La edad de la inocencia II
Nubes, malvaviscos, masmelos (marshmallow), esponjitas, jamón, sustancia, malva, bombón, carlotinas,… son otros de los nombres con los que se conoce a este dulce. Para mí son nubes o, como mucho, malvaviscos. Una tentación para el mayor comedor de chucherías a este lado del río Sar.
Esta versión no está pensada especialmente para los niños, tampoco es que se note demasiado el licor, sólo un pequeño aroma. Por si acaso, en esos casos sería mejor sustituirlo por un poco (menor cantidad) de agua de azahar o vainilla líquida, una cucharada sopera. Otro licor también le quedaría muy bien.
Últimamente me han sobrado muchas claras. Entre las del panettone y las de las yemas que le añado al puré de Teo (extraigo la clara antes de cocinar la yema) hasta me ha dado para hacer una tarta.
Entro en el supermercado sobre-abastecido de productos innecesarios navideños. Mazapanes, turrones, polvorones, frutos secos, bollería, panes navideños, chocolates y chocolatinas, mantecados… toda una tentación para los ojos, un pecado para la salud y un innecesario alarde de gula. Todos caemos, llega la Navidad y sólo pensamos en llenar nuestras mesas de tal cantidad de comida que necesitaremos mucho tiempo para que pueda digerirla nuestro estómago y nuestro bolsillo.
En el otro lado de la balanza está la realidad y la eterna ceguera del norte y del occidente. El martes por la mañana, mientras iba camino del trabajo escuchando la radio, RNE, escuché con atención una entrevista al secretario general de la FAO, Organización de las Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación. El trayecto al/desde el trabajo es el único momento del día en el que puedo conectarme con el mundo real, apartado de pañales o discusiones absurdas fruto de un egoísmo difícil de solucionar.
Es más que probable que no tengáis mucho tiempo o no os apetezca dedicarle ocho minutos de vuestro tiempo a un tema que parece lejano. Pese a todo, os agradecería el esfuerzo de escuchar esas palabras, quizás por un día os sintáis mejores (o peores) personas y os planteéis ciertas cuestiones que os enriquecerán por dentro.
Hay dos afirmaciones que me afectaron especialmente: que cada 6 segundos muere un niño por hambre o que con el dinero que los gobiernos “inyectaron” a la banca privada se hubiese acabado con el hambre. Eso demuestra que estamos ciegos ante el mundo real y que no existe una verdadera voluntad de las autoridades de acabar con el problema que para ellos parece no serlo.
6 segundos, una vida; 6 segundos, una vida…
Como decía Jacques Difou: “Eso indica que el problema no es de falta de recursos, es un problema de prioridad del derecho a existir, a vivir, que es el derecho a la alimentación”. Es un problema de prioridades e intereses, sólo eso.
Ante la parálisis de los mandatarios, somos “los ciudadanos los únicos que podemos cambiar esta tendencia”.
No sé si os ha pasado a vosotros, pero en mi caso la nevera y la despensa están rebosantes de productos innecesarios o comprados por puro capricho. ¿Y? No lo sé, pero quizás haya llegado el momento de hacer algo, insignificante para la humanidad pero que podría ser muy importante para alguien que en estos momentos lo está pasado mal. Recordad que el gran desierto está formado por pequeños e insignificantes granitos de arena.
Domingo, eran 3:30 de la tarde pero me sentía como si fuesen las nueve de la noche. Llevaba demasiadas horas despierto, nueve horas y media. Necesitaba entretenerme y entretenerlo, todavía faltaba mucho tiempo para acostarme. Ahora llueve, ahora no llueve. Tomamos el autobús urbano número 5, hacía muchos años que no me subía. Me había provisto de un bote de fruta, dos baberos, dos cucharillas y una cantidad indeterminada de papel de cocina. ¿A dónde ir? Ni siquiera sabía por dónde circularíamos. Empezamos mal, no tenía cambio y el chófer me puso cara de no pasar por eso. Tuve suerte, le pregunté cuánto era (90 céntimos) y pude encontrar un par de monedas de 50 céntimos en mi bolsillo. Me pareció poco dinero, mis últimos recuerdos estaban en pesetas y, sin quererlo, había hecho una conversión rápida de céntimos por pesetas.
Nos bajamos en la calle General Pardiñas por miedo a no poder volver a tiempo. Las calles estaban casi vacías, los comercios cerrados y en las cafeterías sólo había un par de clientes solitarios. Unas cuantas manzanas vagando sin rumbo y me encontré con el hombre ¿rumano? que pide a la puerta de uno de los supermercados G. Sí, hizo como que no me veía, vestía de un modo bastante más arreglado y limpio que cuando se pasa horas de pie con un cartel en una mano y otra que extiende cuando tiene la suerte de recibir limosna. ¡Limosna!, ¡qué palabra tan ingrata! Creo haberlo visto otras veces en esta circunstancia pero, como esta vez tenía todo el tiempo del mundo, decidí seguirlo con la mirada intentando descubrir la verdad (¿?) sobre esa forma de vida que intenta captar a los clientes más inocentes, yo entre ellos. Lo seguí en la distancia unas manzanas más. No llevaba nada en las manos, caminaba con unas zapatillas nuevas y un chándal en dirección a la Alameda. Me parecía excesivo seguir más tiempo, más que nada por miedo a descubrir algo que no me gustaría.
No, no soy tan ingenuo como para pensar que tiene en su vida cotidiana el aspecto que presenta a la puerta del supermercado. María sabe que les doy dinero de vez en cuando (más veces de las que se imagina). El otro día pudo ver cómo parecía sucumbir ante las palabras cariñosas que otra mendigo que dirigía a Teo unas palabras cariñosas. No, no soy tan estúpido, de hecho, sólo decidí darle alguna moneda el día que dejó de hacerle gestos cariñosos a Teo, antes no tenía la menor duda que lo único que quería era hacerme caer. El día que desistió de pedirme y de sonreírle a Teo fue el primer día que le dejé algo. Desde entonces casi siempre lo hago.
Lo que realmente me preocupa no es que sus necesidades no sean tan grandes como quieren mostrarnos. No me inquieta en absoluto, aseguraría que sus necesidades son mayores que las mías y con eso es más que suficiente. Lo que realmente me causa temor es pensar que detrás de esos vagabundos hay una organización muy bien coordinada que se encarga de recaudar fondos extendiendo la mano a los/las bondadosos/as, a los ingenuos, a los que poseen un sentimiento de culpabilidad o a los que quieren lavar sus pecados. No sabría en qué grupo incluirme.
