya no me cogen desprevenido.
Hace un par de semanas veía y escuchaba una entrevista con el motorista Jorge Lorenzo, contaba que cuando era pequeño se pasaba casi todo el tiempo libre entrenando con su padre. Se le notaba cierto resentimiento y dolor por la pérdida de su infancia (promovido por su padre), por mucho que hubiese dicho: “pero en el fondo ha valido la pena”. Me imagino a los padres que conviven en esa urbanización con mi compañero de trabajo, incentivando permanentemente a sus hij@s en la lectura, las artes o el estudio. Aquí me surge otra duda: ¿qué parte es genética y qué parte fruto de la interacción con un medio? ¿Qué realza tus capacidades? Como Huxley, prefiero pensar que en el mundo no existen “alfas” ni “betas”, que las circunstancias nos llevan por caminos insospechados y un entorno apropiado puede estimularnos en alguna de nuestras muchas capacidades.
No soy partidario de las clasificaciones: los listos, los inteligentes, los guapos, los feos, los alfas, los betas… Como docente podría decir que entre el mejor programador de clase y el peor hay un abismo, en cambio (curiosamente) el peor alumno es con diferencia el mejor futbolista (¿qué es más importante para su felicidad?).
Sé que si pudiese dar atención personalizada a cada uno de ellos conseguiría que TODOS alcanzasen los objetivos planteados al principio del curso, porque todos los grupos son altamente heterogéneos en intereses, capacidades de abstracción, nivel de atención, gustos,… Al final siempre acabo cometiendo el error de seguir el ritmo del primero e intentar que unos pocos puedan alcanzarlo. Como me siento culpable de mi gran error como profesor termino por aprobar a más de la cuenta.
Otra noticia que me causó cierto sabor agridulce fue cuando descubrí al que ha sido el primer titulado universitario europeo con síndrome de Down. La noticia tenía una doble lectura, una positiva: la capacidad de poder conseguir todo lo que te propongas (con una adecuada estimulación); y una lectura muy negativa: la felicidad reside en el éxito. De inmediato pensé en todos aquellos padres de hijos con minusvalías (todos somos “minus-válidos que…”) obsesionados con buscar la felicidad de sus hijos a través del logro profesional, en todos los que no lo habían conseguido y la frustración por no haberlo hecho, en una sociedad que emplea unos falsos varemos para valorar.
Más importante que todo eso es que todas las personas puedan integrarse en una sociedad que no los/nos mire como “bichos raros”, yo también soy un “bicho raro”. Más importante es que esa integración se pueda hacer en cualquier nivel educativo y formativo, en cualquier sector, que la sociedad sea consciente que la felicidad reside en las circunstancias más elementales y triviales. Un gol.
Cuando estudiaba en el seminario había una lectura bíblica que odiaba: la de los talentos. Esa en la que uno enterraba los suyos y otro los invertía en ING. ¿Y quién le ha pedido a Dios el talento?
¿Dónde reside la felicidad? El indiomable Will Haunting. A los que no la hayan visto le recomendaría una película que trata el tema desde un punto de vista afectivo, incluyendo la lucha personal entre lo que sabes hacer bien y qué has deseado hacer desde siempre. La elección entre una vida sencilla en pareja (lo deseado) y una vida como matemático de prestigio.
La receta básica es muy fácil de recordar: la misma cantidad de harina que de mantequilla y, aproximadamente, la mitad de agua. Por supuesto, con un poco de sal. Ideas: podría sustituirse parte de la harina (~10% por cacao) y tendremos un hojaldre rápido de cacao.
El agua debe estar casi congelada, para ello, una o dos horas antes de preparar el hojaldre, el tiempo necesario para que no llegue a formar hielo, introducimos el agua (mineral) en el congelador.
(2) Troceamos la mantequilla en fragmentos pequeños, si son muy pequeños tendremos que darle menos vueltas pero si los cortamos demasiado podríamos calentar la masa. En un cuenco grande mezclamos la harina con la sal (alguna vez le he echado un aromático), añadimos la mantequilla congelada (si se ha calentado la podemos introducir de nuevo en el congelador) y el agua casi helada. Mezclamos con las manos rápidamente hasta formar una masa.
(3) Procedemos a darle un pliegue simple, esto es: estiramos la masa con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada hasta formar un rectángulo; sobre el lado largo practicamos dos dobleces, una desde cada extremo, de modo que queden tres capas, la central, la primera doblez y la del extremo opuesto.
Introducimos el hojaldre en el frigorífico por un período de 40 min o más. Entre cada vuelta debe reposar en frío. El número de vueltas va a depender del tamaño de los trozos de mantequilla, con 3 ó 4 son más que suficientes, hasta que no se distingan los pegotes de mantequilla.
Nota: ¡y eso es rápido!. Aunque como he dicho creo que más bien debía llamarse “hojaldre fácil”, también podría llamarse “rápido”. Yo muchas (muchísimas) veces le doy dos vueltas seguidas, sin reposar, por lo que en media hora ya está preparado. Otras le doy una vuelta doble (con cuatro pliegues), una sencilla y no lo dejo reposar. Digamos que para que quede “mejor”, y si no tenemos demasiada práctica, es recomendable hacerlo la primera vez con reposo para que no se funda la mantequilla.
Guardamos en el frigorífico envuelto en película de cocina antes de su uso. Ideal para bases de tartas, masas fritas o determinado tipo de pasteles no demasiado exigentes.
Cañitas de crema
Antes de nada quisiera aclarar mi ausencia durante estos días, desaparición que durará varios días más, hasta el momento en que nos encontremos en casa. “En casa” siempre estamos, he querido decir: con posibilidades de conectarme al mundo de Internet, el submundo de la gente que busca y encuentra.Si llega a publicarse esta receta antes de que acabe la Semana Santa casi podría asegurar que lo he hecho desde un ciber(ya no)café y que no podré participar en los debates ni comentarios que me lleguen al correo hasta pasadas estas fechas de penitencia.
xuxos de crema
Inicialmente esta receta no estaba pensada para tener su propia entrada, iba a formar parte de la siguiente receta dulce que publicaré. A medida que he ido escribiendo me he dado cuenta que es una receta con la suficiente entidad y posibilidades como para tener un apartado propio.La he hecho muchas veces pero nunca la había publicado, la he usado mucho para platos fritos, bases de tartas o repostería horneada poco exigente. Para contrastar las experiencias he buscado esta receta en Internet y todas las que he encontrado se basan en la misma idea con pequeñas variantes. Unas con menos mantequilla (un poco) y otras con algo de menos agua (muy poca). Con esta proporción de mantequilla conseguimos un hojaldrado mayor y con esta cantidad de agua obtenemos una masa más suave. Incluso podría añadirse algún aromático o manteca no fría.
La receta es muy sencilla: igual cantidad de harina que de mantequilla y la mitad de agua, después sólo falta un poco de sal. Como en el hojaldre tradicional es mejor usar una mezcla de harina de fuerza con harina normal, cada cual según sus experiencias personales.
La idea de hacer así el hojaldre es muy imaginativa. Yo más que “hojaldre rápido”, que lo es, le llamaría: “hojaldre sencillo”, que lo es mucho más. Al usar mantequilla congelada no se integra en la masa y forma capas de materia grasa intercaladas dentro de ella. El agua muy fría se usa para evitar calentar la mantequilla y que forme parte de la masa. Si la mantequilla se integrase en la masa (harina-agua-sal) tendríamos una masa quebrada y no hojaldre.
Cuando se hornea el hojaldre se funden las capas de mantequilla, conformando el característico laminado. Como la mantequilla se ha repartido por toda la masa no es necesario dar gran número de vueltas, entre dos y cuatro (dependiendo del tamaño de los “pegotes” de mantequilla).
Cañitas de crema
Esta masa es perfecta para masas fritas: tequeños, cañitas, empanadillas, xuxos,…; horneadas: bases de tartas, pequeños pasteles (rellenos), empanadas, pasteles de nata,… Ejemplos que he practicado y que pueden verse en las fotografías.Acabando con los mitos y los errores.
Se suele pensar que hacer hojaldre es difícil. ¡No! Preparar el hojaldre clásico requiere un trabajo preciso, una perfecta elaboración o mucha práctica pero para la mayoría de usos (bases de tartas, empanadas, masas fritas,…) un hojaldre rápido es perfecto y muy fácil de hacer, tanto como una masa quebrada, que también tiene su “dificultad” para conseguir que no se contraiga en el horno.
Podría pensarse que cuanto más vueltas mejor. ¡No!, ¡no se pasen con el número de vueltas! Si le damos demasiadas vueltas las capas de mantequilla desaparecerían y se mezclarían con la masa. Al hornearla no se fundiría la inexistente capa de mantequilla y no conseguiremos un buen hojaldre.
Xuxos de crema
Definitivamente no nos hemos ido de viaje (largo), aún así no hemos podido evitar darnos una escapadita. Teo es demasiado pequeño y la frecuencia con la que come, cada 3 horas, iba a dificultar las visitas. Ya hablaremos a la vuelta.
Superdotado. Ahora que soy padre, muchas de las conversaciones con afines se focalizan hacia la temática de los hijos. Me desagrada la obsesión de muchos padres y madres por hacer de sus hij@s eso que llaman “hombres y mujeres de provecho”, volcando sus frustraciones personales y exigiéndoles aquello que ellos no han podido (o querido) conseguir. “Estimulación cognitiva”, dicen algunos. Clases de solfeo, piano, baile, inglés, chino, tenis, ruso, estimulación de la lectura y ni un sólo minuto para jugar, para ejercer de lo que son: niños. No debemos robarles su infancia. ¿Dónde reside la felicidad?
Hace unas semanas, mientras pasaba fugazmente (como siempre) por la sala de profesores, pude oír conversaciones que eran motivo de un interesante debate. Me paré por unos minutos a escuchar cómo uno de los participantes ironizaba sobre el hecho de que en la urbanización en la que vivía había el mayor número de niños con “altas capacidades” por metro cuadrado. No es mi intención debatir sobre ello, me preocupan mucho más los conceptos transversales que subyacen tras esta problemática. Para mí uno de los mayores errores está en pensar que una alta capacidad garantiza la felicidad, más bien diría lo contrario, te aísla de un mundo en el que pareces no encajar y que nunca valorará tu esfuerzo.
Entre las corrientes de opinión que percibo están los que creen que tener un CI por encima de la media (¿qué media?) te abre un mar de posibilidades en el futuro. ¿Qué es un superdotado? ¿Alguien que tiene mayor capacidad de comprensión, expresión, análisis,…? Me pregunto por qué esa manía de centrarnos en el tema intelectual. Personajes populares del mundo del deporte, la cultura, la comunicación, la cocina, según esos varemos difícilmente podrían ser descritos como personas con altas capacidades, aun siento los mejores en sus respectivos campos (el tenis, el periodismo, el arte,…).
Está de moda la (acertada) tesis de las 10.000 horas, aquella por la que para tener éxito (perdón, ¡fama!) en un campo determinado todo el mundo necesita un mínimo de 10.000 horas de dedicación exclusiva a esa actividad: Rafa Nadal, Bill Gates, Dani Pedrosa, Mozart,… Por mucha capacidad que se le presuponga han tenido que sacrificar su infancia para alcanzar esos logros que (en la mayoría de los casos) sus padres planearon desde pequeños.
Hemos pasado de una educación en lo que lo importante era el esfuerzo a otra que valora las capacidades por encima de todo.
Cuando yo estudiaba en el Instituto pensaba que podría aprender sin estudiar, que las horas de clase me llegarían siempre para adquirir las capacidades que me permitiesen avanzar en el conocimiento o que el saber se crearía por sí sólo. No habituado al estudio y la constancia, la facultad cambió mi modo de pensar. En la Universidad las clases son la punta de un iceberg, las reglas mínimas en las que se basaba el verdadero conocimiento. Había conceptos que difícilmente podría adquirir por la experiencia, debía estudiar (lo necesario) y me costó aceptarlo, antes no estaba acostumbrado a hacerlo. Así llegó la primera frustración: era necesario (algo de) esfuerzo. No llegaría con estudiar una noche antes, dependiendo de la asignatura, necesitaría dedicarle unas horas durante varios días antes del examen. Aún sigo cayendo en los mismos errores y prisas pero ya no me cogen desprevenido.