Ese mismo día, unos momentos después de desistir en mi persecución, pude localizar a otro “rumano” pidiendo en la calle. Me paré y observé de cerca cómo conversaba con otro compatriota sobre temas que parecían estar relacionados con ese hecho. A éste no era la primera vez que lo veía, sólo que esta vez me paré e intenté leer qué decía realmente el cartel que soportaba con ambas manos. La cartulina plastificada tenía fotos de su presunta familia y estaba escrita en letras mayúsculas con unas faltas de ortografía puestas de modo deliberado en lugares exageradamente llamativos. Seguí. En plena Praza Roja me encontré con otro mendigo que llevaba el mismo cartel con las mismas faltas de ortografía. Me entró cierto miedo al pensar que se trataba de un grupo perfectamente organizado que se situaba a diario en lugares estratégicamente situados. Le hice un comentario y me respondió que no “hablada español”.
No me molesta el cambio de indumentaria, en el CI hacen lo mismo para atraer al personal y nadie se rasga las vestiduras. Tampoco me molesta del todo la mentira piadosa que muchos de nosotros acatamos sin duda, por encima está la dignidad y la necesidad de sobrevivir de modo decoroso. Sólo me inquieta esa pequeña duda que prefiero apartar y siempre que alargo la mano me recorre el cuerpo.
Malvaviscos al Grand Marnier
(1) Depositamos la gelatina en agua fría para que se hidrate. Cuando se haya hidratado suficientemente, unos cinco minutos, la escurrimos y secamos con un paño.
La preparación es como hacer un merengue italiano, cociendo un caramelo y montando las claras con él. Al final irá la gelatina fundida y el licor.
Preparamos un jarabe con el agua y la glucosa (si la usamos), cuya cantidad de agua debe ser suficiente pero no excesiva. Cuanto más agua más tiempo necesitaremos para que alcance la temperatura adecuada (125-130 ºC). Ponemos el cazo al fuego a temperatura alta.
Mientras se hace el jarabe montamos las claras de huevo con un batidor eléctrico de varillas a velocidad media-alta. Cuando empiece a montarse y el jarabe haya alcanzado la temperatura deseada (1 minutos hirviendo y formando las burbujas típicas del caramelo), lo añadimos poco a poco a las claras en forma de hilo, mientras seguimos montando a alta velocidad. Batimos hasta conseguir un textura densa y brillante.
(2) Calentamos el licor en el microondas y fundimos la gelatina ya hidratada y secada con un paño en él, mezclando bien para que no se quede en el fondo. La gelatina ya hidratada también puede fundirse en el microondas sin necesidad de líquidos.
Sin dejar de batir, añadimos la mezcla de licor-gelatina y seguimos montado hasta que enfríe la mezcla, como si de un merengue se tratase.
(3) Con ayuda de un colador, espolvoreamos generosamente un molde de 20x20 cm2 con maicena y azúcar polvo a partes iguales. Esta mezcla facilitará retirarlo del molde y que reseque en exceso la superficie. Vertemos la masa sobre el molde y alisamos con una espátula. Por último, volvemos a espolvorear de igual modo.
Dejamos reposar unas cuantas horas (puede ser de un día para otro) hasta que haya ganado consistencia. Entonces, volteamos sobre la superficie de trabajo espolvoreada con azúcar y maicena. Cortamos a gusto.
Nubes, malvaviscos, masmelos (marshmallow), esponjitas, jamón, sustancia, malva, bombón, carlotinas,… son otros de los nombres con los que se conoce a este dulce. Para mí son nubes o, como mucho, malvaviscos. Una tentación para el mayor comedor de chucherías a este lado del río Sar.
Esta versión no está pensada especialmente para los niños, tampoco es que se note demasiado el licor, sólo un pequeño aroma. Por si acaso, en esos casos sería mejor sustituirlo por un poco (menor cantidad) de agua de azahar o vainilla líquida, una cucharada sopera. Otro licor también le quedaría muy bien.
Últimamente me han sobrado muchas claras. Entre las del panettone y las de las yemas que le añado al puré de Teo (extraigo la clara antes de cocinar la yema) hasta me ha dado para hacer una tarta.
“Yo, he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. He visto a Caillu asar malvaviscos en la lumbre.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir” Roy Batty en Blade Runer (1982), o casi
Entro en el supermercado sobre-abastecido de productos innecesarios navideños. Mazapanes, turrones, polvorones, frutos secos, bollería, panes navideños, chocolates y chocolatinas, mantecados… toda una tentación para los ojos, un pecado para la salud y un innecesario alarde de gula. Todos caemos, llega la Navidad y sólo pensamos en llenar nuestras mesas de tal cantidad de comida que necesitaremos mucho tiempo para que pueda digerirla nuestro estómago y nuestro bolsillo.
En el otro lado de la balanza está la realidad y la eterna ceguera del norte y del occidente. El martes por la mañana, mientras iba camino del trabajo escuchando la radio, RNE, escuché con atención una entrevista al secretario general de la FAO, Organización de las Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación. El trayecto al/desde el trabajo es el único momento del día en el que puedo conectarme con el mundo real, apartado de pañales o discusiones absurdas fruto de un egoísmo difícil de solucionar.
Es más que probable que no tengáis mucho tiempo o no os apetezca dedicarle ocho minutos de vuestro tiempo a un tema que parece lejano. Pese a todo, os agradecería el esfuerzo de escuchar esas palabras, quizás por un día os sintáis mejores (o peores) personas y os planteéis ciertas cuestiones que os enriquecerán por dentro.
Hay dos afirmaciones que me afectaron especialmente: que cada 6 segundos muere un niño por hambre o que con el dinero que los gobiernos “inyectaron” a la banca privada se hubiese acabado con el hambre. Eso demuestra que estamos ciegos ante el mundo real y que no existe una verdadera voluntad de las autoridades de acabar con el problema que para ellos parece no serlo.
6 segundos, una vida; 6 segundos, una vida…
Como decía Jacques Difou: “Eso indica que el problema no es de falta de recursos, es un problema de prioridad del derecho a existir, a vivir, que es el derecho a la alimentación”. Es un problema de prioridades e intereses, sólo eso.
Ante la parálisis de los mandatarios, somos “los ciudadanos los únicos que podemos cambiar esta tendencia”.
No sé si os ha pasado a vosotros, pero en mi caso la nevera y la despensa están rebosantes de productos innecesarios o comprados por puro capricho. ¿Y? No lo sé, pero quizás haya llegado el momento de hacer algo, insignificante para la humanidad pero que podría ser muy importante para alguien que en estos momentos lo está pasado mal. Recordad que el gran desierto está formado por pequeños e insignificantes granitos de arena.