Hace un par de semanas veía y escuchaba una entrevista con el motorista Jorge Lorenzo, contaba que cuando era pequeño se pasaba casi todo el tiempo libre entrenando con su padre. Se le notaba cierto resentimiento y dolor por la pérdida de su infancia (promovido por su padre), por mucho que hubiese dicho: “pero en el fondo ha valido la pena”. Me imagino a los padres que conviven en esa urbanización con mi compañero de trabajo, incentivando permanentemente a sus hij@s en la lectura, las artes o el estudio. Aquí me surge otra duda: ¿qué parte es genética y qué parte fruto de la interacción con un medio? ¿Qué realza tus capacidades? Como Huxley, prefiero pensar que en el mundo no existen “alfas” ni “betas”, que las circunstancias nos llevan por caminos insospechados y un entorno apropiado puede estimularnos en alguna de nuestras muchas capacidades.
No soy partidario de las clasificaciones: los listos, los inteligentes, los guapos, los feos, los alfas, los betas… Como docente podría decir que entre el mejor programador de clase y el peor hay un abismo, en cambio (curiosamente) el peor alumno es con diferencia el mejor futbolista (¿qué es más importante para su felicidad?).
Sé que si pudiese dar atención personalizada a cada uno de ellos conseguiría que TODOS alcanzasen los objetivos planteados al principio del curso, porque todos los grupos son altamente heterogéneos en intereses, capacidades de abstracción, nivel de atención, gustos,… Al final siempre acabo cometiendo el error de seguir el ritmo del primero e intentar que unos pocos puedan alcanzarlo. Como me siento culpable de mi gran error como profesor termino por aprobar a más de la cuenta.
Otra noticia que me causó cierto sabor agridulce fue cuando descubrí al que ha sido el primer titulado universitario europeo con síndrome de Down. La noticia tenía una doble lectura, una positiva: la capacidad de poder conseguir todo lo que te propongas (con una adecuada estimulación); y una lectura muy negativa: la felicidad reside en el éxito. De inmediato pensé en todos aquellos padres de hijos con minusvalías (todos somos “minus-válidos que…”) obsesionados con buscar la felicidad de sus hijos a través del logro profesional, en todos los que no lo habían conseguido y la frustración por no haberlo hecho, en una sociedad que emplea unos falsos varemos para valorar.
Más importante que todo eso es que todas las personas puedan integrarse en una sociedad que no los/nos mire como “bichos raros”, yo también soy un “bicho raro”. Más importante es que esa integración se pueda hacer en cualquier nivel educativo y formativo, en cualquier sector, que la sociedad sea consciente que la felicidad reside en las circunstancias más elementales y triviales. Un gol.
Cuando estudiaba en el seminario había una lectura bíblica que odiaba: la de los talentos. Esa en la que uno enterraba los suyos y otro los invertía en ING. ¿Y quién le ha pedido a Dios el talento?
¿Dónde reside la felicidad? El indiomable Will Haunting. A los que no la hayan visto le recomendaría una película que trata el tema desde un punto de vista afectivo, incluyendo la lucha personal entre lo que sabes hacer bien y qué has deseado hacer desde siempre. La elección entre una vida sencilla en pareja (lo deseado) y una vida como matemático de prestigio.
Empanadillas de espinacas
Hojaldre rápidoLa receta básica es muy fácil de recordar: la misma cantidad de harina que de mantequilla y, aproximadamente, la mitad de agua. Por supuesto, con un poco de sal. Ideas: podría sustituirse parte de la harina (~10% por cacao) y tendremos un hojaldre rápido de cacao.
- 75 gr. de harina de fuerza.
- 75 gr. de harina
- Sal, una cucharadita.
- 150 gr. de mantequilla congelada.
- 75 ml. de agua casi congelada.
El agua debe estar casi congelada, para ello, una o dos horas antes de preparar el hojaldre, el tiempo necesario para que no llegue a formar hielo, introducimos el agua (mineral) en el congelador.
(2) Troceamos la mantequilla en fragmentos pequeños, si son muy pequeños tendremos que darle menos vueltas pero si los cortamos demasiado podríamos calentar la masa. En un cuenco grande mezclamos la harina con la sal (alguna vez le he echado un aromático), añadimos la mantequilla congelada (si se ha calentado la podemos introducir de nuevo en el congelador) y el agua casi helada. Mezclamos con las manos rápidamente hasta formar una masa.
(3) Procedemos a darle un pliegue simple, esto es: estiramos la masa con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada hasta formar un rectángulo; sobre el lado largo practicamos dos dobleces, una desde cada extremo, de modo que queden tres capas, la central, la primera doblez y la del extremo opuesto.
Introducimos el hojaldre en el frigorífico por un período de 40 min o más. Entre cada vuelta debe reposar en frío. El número de vueltas va a depender del tamaño de los trozos de mantequilla, con 3 ó 4 son más que suficientes, hasta que no se distingan los pegotes de mantequilla.
Nota: ¡y eso es rápido!. Aunque como he dicho creo que más bien debía llamarse “hojaldre fácil”, también podría llamarse “rápido”. Yo muchas (muchísimas) veces le doy dos vueltas seguidas, sin reposar, por lo que en media hora ya está preparado. Otras le doy una vuelta doble (con cuatro pliegues), una sencilla y no lo dejo reposar. Digamos que para que quede “mejor”, y si no tenemos demasiada práctica, es recomendable hacerlo la primera vez con reposo para que no se funda la mantequilla.
Guardamos en el frigorífico envuelto en película de cocina antes de su uso. Ideal para bases de tartas, masas fritas o determinado tipo de pasteles no demasiado exigentes.
33 comentarios:
Ola!
Pois esta vense directa á miña saca de receitas "made in" Pepinho, e espero non tardar moito en poder facela.
Están as cousas revolucionadas e un non sempre conta co tempo q lle gustaría adicarlle á cociña/internet/... pero nunca deixo de pasarme, é unha marabilla visitar este rinconciño.
Vou meter unha mazá na boca, a ver se mato o gusanillo.
Unha aperta, Lorena
Que fácil parece cuando tú lo cuentas, a mi el hojaldre me parece todavía dificil, pero leyendote creo que me voy a animar.
Eres un artista. y esas empanadillas.... deben ser pecado capital. Un saludo y feliz semana santa.
Me ha encantado tu receta. Todavía ni me he atrevido con el hojaldre "de verdad" así que quizás empiece con este. Voy a probar.
Un saludo, Begoña
Pepinho, quizas cuando leerás esto. No soy buena compañía ando triste. (lo siento no me siento en confianza para expresarlo aquí) ya no.
Pero igual te quería dejar un saludo, que descanses, que estes bien con teo y tu familia. He pasado por esos estúpidos debates de los padres (es una de las razones porque chocamos con Gerardo) quiero que mis hijos sean plenamente felices haciendo lo que ellos quieran, eso quiero y a Teo le deseo lo mismo.
La felicidad es muchas veces hacer aquello que te hace feliz que hace que tu alma vuele alto, (es difícil explicarlo) que vuele por sobre todas las cosas aparentemente importante, o sea tú descubres o cada uno lo que es importante, ya Teo lo descubrirá por mientras que Dios lo bendiga.
Muchos cariños, Gloria
Perdona, no te dije nada de la receta, es una receta estupenda como todas las tuyas, la haré, gracias por el tiempo que te das.Harés unas tartaletas pequeñas espero. besoos, Gloria
Qué sencillo parece tu hojaldre, tengo que probarlo antes de que empiece a hacer demasiado calor en mi cocina.
Que disfrutes de tus primeras vacaciones con Teo
Un beso
que sencillitolo haces parecer!!! pero yo no me animo todavia,las fotos estupendas,se nota que estaba todo super delicioso!!!!
Hola Harry
Esta vez has propuesto una receta que parece sencilla, pero con la que se suele cosechar fracaso tras fracaso y que , al menos los que somos torpes, acabamos resolviendo en el super de turno. Pero sinembargo, he visto una diferencia para afrontarla con un poquito mas de esperanza. Tienes la virtud de explicar las cosas de una forma que se entienden con facilidad, incluso para los profanos como yo. Supongo que, como consecuencia de tu profesion y de algun don natural, transmites la suficiente sencillez a tu forma de describir las recetas como para sentirse con ganas y posibilidades de intentar hacerlas al leerlas, y te aseguro que no es facil conseguir ese efecto. Hacer un hojaldre correcto no es un mito, es una empresa harto complicada si no se dispone de un manual de instrucciones muy preciso y detallado como el que nos has apuntado.
Estoy de acuerdo, en parte, con la relacion paterno-filial que describes, pero solo en parte. Los padres tenemos una cierta fijacion con conseguir que la vida trate mejor a nuestros retoños que lo que nos ha tratado a nosotros y para eso les marcamos una ruta, cuando ellos todavia no pueden elegir, que entendemos que es la mas adecuada para conseguir ese objetivo. Es cierto que nos olvidamos demasiadas veces que un niño es uniño y no se le debe inculcar ese miedo a "vives en una sociedad muy competitiva y si no estas preparado para ser el mejor seras un desgraciado". Pero tampoco esa es la norma general. En esto, como en botica hay de todo y para todos los gustos, pero reconozco que los mensajes que recibimos cada dia nos quieren empujar hacia ese camino.
En cualquier caso, nuestros hijos, por suerte, llega un momento en que toman sus propias decisiones, equivocadamente o no, pero son las suyas.
¿Que padre o madre no hemos cometido los mismos "errores" que, cuando no lo eramos, pensabamos que estaban cometiendo con nosotros?
Algunas cosas son dificiles de cambiar a pesar del relevo generacional.
Felicidad, ¿que es felicidad?.
No puedo negar su existencia puesto que estoy hablando de ella, pero cada vez tengo mas claro que es una utopia imposible de alcanzar.
Un abrazo
Carlos
Buff Pepe. Has tocado un tema que tengo tan cercano, tan a diario. Creo que un niño sobreestimulado a un niño de AACC son muy distintos y se a la legua. Lo cierto es que la sociedad es la que es y debemos acostumbrarnos a que difícilmente dejará de ser como es.
Todavía el talento es algo que se pone en duda cuando nos referimos a lo intelectual. No sucede lo mismo con el deportivo.
Mi sobrino es un as en fútbol, estoy segura que mis excuñados ya lo están viendo con alguna camiseta nacional. Sus abuelos (mis casi exsuegros) no se cansan en alabarlo en familia, en irlo a ver a sus competiciones. El caso contrario, el que me toca a mi muy de cerca es un niño más bien catalogado como torpe para determinados deportes, pero es muy bueno intelectualemte. Resultado: se siente infeliz porque no lo van a ver a sus competiciones de judo o vela, no le felicitan por sus 7 sobresalientes (que ha conseguido también por su esfuerzo) y se siente tremendamente incomprendido.
Qué triste! Pero a otros no sucedió lo mismo antes. Sólo que no lo supieron ver y en algunos casos conseguimos salir adelante.
Tu hojaldre, bien rápido, lento o como gustes, sigue siendo TU hojaldre. El mío no tiene punto de comparación. Un desastre que ni se merece ser fotografiado.
Así que seguiré comprando el prefabricado.
Buena penitencia...esas cañas están de un rico subido, que metería la lengua para tomar la crema y después la volvería a rellenar para darle un mordisquito.
Muacs dulces llenos de tambores y cornetas, con olor a cera quemada y a chocolate con churros esperando en casa.
No he probado a hacer hojaldre, le tengo miedo. Igual me animo con el tuyo.
Saludos
Pepe regresa que se te echa de menos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Pues yo pienso como tú: ser más listo que la media no te garantiza nada. Creo que las circunstancias personales: familia, entorno, carácter tienen mucho que ver con ello.