Domingo, eran 3:30 de la tarde pero me sentía como si fuesen las nueve de la noche. Llevaba demasiadas horas despierto, nueve horas y media. Necesitaba entretenerme y entretenerlo, todavía faltaba mucho tiempo para acostarme. Ahora llueve, ahora no llueve. Tomamos el autobús urbano número 5, hacía muchos años que no me subía. Me había provisto de un bote de fruta, dos baberos, dos cucharillas y una cantidad indeterminada de papel de cocina. ¿A dónde ir? Ni siquiera sabía por dónde circularíamos. Empezamos mal, no tenía cambio y el chófer me puso cara de no pasar por eso. Tuve suerte, le pregunté cuánto era (90 céntimos) y pude encontrar un par de monedas de 50 céntimos en mi bolsillo. Me pareció poco dinero, mis últimos recuerdos estaban en pesetas y, sin quererlo, había hecho una conversión rápida de céntimos por pesetas.
Nos bajamos en la calle General Pardiñas por miedo a no poder volver a tiempo. Las calles estaban casi vacías, los comercios cerrados y en las cafeterías sólo había un par de clientes solitarios. Unas cuantas manzanas vagando sin rumbo y me encontré con el hombre ¿rumano? que pide a la puerta de uno de los supermercados G. Sí, hizo como que no me veía, vestía de un modo bastante más arreglado y limpio que cuando se pasa horas de pie con un cartel en una mano y otra que extiende cuando tiene la suerte de recibir limosna. ¡Limosna!, ¡qué palabra tan ingrata! Creo haberlo visto otras veces en esta circunstancia pero, como esta vez tenía todo el tiempo del mundo, decidí seguirlo con la mirada intentando descubrir la verdad (¿?) sobre esa forma de vida que intenta captar a los clientes más inocentes, yo entre ellos. Lo seguí en la distancia unas manzanas más. No llevaba nada en las manos, caminaba con unas zapatillas nuevas y un chándal en dirección a la Alameda. Me parecía excesivo seguir más tiempo, más que nada por miedo a descubrir algo que no me gustaría.
No, no soy tan ingenuo como para pensar que tiene en su vida cotidiana el aspecto que presenta a la puerta del supermercado. María sabe que les doy dinero de vez en cuando (más veces de las que se imagina). El otro día pudo ver cómo parecía sucumbir ante las palabras cariñosas que otra mendigo que dirigía a Teo unas palabras cariñosas. No, no soy tan estúpido, de hecho, sólo decidí darle alguna moneda el día que dejó de hacerle gestos cariñosos a Teo, antes no tenía la menor duda que lo único que quería era hacerme caer. El día que desistió de pedirme y de sonreírle a Teo fue el primer día que le dejé algo. Desde entonces casi siempre lo hago.
Lo que realmente me preocupa no es que sus necesidades no sean tan grandes como quieren mostrarnos. No me inquieta en absoluto, aseguraría que sus necesidades son mayores que las mías y con eso es más que suficiente. Lo que realmente me causa temor es pensar que detrás de esos vagabundos hay una organización muy bien coordinada que se encarga de recaudar fondos extendiendo la mano a los/las bondadosos/as, a los ingenuos, a los que poseen un sentimiento de culpabilidad o a los que quieren lavar sus pecados. No sabría en qué grupo incluirme.
Ese mismo día, unos momentos después de desistir en mi persecución, pude localizar a otro “rumano” pidiendo en la calle. Me paré y observé de cerca cómo conversaba con otro compatriota sobre temas que parecían estar relacionados con ese hecho. A éste no era la primera vez que lo veía, sólo que esta vez me paré e intenté leer qué decía realmente el cartel que soportaba con ambas manos. La cartulina plastificada tenía fotos de su presunta familia y estaba escrita en letras mayúsculas con unas faltas de ortografía puestas de modo deliberado en lugares exageradamente llamativos. Seguí. En plena Praza Roja me encontré con otro mendigo que llevaba el mismo cartel con las mismas faltas de ortografía. Me entró cierto miedo al pensar que se trataba de un grupo perfectamente organizado que se situaba a diario en lugares estratégicamente situados. Le hice un comentario y me respondió que no “hablada español”.
No me molesta el cambio de indumentaria, en el CI hacen lo mismo para atraer al personal y nadie se rasga las vestiduras. Tampoco me molesta del todo la mentira piadosa que muchos de nosotros acatamos sin duda, por encima está la dignidad y la necesidad de sobrevivir de modo decoroso. Sólo me inquieta esa pequeña duda que prefiero apartar y siempre que alargo la mano me recorre el cuerpo.
Malvaviscos al Grand Marnier
- c. s. de agua mineral, unos 105-125 ml. He puesto unos 110 gr.
- 15-20 gr. de glucosa líquida (opcional). He usado Golden Syrup, cuya gran parte es glucosa. Se utiliza para evitar la cristalización del caramelo.
- 400 gr. de azúcar.
- 75 gr. de claras (2 grandes)
- 8 hojas de gelatina (algo menos que 16 gr.)
- 40 ml. de licor Grand Marnier (puede sustituirse por unos 20 de agua de azahar)
- c. s. de colorante rojo.
- c. s. (menor) de colorante amarillo.
- 60 gr. (o más) maicena.
- 60 gr. (o más) de azúcar glasé.
(1) Depositamos la gelatina en agua fría para que se hidrate. Cuando se haya hidratado suficientemente, unos cinco minutos, la escurrimos y secamos con un paño.
La preparación es como hacer un merengue italiano, cociendo un caramelo y montando las claras con él. Al final irá la gelatina fundida y el licor.
Preparamos un jarabe con el agua y la glucosa (si la usamos), cuya cantidad de agua debe ser suficiente pero no excesiva. Cuanto más agua más tiempo necesitaremos para que alcance la temperatura adecuada (125-130 ºC). Ponemos el cazo al fuego a temperatura alta.
Mientras se hace el jarabe montamos las claras de huevo con un batidor eléctrico de varillas a velocidad media-alta. Cuando empiece a montarse y el jarabe haya alcanzado la temperatura deseada (1 minutos hirviendo y formando las burbujas típicas del caramelo), lo añadimos poco a poco a las claras en forma de hilo, mientras seguimos montando a alta velocidad. Batimos hasta conseguir un textura densa y brillante.
(2) Calentamos el licor en el microondas y fundimos la gelatina ya hidratada y secada con un paño en él, mezclando bien para que no se quede en el fondo. La gelatina ya hidratada también puede fundirse en el microondas sin necesidad de líquidos.
Sin dejar de batir, añadimos la mezcla de licor-gelatina y seguimos montado hasta que enfríe la mezcla, como si de un merengue se tratase.
(3) Con ayuda de un colador, espolvoreamos generosamente un molde de 20x20 cm2 con maicena y azúcar polvo a partes iguales. Esta mezcla facilitará retirarlo del molde y que reseque en exceso la superficie. Vertemos la masa sobre el molde y alisamos con una espátula. Por último, volvemos a espolvorear de igual modo.
Dejamos reposar unas cuantas horas (puede ser de un día para otro) hasta que haya ganado consistencia. Entonces, volteamos sobre la superficie de trabajo espolvoreada con azúcar y maicena. Cortamos a gusto.
50 comentarios:
después de un laaaaaaaaaaargo post se me ha borrado todo sin publicarlo, así que te haré otro más resumido:
gracias por las nubes, que me encantan y me hubiera encantado llevarlas a la clase de P hace 2 semanas que tenía que cocinar él algo y llevarlo para sus compañeros.
Compartes gustos con Ismael. De hecho uno de sus trabajos se llama "Naves ardiendo más allá de Orión".
y tercero, que yo no doy limosna por lo general. No me fío nunca. Soy de las que prefiere comprar un bocata, que más de una vez me han tirado a la cara.
Y creo que eso era todo lo que te contaba. Cuídate. Besos mil. OLGA.
Nubesssssssss. Yo sí que estoy en las nubes estos días, y, sabes? creo que no quiero bajarme de ellas. Lo que me rodea últimamente no me gusta: mucha falsedad, mucho "amiga" de nadie y para nada. Así que me daré una vuelta saltando de nube en nube de grand marnier. Nunca las había probado así, con Marnier. Siempre de gelatina de fresa.
Tengo malvaviscos auténticos en casa. Siempre que mi hermana se va a los EEUU me los trae para hacer un fondant con ellos. Hace poco en ese super alemán amarillo y azul los hubo pequeñitos blancos y los hicimos al fuego. Sólo me gustaron a mi. Para los chicos demasiado dulces.
Un domingo Stgo zona nueva es deprimente. A mi para pasear que no me quiten el casco viejo. Me hace sentir en otra ciudad.
Gracias y tú sabes por qué. "Nunca hablas solo". Espero que todo vaya bien por ferrolterra y que Mr. T pueda tener su arbolito, nacimiento, calcetín o gorro para que podamos verlo.
¿Te das cuenta qué pronto pasa un año?. A estas alturas hace un año te estabas preparando para ir a Barcelona, verdad?- Y, ¿este año? toca Constitución o Inconstitución?
Muacs dulces sin hacer reflexiones. Colaboro en ONGs y cada día lo paso fatal, sobretodo pensando qué mal organizado está esto que llamamos MUNDO.
Yo no soy nada chuchera pero éstas las probaría sin dudarlo.
Qué ricas, qué ricas y qué ricas... Una receta impresionante, tienen una pinta fantástica.
Yo también caigo y también me preguntó lo que tú. Pero aunque a veces me sienta "timada" caigo porque siempre acabo pensando que es por necesidad y ante eso, mi voluntad se rinde. Me quedo con la ingenuidad ¿quién sabe?
Un abrazo
Hola Pepinho, estaba leyendo tu nota y te comento mi punto de vista; aca en Bs As pasa algo muy parecido pero lo que mas veo generalmente es gente joven con bebes en brazos dormidos siempre ..muy pocas veces despiertos. Y como comentaron antes prefiero en lugar de dar plata dar algo para tomar o comer.
Pero tambien me pregunto, no intentan nada para conseguir otra forma de vida? veo siempre a los mismos en el mismo lugar dia a dia. Ni siquiera limpiar los vidrios de las vidrieras que los rodean? Dan muchas dudas a veces.
Como sempre que leo as tuas receitas quedo sen palabras , tanto pola sua elaboración como polas boas explicacións que dás .
Só decirte que as nubes voume animar a facelas , tñen unha pinta que dí cómeme.
Bicos
Ah! Así que la respuesta a la pregunta de 'a qué huelen las nubes'? era a Grand Marnier! Al leer la palabra malvavisco (me gusta como suena), me he acordado de las tiras de Carlitos, de cuando Spike, el primo desgraciado de Snoopy que vive solo en el desierto, los asa en su hoguerita.
Qué chulas te han quedado!
Yo no doy nunca 'limosna'. Cuando me encuentro algún músico tocando, entonces sí le pago, a mí me gusta oír música y él me la da.
Lo más indignante de esas bandas organizadas de la limosna es cuando se convierten en bandas de delincuentes, cuando alquilan bebés y los drogan para pedir... Pero es que no se puede hacer nada contra esa escoria?
Ahora estoy trabajando y no puedo poner el altavoz, pero en cuanto pueda, escucho esas palabras del programa del Lucas. Muchas gracias por la sugerencia, y por todo, Pepinho, ya sabes que en eso también pensamos como tú.
BESOS, y para Teo.
me han encantado estas nubes tan diferentes!!!
besitos
Me encantan las nubessss!!!! sobre todo éstas, tan diferentes, se las haré a las niñas pero con agua de azahar...
Saludos
Lss nubes o malvaviscos fantàsticos, me encantan (casi como vicio) y estas se ven deliciosas. Hace poco hice unos muffins con nubes, qyedan deliciosos.
Muy bueno tu post Pepinho, muy bueno. Es algo que siempre me da vuekta, sobre todo los que cocinamos.
Bueno acà las neveras nunca tan llenas, pero estoy consciente de que en mi nevera hay muchas mas cosas que las de otra gnte màs sencilla.
Lo curioso es que he visto neveras de gente con mucha plata, really y el refrigerador casi vacìo, sè porque es prefieren gastar en otras cosas.
Curiosamente la gente màs pobre (por lo menos acà) para las fiestas gasta mucho en comida y celebra como sea.
En cuanto a dar limosnas siempre es un porblema . Les doy en general a todos salvo que venga muy cargada con las bolsas y no pueda sacar las monedas,le dejo a Dios el problema de que vea quien es correcto o no.
Y si no tengo me quedo tranquila a veces le doy pan a algun viejito o a niños, me dan mucha pena los viejitos.
besoossss, y un abrazo cariñoso
Uffff...metes el dedo en la pupa...y mucho.
Los rumanos son una mafia, el mismo cartel que ves tu, tambien lo veo yo...