En cuanto a Jorge Lorenzo (los hermanos Jackson y tantos otros padres que han forzado a sus hijos a cumplir sus propios sueños) basta esperar para ver que cuando el sueño ha pasado (es imposible no despertar de un sueño a no ser que mueras)no queda nada más que pedazos rotos.
Vic
No creo que haga nunca hojaldre. Uffff, demasiado tiempo y demasiado trabajo. Pero quien sabe, alguna vez me pico.
Sobre el tema de los hijos hay millones de opiniones y experiencias distintas, no en vano cada persona es diferente y en el caso que mencionas ¿por qué sentir desagrado o rechazo a que nuestros hijos sean más y mejores que nosotros?. Quitando casos excesivos, que los hay pero que no creo que constituyan la norma y es absolutamente legítimo y positivo querer que, con nuestra experiencia, nuestros hijos sean igual o mejores que nosotros. ¿Robarles la infancia?, qué bonito queda pero que incongruente también. Los niños, con padres normales que saben hasta donde pueden “ocupar” a sus vástagos, tienen tiempo para jugar, para estudiar, para descansar y para hacer el vago, que ha veces hace falta. Por el contrario, la infancia es la etapa perfecta para inculcar en el niño el amor por el estudio, por el trabajo bien hecho, etc., etc. Lo hacen como un juego, para ellos no supone esfuerzo y sin embargo la cosecha puede ser excelente.
Naturalmente que tendemos a fijar aquellas cosas que a los padres nos gustan dejando de lado lo que no nos gusta o no somos capaces. En mi caso detesto el deporte, cualquier tipo de deporte, y nunca fomenté esa parte de la educación, aunque les enseñé a todos a nadar y a montar en bici, y dejé que en el colegio hicieran lo que quisieran. Hoy todos practican uno o más deportes.
Sin embargo fomenté muchísimo la lectura y el estudio y no dejé pasar ni una, aunque nunca pretendí que fueran unos “talentos” ni que sacaran matrículas de honor y cosas por el estilo. Solo quería que fueran personas normalitas, pero que tuvieran una sólida formación académica y luego y hicieran lo que quisieran.
¿Buscar la felicidad de los hijos en los éxitos que estos tengan?, pues si, claro que habrá padres que busquen eso pero los más, creo, nos conformamos con prepararlos como buenamente podemos para la vida y, como mucho, que puedan ser “felices” con aquello que a nosotros nos ha hecho, en mi caso ha sido la necesidad del estudio, el conocimiento y las ganas de saber, que todavía mantengo, y eso es lo que he intentando que ellos consiguieran. Por eso hoy dia les digo a mis hijos que tienen hijos que miren lo bueno que hayan tenido en su vida e intenten trasmitirlo a sus hijos y que se olviden de frustraciones o sinsabores que, sin duda, han pasado también.
No se, en esto, como en casi todo, el sentido común es lo que ayuda un poco, pero también quisiera lanzar un pequeño pellizco a los padres primerizos que se devanan los sesos pensando que es lo que será mejor para su/s retoños: las cosas no son tan difíciles ni tan complicadas y el paso del tiempo, verlos crecer, te abre los ojos y aprendes lo más importante: un hijo/a no es el rey ni la reina de la casa, así que no necesita de grandes liturgias, es un cachorro, en sentido estricto, del que uno tiene la responsabilidad y el privilegio de hacer una persona más o menos normal y más o menos corriente.
Hola!!!!!!
Hemos estado casi toda la Semana Santa en A Illa y sin Internet. También nos hemos hecho una escapadita muy breve.
La receta la he publicado desde un ciber, “o siber”, sin tiempo para leer nada (María me esperaba).
Esta semana tendré que ponerme las pilas para preparar las nuevas clases y organizar el último trimestre, no he podido hacer nada.
Sorry.
El lunes lo pasaré organizando, por lo menos, la semana, hoy deshaciendo bolsas y liberando “el auto de papá” de paquetes de un largo fin de semana (santa).
Lorena,
Revolucionadas andan por aquí, con un bebé cada vez máis grande que quere máis atención e cunha nai que necesita un pouco de tempo libre, sen t(r)etas nin lúas.
Grazas.
Outra aperta.
Las PacaS, pues no sé, pero no creo que sea tan difícil como el “otro”. Gracias por lo que me toca, y también feliz Semana Santa.
SaludoS.
Begoña, con este hojaldre hay que tener menos paciencia que con el tradicional pero también hay que tener paciencia y ser un poco cuidados@.
Un saludo.
Pepinho.
Gloria, espero que ya estés mejor. Como he dicho, he vuelto (todavía estoy en casa de mis padres y nos queda un viaje) y no he podido conectarme.
Es difícil no arrastrar a nuestros hijos por los caminos que les hemos preparado. Quisiera poder tener toda la fuerza para dejarle ser feliz a su manera. Que busque la felicidad por sus propios medios.
Mucho más cariños y muchos ánimos.
Pepinho.
P.D.: no te preocupes por la receta, no es más que una excusa para charlar un rato. Seguro que eres una gran cocinera, con tus propias costumbres y gustos. Alguna vez quizás puedas utilizar algo que se adapte a ellas, sería más que suficiente para mí.
Lolah, has dado en el clavo, en uno de los factores más importantes: el calor es muy malo para el hojaldre. Hasta he leído muchas veces que a las personas con las manos calientes no les sale igual de bien. Teo, como su papi, es de manos muy frías, hará un buen hojaldre ;-)
Un beso.
LILU, el congelado suele ser una gran opción, rápida y sin errores. Hacerlo así ayuda en muchos casos a salir de un apuro, hacer grandes o pequeñas cantidades o aromatizarlo a gusto.
Gracias.
Náufrago, el hojaldre requiere precisión, sólo (¿sólo?, ya es bastante) eso. Seria bueno encontrar algún video en youtube. Habrá que mirar.
En cuanto a lo de los hijos, me gustaría que mi hijo no nos echase en cara haberle robado su infancia. Creo que el mejor camino para su felicidad es que él busque el suyo propio. Nosotros le abriremos las miras, él debe hacer la elección. Focalizando su futuro en una disciplina conseguiremos una (o ambas) de estas dos cosas: un profesional en ese campo o un gran frustrado (más probable).