Cuando llegaron a Gijón pedían delante de mi casa y era alucinante ver como cada "x" tiempo pasaba "il cappo" a recoger la ganancia...dinero, tabaco...todo vale.
Es triste.
Das limosna para acallar la conciencia, pero qué se fomenta con ello? la risa y la burla del que pide? el seguir viviendo del cuento y no intentar siquiera salir de la puerta de la iglesia?
Yo tengo mis días y trato de hacerle comprender a mi peque que no todo el mundo vive igual ni con las mismas comodidades.
Colaboro con Cáritas cuando puedo y con lo que puedo...eso sí... soy una admiradora de los músicos callejeros y no me duelen un par de euros...
Besos
Yo soy poco de chuches... pero éstas me las comeria todas sin dudarlo.ñamñam...besos y feliz finde
Qué cosa más rica...no hay nada que se resista!! eres un artista! Susi.
Nunca me gustaron esas nubes que venden en las tiendas,me parecen insipidas y con poco sabor,en cambio a mis hijos les encantan,aun hoy que son mayores no se meten al cine sin sus chuches,incluidas las nubes .Estas parecen estupendas y tendran sabor (gran marnier)a lo mejor se las pongo un dia ,aunque me gusta más hacer dulces como,tartas ,puding,etc.Yo a quien tengo por costumbre de dar alguna moneda es a esos negritos que siempre están en la puerta de los super,y que te dán una revista (LA FAROLA) a cambio de la voluntad,les doy algunos centimos y no les cojo la revista,para que asi la puedan dar de nuevo.Los niños esos que están en los vertederos recojiendo basura,trabajando en las canteras,o que son prostituidos por sus padres,y que la sociedad les deja a su suerte ,esos si que me dán retorcijones de tripa ,porque són inocentes y es la vida que les tocó vivir,ellos no conocen otra y las navidades seran para ellos unos dias más de su dura realidad.Besos y que soñeis cosas bonitas.
Nunca me gustaron esas nubes que venden en las tiendas,me parecen insipidas y con poco sabor,en cambio a mis hijos les encantan,aun hoy que son mayores no se meten al cine sin sus chuches,incluidas las nubes .Estas parecen estupendas y tendran sabor (gran marnier)a lo mejor se las pongo un dia ,aunque me gusta más hacer dulces como,tartas ,puding,etc.Yo a quien tengo por costumbre de dar alguna moneda es a esos negritos que siempre están en la puerta de los super,y que te dán una revista (LA FAROLA) a cambio de la voluntad,les doy algunos centimos y no les cojo la revista,para que asi la puedan dar de nuevo.Los niños esos que están en los vertederos recojiendo basura,trabajando en las canteras,o que son prostituidos por sus padres,y que la sociedad les deja a su suerte ,esos si que me dán retorcijones de tripa ,porque són inocentes y es la vida que les tocó vivir,ellos no conocen otra y las navidades seran para ellos unos dias más de su dura realidad.Besos y que soñeis cosas bonitas.
Hola,
Se me acumulan los problemas, ahora una gastroenteritis aguda debida a un corte de digestión después de venir de correr. Cuarenta y ocho horas a suero y un poco de manzana rallada. Lo peor, que tengo una tarta esperándome y no puedo ni tocarla… espero que aguante hasta la semana que viene.
La dieta dice: “nada de azúcar” ¡No!, para mí es como una tortura china ver todos los días esa tarta al abrir el frigorífico… aprovecharé esta contingencia para intentar dejar uno de mis vicios, las gominolas. Las bolas grandes de caramelo no me las quita nadie (ni las nubes) ;-)
Olga,
Lo del bocata (o similares) ya lo había pensado más de una vez. Yo antes no daba dinero, más que nada por desconfianza. Ahora prefiero tener “la sombra de la duda”, la sigo teniendo una y otra vez.
Los grandes timadores se ven a leguas: los que llevan un niño en brazos, los que explotan a los niños, los que tienen síntomas de embriaguez… a esos ni me acerco. Lo que más odio es que empleen a menores para engañar a la gente.
Besos dos mil.
Berta,
Yo me caigo, el agua y las sale minerales no son suficientes para sostenerme en pie. Masoquista que soy, vengo a clases sin sostenerme en pie y saliendo de vez de cuando por necesidades imperiosas. En los años que llevo dando clase nunca he pedido una baja ni usado una sola hora de asuntos propios. Sólo el año pasado cuando enfermó de repente la chica que cuida a Teo, nos llamó cuando iba a salir a trabajar, tuve que faltar dos horas…
¡La falsedad! Quizás por eso hace un tiempo que prefiero relacionarme poco. Lo que más odio es el egoísmo. Y la gente lo primero que hace es intentar salvarse a sí mismo o centrarse en sus intereses personales. Odio (“odiar” no me gusta demasiado), desprecio: la supersonrisa falsa cuando te encuentras a algún (presunto) amigo por la calle; la ambición mal pensada, la de “lo hago para que los demás lo vean”; … (y mucho más)
Las nubes las había usado (con gran resultado) horneadas en un brownie de Coca Cola que he puesto en el blog. No sé que habría pensado la gente, pero estaban riquísimos, o así los recuerdo.
Llegar a la zona vieja no siempre es posible con Teo en la mochila. El miércoles, agotado y deshidratado fuimos hasta la plaza de la Quintana, a la que sólo le sobra una inscripción en una pared. Estuvo gateando por el suelo de piedra. Por el ensanche no me queda más remedio, lo tenemos bastante cerca.
Ayer ya dio sus dos primeros pasos sin caerse ni agarrarse a nada… pronto llegará. ¡Qué ilusión!
En cuanto a lo del viaje creo que tendremos que quedarnos, salvo sorpresa de última hora. Hemos estado buscando vuelos directos desde Santiago (para que no fuese una paliza para Teo) y todos los destinos ya habían sido visitados. Creo que tocará (no adjetivaré la afirmación) visita a casa de la S.
Un beso, siempre tengo tanto que contar y tan poco tiempo…
Morgana, hay chuches y ¡chuches!. Para mí: las bolas grandes de chicle (las de las máquinas), las grandes gominolas, los Koyac de fresa (mordiéndolo cuando todavía queda caramelo)… las nubes caseras….
Besos.
Quo, creo que es mejor no plantearse algunas cuestiones o hacerlo en voz baja. Si lo hiciésemos acabaríamos por no vivir y para la tierra de una vez por todas.
En las ciudades grandes es otra cosa, allí la probabilidad de un “timo” es mucho mayor que en ciudades en las que casi todos nos conocemos.
Un abrazo entero.
...
Lemon bis, es cierto, pero eso no sucede en las ciudades o en los pueblos. Aquí casi todo el mundo se conoce, hay menos picaresca (que la hay) y los que en esa circunstancia se encuentran sólo hacen uso de alguna estrategia más efectiva para conseguir la limosna. Es otro modo de ganarse la vida. No siempre todos hemos tenido las mismas OPORTUNIDADES, esos factores nos pueden llevar a lugares insospechados.
Mientras haya una sola persona justa seguiré dando lo que me sobre. No deben pagar justos (pocos) por los pecadores (muchos).
Bicos.
Cociña poética, dendo logo é un bo xeito de “aproveitar” as claras. Ou iso penso.
Apertas.
Rosita, lo mío ha sido pasión por el Grand Marnier y, por añadidura, a la naranja. Lo de asarlos lo he visto muchas veces pero siempre pensaba que sería como quemar plástico, que se encoje y oscurece, por eso me daba un poco de miedo.
Yo también doy una propina por los servicios a los músicos, siempre que me gusten: al guitarrista de “Rúa do Villar” (hace tiempo que no lo veo); al guitarrista británico con la acústica (que también hace tiempo que no veo); a algunos músicos del arco que comunica O Obradoiro con P. Cervantes, siempre que no “toquen la gaita”; a una nueva pareja de jóvenes que el otro día estaban tocando la guitarra (y cantando) en rúa Nova… Nunca he dejado dinero al Jazzman que, aunque toca muy bien, no me gusta la poca dignidad que demuestra tapándose la cara con una careta al estilo “El cantor de jazz”…
Me estoy planteando dejar de dar dinero, me da mucho reparo financiar extorsionadores y delincuentes.
Un beso.
LILU, gracias, aunque en realidad no son “tan diferentes”. Me he dado cuenta que me he olvidado incluir el colorante…
Besitos.
Crismas, Feliz Navidad. ¡Que no son tan diferentes! El diferente soy yo ;-) Buena elección, con esencia de vainilla o, como dice Berta, con gelatina de fresa…
Salutres.
Gloria, ¡Qué bueno saber de ti! Es cierto lo que dices de las neveras. En mi casa, incluso en momentos económicamente menos boyantes, nunca se ha escatimado en la comida. Siempre rebosante. En época de festividades ya era una locura.
Muchos de esos “ricos” trabajan demasiado y no suelen cocinar. En sus frigoríficos hay comida precocinada o rápida. He visto a muchos trajeados comprando comida precocinada y preparada… Es lo que tiene, o el dinero o la vida, una fácil elección.
Un beso grande.
Uff, a ver si puedo… seguir.
Hilda, me da un poco de miedo lo que dices. Empiezo a pensar que he estado haciendo el primo durante una temporada. Soy débil y es fácil que caiga en las triquiñuelas… Realmente es triste.
Otras veces ya había debatido sobre el tema con una postura menos tolerante. Para mí, dar no era más que el modo que usaba la burguesía para limpiar su conciencia, dar lo que NO LES HACE FALTA, y poder ser un capullo el resto del día. He dicho claramente: dar lo que no nos hace falta, lo que nos sobre. Un verdadero acto de generosidad sería dar aquello que no nos sobra.
A raíz de “la duda” he cambiado mi postura pero no mi modo de pensar, quizás.
Lo que me gusta y realmente me hace feliz es dar sin que se note, sin contarlo. Eso es lo que nos hace crecer por dentro. Los hay que cuando quitan un billete (que les sobra) lo muestran por toda la plaza o la Iglesia (si se tercia).
Me han gustado tus reflexiones….
Besos
Julicar, lo que te pasa es que no has encontrado los chuches que encajen contigo. Es como la comida o la ropa, hay que encontrar el estilo ;-)
Susi (ta), para ser artista hay que hacer arte y, helarte es morirse de frío (archiconocido mal chiste pero que rebaja la tensión ante halago inmerecido)…
Un beso
….
Hilda, me da un poco de miedo lo que dices. Empiezo a pensar que he estado haciendo el primo durante una temporada. Soy débil y es fácil que caiga en las triquiñuelas… Realmente es triste.
Otras veces ya había debatido sobre el tema con una postura menos tolerante. Para mí, dar no era más que el modo que usaba la burguesía para limpiar su conciencia, dar lo que NO LES HACE FALTA, y poder ser un capullo el resto del día. He dicho claramente: dar lo que no nos hace falta, lo que nos sobre. Un verdadero acto de generosidad sería dar aquello que no nos sobra.
A raíz de “la duda” he cambiado mi postura pero no mi modo de pensar, quizás.
Lo que me gusta y realmente me hace feliz es dar sin que se note, sin contarlo. Eso es lo que nos hace crecer por dentro. Los hay que cuando quitan un billete (que les sobra) lo muestran por toda la plaza o la Iglesia (si se tercia).
Me han gustado tus reflexiones….
Julicar, lo que te pasa es que no has encontrado los chuches que encajen contigo. Es como la comida o la ropa, hay que encontrar el estilo ;-)
Susi (ta), para ser artista hay que hacer arte y, helarte es morirse de frío (archiconocido mal chiste pero que rebaja la tensión ante halago inmerecido)…
Un beso
….
Aparte de suero no podrás tomar un arrocito hervido con pollo?...la manzana de postre...
Yo soy incapaz de aguantar sin comer 48 horas, vamos, que me pongo con media hogaza de pan y la dejo temblando.
Cuidate
Vaya, lo siento mucho, Pepe. Qué fastidio con lo mal que se pasa y lo mal y débil que se queda uno.
Cuídate mucho y no salgas a correr.
Te espero para el Forum, eh? ya me pondré en contacto contigo.
Me tengo que levantar dentro de 4 horas y estoy viendo Tu y Yo con Cary y Deborah, qué te parece?Mañana toca jornada de judo en Mera.
Muacs enormes--te busco
Ahhh se ven riquisimas!!! Tendre que hacerlas!! aprovechando el gran crimen que estoy cometiendo el refri lleno de cosas que no sabes que hacer con ellas.. tengo 17 claras... y no.. no tengo idea que hacer.. el ultimo postre que hice fue un pastel de tres leches relleno de crema pastelera.. con la que acumule aun mas claras.... asi es, pepinho.. tengo 17 claras y poca imaginacion, llevo acumulandolas 1 mes dentro del refrigerador, crees que sirvan??
Me he puesto la receta en favoritos porque lo voy hacer. Hize una vez nubes de café en un curso de Ferran Adriá. Espero que me salgan igual de buenos un abrazo margret
Pepinho! siento que estes enfermito, que terrible son las gastritis, además tú que corres y a veces está tenso eso te debe afectar.