La felicidad está en esos momentos en los que no pensamos en ella. Cuando Teo me sonríe.
Un abrazo.
Pepinho.
Berta, sé que del tema tendrías mucho que contar.
No he querido focalizar la reflexión en las diferencias o en sus capacidades, quería divagar sobre aquello que nos da la felicidad. Creo que las AACC o el conocimiento no es una marca de felicidad, porque el éxito social no es felicidad. La felicidad está al alcance de todos, incluso podría parecer que la ignorancia y la ceguera social hace a la gente menos exigente y más feliz (menuda burrada he dicho, he aclarado “podría parecer”). La historia de la humanidad está llena de genios atormentados de triste final.
También he querido hablar de la obsesión paterna por conseguir la felicidad de sus hijos a través del “éxito” profesional.
Los niños con AACC se diferencian en que, si les interesa, no necesitan mayor estimulación que ellos mismos. La incomprensión de la que hablas es algo que me suena. He conocido a un niño que se sentía acomplejado por todo, hasta muchas veces, para integrarse en el entorno, sólo mostraba un poco de todo lo que podía. Para esos chicos es más importante la integración y comprensión que sus logros.
Lo dicho. Un hojaldre congelado está buenísimo, nunca falla y “congela muy bien”. Serás de esas personas impacientes o con las manos calientes, sólo se me ocurre eso.
Ya he dicho. Esta semana ha sido poco “santa” y llena de penitencias, entre ellas, la ausencia.
Mañana tocan labores de docencia, pero pronto “estaré aquí”.
Un beso.
Marta, el miedo no es bueno. El respeto, más o menos.
Soy muy tozudo, si no sale lo vuelvo a intentar…
Saludos.
Vic,
En los casos de grandes subidas hay que estar mucho más preparados para las grandes caídas. La vuelta a la rutina (si es que alguna vez la han tenido), al anonimato y, sobre todo, a la indiferencia.
Pepinho.
Ahora estoy en casa de mis padres. En unos minutos nos iremos a Santiago, subiremos las 10.000 bolsas del coche, las desharemos, ducharemos a Teo, haremos la cena y, si nos da tiempo, dormiremos.
¿Hasta el martes?
Un beso.
ISA, no he tenido más tiempo. Hablaremos, discutiremos y reflexionaremos sobre el interesante comentario.
Otro.
Bien!!!!tenemos a Pepe de vuelta y he podido ver que nos echabas de menos, ya que has entrado desde casa de papá.
Espero que ya hayas colocado todas las cosas en su sitio. !jolines, mira que hay que llevar cosas donde va un enano!!!. En mi caso siempre parecía que no íbamos a volver a casa en 10 años, y sólo para dos día fuera.
Ojalá que hayáis cargado bien las pilas tú y M. Este último trimestre del curso me parece que vais a volver a cambiar el ritmo de los últimos 3 meses. Sólo paciencia con ella. También es un cambio fuerte para ella.
Yo siempre digo que intento educar a mi hijo para que "sea buena persona" y C apostilla "y sepa defenderse de la sociedad". Hasta ahora tenemos suerte que dentro de sus características es un tío bastante extrovertido( el gen Castro), pero se ve distinto. a veces le gusta y a veces no. Intenta basar su felicidad en la de los demás (¿te suena?). A mi me pasa lo mismo.....se ve que todo es hereditario.
Hace unos días le decía a C " me gustaría tener una vida chachi". El tío se escojon...de la risa. A mi me dió por dar la vuelta .Por supuesto que había doble lectura...
Pues te equivocas, soy de manos y pies fríos constantemente. Mi abuela decía "manos frías, amores todos los días". En cierto modo es cierto. Ahora me he enamorado de los pasteles de Torreblanca que venden en el Club del Gourmet del CI. A por ellos!! me dirás!!
Nos han dicho que las Sony Reflex Digital, la alfa, tiene un cuerpo cañón, pero los objetivos son malísimos, que tendríamos que comprarnos otros. ¿Cómo lo ves?
La Nikon D-60 no tiene visión directa en pantalla, me parece un punto en contra, y la D-90 se me escapa un poco de presupuesto. Ahora sí que me voy a comprar una y C se ha picado uy quiere otra para competir. Casi lo mato,,,,,,mejor no seguir. El quiere un 75-300. No sé al final cuál me quedaré.....please help que mi marío me agobia, jaja
Muacs de bienvenida y te espero hasta el martes, no te retrases.
Y a Teo un muac gordote en el pie derecho
Gran post, Pepe. Un saludo.
Me apunto al grupo que utilizan hojaldre congelado, no falla y lo venden en mil variantes.
Tú lo ves todo muy f´cil y r´pido pero no es así, pepin, no es así.
Tampoco entiendo bien a que viene lo de Nacho, supongo que será por lo de los niños superdotados pero por un momento lo relacioné con los chuchos, uysssssssssss rellenitos de crema, que buenos estan!!!
Los niños con ese sde. suelen ser muy tristes y con una extroversión a veces engañosa, haciendo ver lo que quisieran ocultar y al revés, pero en cualquier caso antinaturales como tienen que ser los niños.
En mi caso, sólo he obligado a mi hij@ a estudiar algo y no abandonarlo, -inglés- y precisamente ahora estamos esperando el resultado del examen del firts, si catea seguirá erre-erre, mal que le pese. El resto, no insistimos en nada de nada. Al final acaban haciendo lo que les da gana, y más cuando llegan a adolescentes. Conozco algún caso tipo piano, tenis, etc... y me da pena ver tanto dinero mal invertido y sobre todo la fustración posterior, no ya para los crios sino para los propios progenitores.
Sumar los fracasos de los hijos a los propios objetivos no cumplidos. Uf.... sería demasiado para mi.
Un beso y feliz vuelta. Con el tiempo aprenderás a llevar lo máximo en el mínimo espacio.
DISCREPO!! De casi todo.