Cuida que no te deshidrates, yo tambien pienso que podrías comer algo como un postre de arroz, cuidate para que te mejores, que Teo te necesita. Muchos besoos para los dos, gloria
Ando en la playa vinimos por el fin de semana, es buen o para los niños. besoos
En casa les fascinan las nubes...a mi en lo personal solo un poquiño. Respecto a lo demás sobre dar dinero a las personas, mi madre tiene un dicho que usa mucho: "haz el bien y no mires a quién".
Lo cierto es que recuerdo hace unos años en una feria de alimentación contra la pobreza en la facultad de biología donde tenía dos buenos amigos, y nos invitaron a ir. Había muchas cosas innovadoras en cuanto alimentos para combatir el hambre alrededor del mundo, la mayoría no solo eran buenas al probarlas sino en estética incluso para los remilgosos. El problema? la feria estupenda, mucha gente hablando sobre las maravillas, gente del gobierno prometiendo (como siempre) apoyo para llevar los proyectos a cabo y bla bla bla. Al final aún hoy día, se queda en ferias de cada año, dónde estudiantes proponen y el resto indispone.
En áfrica tengo a una entrañable persona que se da cuenta más o menos de lo mismo, pero a un nivel más grande, más lamentable y al final como siempre las personas que menos tienen son las que más dan. Creo que lo mejor que podemos hacer es intentar mejorar la situación más cercana a nosotros, quizás así al final no se cambie el mundo, pero si se mejore un poco la calidad de vida de otras personas...mejor sumar que restar.
Y bah...perdona por el rollo (el tema me toca de cerca), el comentario era para lo dulce de las nubes...en las que no hay que vivir demasiado y disfrutarlas lo justo como éstas que nos regalas para preparar.
Bikiño.
p.d. Mejorate!!
Cuídate, y esta vez sí has de hacer caso con lo de no ir a correr, solo te faltaría eso! Y con lo flaquito que sueles estar, ahora no se te debe ver. Esa dieta es espartana, pero va muy bien, a mí me la pusieron hace años y sales enseguida del mal, mejor que con medicinas.
Eso que dices de lo que compran para comer los de clases altas me ha recordado un reportaje que vi una vez en la tele sobre las basuras de diferentes barrios de Barcelona, en los altos todo eran paquetes de precocinados, totalmente distinta a la basura de otros barrios, donde seguro que se comía mejor.
Me hace gracia ver cómo hablas de años, :·) ; ya entiendo que en realidad para ti son los cursos escolares, porque 'el año pasado' la chica que cuida a T no debía trabajar todavía en ello, no? ;·)
Así que pronto pasa al mundo de los 'erectus'? Qué gracia! Y, oye, debe decir ya algo, no? Explica, explica, que nos hace ilusión.
BESOS para los dos.
Cuídate, y esta vez sí has de hacer caso con lo de no ir a correr, solo te faltaría eso! Y con lo flaquito que sueles estar, ahora no se te debe ver. Esa dieta es espartana, pero va muy bien, a mí me la pusieron hace años y sales enseguida del mal, mejor que con medicinas.
Eso que dices de lo que compran para comer los de clases altas me ha recordado un reportaje que vi una vez en la tele sobre las basuras de diferentes barrios de Barcelona, en los altos todo eran paquetes de precocinados, totalmente distinta a la basura de otros barrios, donde seguro que se comía mejor.
Me hace gracia ver cómo hablas de años, :·) ; ya entiendo que en realidad para ti son los cursos escolares, porque 'el año pasado' la chica que cuida a T no debía trabajar todavía en ello, no? ;·)
Así que pronto pasa al mundo de los 'erectus'? Qué gracia! Y, oye, debe decir ya algo, no? Explica, explica, que nos hace ilusión.
BESOS para los dos.
Uy, lo siento, le he dado dos veces, y no sé borrarlo.
Que complicado decidir si dar o no dar al que te pide en la calle. Cuando son niños los que piden yo no les doy dinero. Si tengo algo de comida o bebida se lo ofrezco sin problema y me quedo charlando para ver que se lo coman. Mi lógica es que si les doy dinero, sus padres los seguiran haciendo "trabajar de mendigos" y esos chicos deberían estar en la escuela en donde les dan contención y comida y no en la calle. O sea que a los niños nunca. Y a los adultos según el día , pero a los ancianos sí, me da tanta tristeza que estén solos en la calle. Difícil no?
Yo no soy mucho de las golosinas pero a mis hijos les encantan. Ya probé de hacerles estas esponjitas y les gustaron mucho
Saludos
Tienen una pinta fantástica.Las voy a hacer, pero tengo dos preguntas:¿cu´nto tiempo aguantan en buen estado y se pueden congelar? Muchas gracias. Yo sólo doy limosna cuando no avasallan pidiendo
Te invito a conocer mi blog no es de recetas, es de curiosidades de cocina.. espero te guste
http://curiosidadesdecocina.blogspot.com/
Que tal Pepinho...., mejor??
Espero que sí.
Las nubes se ven tan dulces!!!
Hola! Ufff (enésimo),
Durante las primeras 24 horas, para mí 36, he tenido que tomar suero y medicación. En ese instante intenté comer pero no admití la comida, mi estómago no lo hizo. Lo intenté con mayor éxito pasadas 48 horas.
Después, la dieta que me recetó la médico era a base de pescado a la plancha o cocido, arroz en blanco y poco más. Nada de verduras… ni azúcar, para mí la mayor tortura que podían hacerme, y más si cada vez que abría la nevera veía una gran tarta de chocolate…. El cuerpo siempre me pide azúcar y eso era muy duro.
Ya ha pasado, más o menos. Gracias.
El viernes salí a correr y pensé que no llegaba, no tenía ninguna fuerza, me arrastraba (y todavía lo hago un poco). Cuando llegué a casa estaba pálido y sin fuerzas.
¡Tú y yo! Me encanta! Uno de los remakes (del propio director) mejores que conozco, y eso que tengo un cariño especial por Charles Boyer.
Besos, ya te responderé (a todo).
17 claras. Precisamente, la tarta de chocolate de la que hablo y no podía probar tenía más de 300 gr. de claras y ni una sola yema. De memoria, puedes hacer muchas cosas: mousses, macarons, nougat, financiers, discos de merengue para rellenar una tarta, leche merengada (qué vaca tan salada), tolón, tolón,…
Una tarta fácil y rápida. Preparamos un merengue, formamos discos y los secamos en el horno. Ponemos un disco como base, rellenamos con una Chantilly de chocolate, ponemos otro y rellenamos con chantilly. También podríamos poner un tercer disco, acabando con más Chantilly. Decoramos la tarta y dejamos reposar… Podríamos rellenarlos con una nata montada y fresas, por ejemplo.
Lo peor pasó los tres días siguientes (y el fin de semana) a la gastroenteritis. Debilidad y tener que estar con Teo yo solo, no tenía fuerzas para sostenerlo. Ahora ya estoy bastante mejor pero los problemas son otros.
Ayer, al salir del supermercado G, me fijé en el mensaje de la cartulina. Todos tenían el mismo mensaje, las mismas faltas puestas de modo deliberado, todo un “truco”. Al salir, la chica saludó a Teo pero no le dejé nada. No sé qué pensará, pero he empezado a plantearme a quién estaba realmente dándole dinero. Tendré que buscar otro tipo de destinatarios más “seguros” y, sobre todo, necesitados.
Es cierto, para mí los años son CURSOS. Clasifico así mi vida, ya no existe otro modo de hacerlo. Es curioso, pero también lo había pensado más de una vez. Para mí empieza en septiembre/octubre y acaba en verano. Es un ciclo estacional (quizás) más coherente (o no).
Se conservan en muy buen estado mucho tiempo, pero no he podido comprobarlo.
Gracias.
Un beso grande a tod@s!!!!!!
Ayyy Pepe, que estuviste realmente malo. Con lo ploff que dejan a uno las gastroenteritis. Sabes que hay muchos mayores que las cogen contagiados de los niños, de las caquitas de los pañales?.
Con esto no quiero decir que fuera lo que te ocurrió a ti, que seguro fue de correr, chovendo + agua fría,etc.
Animo y que me puedes mandar la tarta cuando quieras . No quiero que pases sufrimiento al abrir la nevera. Por Dios!! no te acordaste de mi???!!!!!!!
Muacs dulces!!
Esta semana no sé la que toca porque me quedo dormida antes que él, estoy agotada. Pero veo que los gustos cinematográficos nos unen, jaja
Yo que te iba a mandar mi dirección para 'lo de la tarta', pero ya veo que Berta se me ha adelantado... y más novias y novios que le van a salir... En pocos minutos me voy a comer, pero ahora como 'postreo' con una manzana después de ver tal foto!
:·))))))))))
Cuídate!
Supongo que ya lo sabes y estás harto de que te lo digan, pero es que la tarta es espectacular. Lo tuyo con los postres es otro nivel.
Ojalá nos digas pronto cómo se hace. Aunque no sé yo. Luego mi resultado dista mucho de tu perfección.
De todas formas, todas tus recetas que he intentado han salido fantásticas; no por mí, por las recetas y la precisión en cantidades y procedimientos.
Así que espero impaciente la recetilla.
Me alegro mucho de que estés mejor.
Es otra alegría que suelen traer los hijos. Vuelves a padecer enfermedades infantiles que ya no recordabas (o que nunca habías pasado). Seguramente ésta no ha sido culpa de Teo. Pobrecillo. No quiero echarle la culpa.
Muchos besos.
Esperanza.
ay, por Dios qué tartita!!! Me alegro de que ya estés bien. Cómo se te ocurre irte a correr, alma de cántaro??? Por cierto, yo empecé a entrenar ayer para correr la 10K el próximo 10 de enero, pero oyes.... qué frío hace de noche! Voy a comprarme mañana mismo una braga para el cuello y procuraré respirar por la nariz, pq ayer se me heló la garganta!!! y además sólo aguanté 5 kilometritos... Bueno, dicen que lo importante es participar, no?
Deseando ver la tartita con más detenimiento. Hoy haré la medio-siesta pensando en ella,jajajaj. Besos mil (o dos mil, o tres mil.....). OLGA.
Que dulces que parecen!! Tienen una cara!!
Bs!
Estoy buscando ideas complacientes para estas inmimentes fiestas familiares... Yo soy una alumna aplicada de este blog, y de algún otro foro ( por cierto, creo que antes participabas en MR, pero ya no, ¿No? He visto algún mensaje antiguo tuyo, creo...) pero toda mi aplicación no sirve para nada; por primera vez en todos estos años no disponemos de la posibilidad de viajar a Galicia en Navidad, y mi familia va a venir: he comentado a mi madre alguna receta que te he copiado, y que me parece exquisita, pero ya me ha dicho que ella prefiere lo tradicional de siempre.. Qué desánimo tan grande!!!
No tengo mucha oportunidad de lucir mis conocimientos recién adquiridos, sólo con J.L., y se agradecería un público más amplio.
Por cierto, suelo ver lo que vas actualizando o busco algo en concreto... pero hoy me he dado una "vuelta" amplia por tus post... tienes un número inmenso de recetas. Qué lujazo!!
Gracias por compartirlas!!!
Pepinho, ¿cómo estáis? ¿Ha dejado de llover ya por ahí?
BESOS!
Hola!,
Debéis disculparme pero llevo 15 días sin poder hacer prácticamente nada. Me levanto, cojo a Teo le doy el desayuno y me voy a trabajar, si he tenido la suerte de que haya pasado una buena noche. Cuando vuelvo, a eso de la una de la tarde, casi todos los días me tengo que quedar con él hasta las 9 y pico de la noche, que es cuando lo acuesto. Mientras se toma una siesta, poco más de una hora, es cuando aprovecho para preparar la comida.
Y eso que mis planes eran publicar alguna de las muchas recetas (y fotos) que tengo preparadas. Pronto tendré vacaciones y, quizás, un poco más de tiempo. Esta semana espero aparece, aunque sólo queden 2 días.
Un beso grande.
Pepinho.
Uf, madre mía, Pepinho!
Pues recuerda supervitaminarte y mineralizarte!!!!!
Hasta pronto.
Me alegro que al menos des señales de vida.
Otra cosa no, pero paciencia ya te hemos demostrado que tenemos, ajjajaja. Besos mil y cuídate, que criar es lo que tiene. OLGA.
Bueno, me quedo tranquila. Ya no sé por qué me entró la paranoia de que algo no debía ir bien. Si es por falta de tiempo, bien. Si es por algo más,..lo siento.
Animo que en nada llegamos al PRIMER CUMPLE de Mr. T y tiene que haber supermegacelebracióndetodaslastíascibernáuticas.
Felices Días.
Muacs dulces
ho, alíviate y anímate a escribir, nos hace falta. te saludo desde México. Luis
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