V es deportista de élite, profesional a tope. Desde los 14 años entrenando duro, porque a ÉL LE GUSTABA!!! Su padre le obligó a elegir un deporte pq era muy inquieto y le costaba concentrarse. Resultado: tío extrovertido, acostumbrado a trabajar en equipo, amistades "sanas", y una vida con triunfos y con toda mi admiración, que lo he vivido y "sufrido" con él todos estos años. Y estoy orgullosísima de él, y no es ningún muñeco roto, y claro que se ha dejado la adolescencia y media madurez en viajes, competiciones.... Pero no lo cambiaría por nada. Él se define como un privilegiado, y no le falta razón. Él ha ganado dinero y se ha podido mantener haciendo lo que más le gustaba en el mundo Y ENCIMA LE PAGAN!!! Por supuesto que fanfarronadas de padres (insoportables), odio a la nuera que venía a por la gallinita de los huevos de oro (servidora), etc... Pero fuera de todo eso, ahora queda un tío feliz, aunque preocupado porque será un "jubilado" de 35 añitos cuando acabe esta temporada. Así es la vida.
Mi hijo entrena. Le gusta el deporte de su padre. Todo el mundo espera el relevo. Él hará lo que quiera, pero siempre le "obligaré" a hacer deporte, pq es básico para nosotros, para relacionarse, para competir, para saber perder, para compartir, para madurar. Igual que a mi hija.Y también me consuela pensar que algún día, en unos 10 años, hará como su padre, y no saldrá los sábados si al día siguiente hay partido, aunque no sea profesional. Y también va a tenis porque a ÉL le gusta. Y a mí me gusta que le guste, así que lo apoyo en todo, y le hago de taxista 4 días a la semana para verlo entrenar feliz. Cuando eso cambie lo solucionaré. Pero a lo mejor no cambia, y siempre le GUSTA.Yo no espero tener un Nadal. V lo tiene claro: para esto sólo hay que ser feliz. Tienes que disfrutar haciéndolo, como él.
También cuando llego a casa le repaso sus "deberes" de 5 añitos, y le leo, y le quiero. Le quiero igual que los padres que obligan a sus hijos pensando que harán futuro en alguna de esas actividades. Porque no puedo criticar eso, porque realmente creo que todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos y todos los queremos muchísimo, aunque a veces nos equivoquemos. No dejo que nadie lo presione, de hecho él no vive en casa ese ambiente y se sorprende cuando alguien quiere una foto con papá.Es tan mono y tan ingenuo. Yo creo que piensa que todos los papás del mundo se van haciendo fotos por ahí!!! jajajaja.
Resumiendo: padres como los de
Fernando Alonso se han dejado un dinero que no tenían y un tiempo de oro, como la mamá de Arantxa, siguiendo el sueño de sus hijos, sin subvenciones y sin ayuda. No hay que verlos sólo como "chupones" y a los otros como "pobres amargados" o "juguetes rotos". Hoy en día los deportistas son tíos listos, con preparación y que no se dejan embaucar por el primero que pase.(bueno vale, algunos futbolistas no, jajajaj. No saben ni hablar!!!)
Ale! ya me he quedado a gusto. Por si acaso, perdón.
Bueno, y del hojaldre, pues nada, que a seguir comprándolo hecho.
Besos. OLGA.
Yo también discrepo con Shinta. Creo que cuantas más abierto le pongas el abanico, más lo estás enriqueciendo. Ellos sólos ya te pedirán lo que más les guste de esas posibilidades. De ahí a frustrar la infancia o juventud de un crío hay un abismo.
Creo que todos los padres queremos niños felices. Y tan natural es que les encante el fútbol como que les guste la astronomía o estudiar idiomas. Nada es innatural en un niño cuando es innato.
Los innaturales son algunos padres/madres, que por no saber qué hacer con los críos desde que salen del cole hasta la hora de acostarlos los dejan aparcados en mil actividades para poder compaginar el horario escolar con el laboral.
Si mi hijo me pide ir a clases de equitación, yo veré si puedo económicamente, si puedo compaginar el horario, si el crío no se va a ver agobiado con tantas actividades y deberes y si lo puede llevar.
Tengo el caso muy cercano de una excuñada que quería que su hijo practicara deportes distintos: hockey patines, equitación, tiro con arco, Karting. Resultado: niño que lloraba al ir a las clases y que solo quería futbol. ¿Cómo se soluccionó: el niño hace uno de los que quiere y 2 de los que quiere mamá? No os parece esto más innatural que que un niño sea feliz en una biblioteca? ya os digo que es mi excuñada.
Pues el mío esta SS se ha hecho socio de dos bibliotecas y es más feliz y natural que algún otro adulto. Y también juega a las consolas y colecciona Pokémon y ahora quiere la nueva DS-i. Y la tendrá si sigue así. Y me ha hecho firmar un contrato el t-io.......
Muacs dulces y con ganas de ver a Pepe por aquí. Pepe ya tienes la mochila para mañana?
Pepinho, gracias. Pero te quiero decir ya! que he hecho muchas de tus recetas, La Pascualina hago la tuya, igual un postre que haces con manzanas y peras, delicioso y este hojaldre me tincó porque lo explicas muy bien, y a mí me gusta hacer el hojaldre. Tus recetas me encantan. Es cierto que cocino pero uno siempre aprende algo nuevo. Y tú eres especial, y tus recetas fantásticas, yo creo que a veces no te hablo de eso porque hablo de otras cosas (igual que tú) pero me encantan tus recetas, muchos besos para tí y Teo, (de veras que me lo imagino cocinando!!) muchos besoos, Gloria
Holaaaa! Me parece interesante este hojaldre; ya lo había visto alguna vez y lo tengo aún pendiente, porque lo pienso probar (me acabo de poner la mano en un carrillo y, sí, puedo decir que estoy capacitada, al menos por la temperatura...;·) ) Por cierto, si se hacen chuchos con esta masa, podrían ir horneados, de esos que son tan crujientitos?
Ay, Pepinho... que hará buenos hojaldres como papi??? Ahora va y no le gustará entrar a la cocina ni para hacerse un bocata. Eso tuyo era un deseo, bueno pero deseo. :·))))))))
Es cierto eso que dice Berta, muchos padres (la mayoría de los que conozco) en realidad buscan 'aparcamiento'.
Besooos!
Y viva la Pepa!!!!
Lo de antes no es anónimo, era yo olvidándome de firmar, pues eso... y viva Pepinho!
Hola,
Muy brevemente y global, que ando justillo (ayer hice la mochila con el bocata a las 2 de la madrugada).
Peor que un chiste malo es tener que explicar un chiste malo. Lo de Nacho Vidal va por lo de “bien dotado” (no digo más), para identificar la cañita con un símbolo fálico hay que estar bien caliente ;-) o con mucha hambre de cañitas.
En cuanto a lo de “discrepo”, siempre me recuerda a esas insufribles tertulias mañaneras o nocturnas de marujeo: “DISCREPO!!!!” o “por alusiones”. Creo que no discrepamos (y discrepamos) porque yo no he hablado de ello. Sólo digo que cualquier camino es bueno para la felicidad si se hace por voluntad propia, es decir, no tiene nada que ver “fama” con “felicidad”, ni “éxito” con “popularidad”, ni “reconocimiento”. No es más feliz Raúl (el futbolista) que el panadero de mi barrio, a mí me gustaría ser “payaso”, más todavía. “Payasos sin fronteras”, repartiendo narices por el mundo, sería “un mundo de narices”. Yo soy feliz cuando corro y no llueve como hoy, no necesito mucho más.
Después está aquello de las capacidades, cuyo valor depende del entorno social en el que uno se relacione o mueva. En general, los logros intelectuales están bien vistos, pero siempre con cierta dosis de “rareza”; lo éxitos deportivos son loados por todos. Por ejemplo, sé que mi padre valora más (por n años que le haya llevado) los estudios de aparejador de mi hermano que los míos en Física (por 4 años que me haya llevado en un plan de 5), él está más cercano (y entiende) a los trabajos de un aparejador que a los de un físico (¿para qué sirve?).
¿Antinaturales? No entiendo esa palabra. Tampoco me gusta la palabra “frustración”. En general, los futbolistas siguen pareciendo un poco cortitos (“el fútbol es así”, “un partido de poder a poder”, “no hay rival pequeño”, “una parte para cada equipo”,…), la fama y el dinero les coge demasiado jóvenes e inmaduros. Sólo hay que comparar las entrevistas a un futbolista con las de un jugador de baloncesto, se nota gran diferencia.
Un beso, que toca prisa.
No discrepo.
Hola Pepe,
me animo a hacer este hojaldre, aunque la verdad es que el otro tampoco se me da mal,, para cuando no tenga tiempo o paciencia.
hablando de hijos, y no puedo decir demasiado, por no ser madre(por ahora) y por eso de nunca digas de este agua no beberé... pero si que lo vivo en mi entorno, por parte de mis sobrinos,, que sin tener 2 años, tienen planeados los estudios de frances y el verano en londres aprendiendo ingles,,
Pero, un niño, es un libro en blanco, y el inicio de ese libro (por lo menos), lo escriben sus padres... y creo, que unos padres, siempre quieren lo mejor para sus hijos, y siempre intentaran educarlos lo mejor posible,,
Todos somos distintos, todos valoramos distintas cosas.. y siempre creemos que nuestra manera es la mejor... por eso seguiremos siendo todos distintos! y eso conviene!
ala, vuelvo al trabajo, que menudo lunes-martes tengo, haber si consigo centrarme
Buenas!
Vuelvo con preguntas que, supongo, son absurdas. Entiéndelas como fruto de la ignorancia.
Al amasar, ¿hay que amasar tod: harina, agua y mantequilla? ¿Cómo se amasa la mantequilla si está congelada? En otras recetas de hojaldre que había leído (y con las que nunca me he atrevido), se pone el bloque de mantequilla en la masa "ya amasada" y luego viene la historia de los dobles, creo. No veo claro cómo amasar todo y conseguir que la mantequilla esté intercalada entre las hojas tras los dobles. ¡Qué miopía! (imagino). Pregunto porque esta vez me voy a atrever.
Bueno, la verdad es que no discrepaba sólo contigo, sino con el resto de comentarios.
Pero vale, protesto entonces.
Te ha faltado la coletilla principal de un jurgolista: "la verdad es que....". Escucho demaniado a Juanra.... Por cierto, no sé si te gusta Luar na lubre, pero en el último trabajo colaboran con Ismael en una canción preciosa.
Besos. OLGA.
Hoy solo te mando muacs sonoros, largos y llenos de "tienes toda la razón", "qué bien te expresas", "he sido una tonta por hablar de más", "para Vigo me voy".
¿qué nos pondrás hoy?. Porque, ¿algo habrá, non?.
Recreo,
Cuando pueda caerá algo salado y algo dulce...
Ya tengo afonía de tanto hablar.
Because
MUACCCCCC
MUACCCCCC
Cuanta razon tienes!!! Cada vez mas nos empeñamos en que nuestros hijos tengan actividades extraescolares de "refuerzo" y no nos damos cuenta de que les estamos obligando a hacer un sobreesfuerzo que a mi me parece excesivo.
En fin, espero no caer en ese error!!!
La receta?? aun no la he leido, pero seguro q es estupenda (es q me sentia obligada a opinar sobre nuestros hijos "superdotados")
Un saludo.
Absolutamente de acuerdo, lo primero que hago antes de apuntar a mis hijos en clases extraescolares es si es lo que quieren y que eligan ellos mismos.. mi hijo mayor no quiso ir más a baloncesto y lo borré después de averiguar que era cierto que había perdido la ilusión... hay padres que no los dejan borrarse y además están apuntados en un montón de clases.. y esos niños cuando juegan? ahora mi hijo quiere aprender música pues se le da bien, pues adelante...
Bueno, y sobre la receta del hojaldre absolutamente una maravilla, tengo que probar pues siempre lo compro... las demás recetas de maravilla, si es que vengo poco pero lo copio todo, eres una maravilla cocinando y escribiendo
Un besote
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