Handy Manny
¿Por dónde empezar? Empezar es casi siempre lo más difícil.
“Era una hermosa mañana de invierno, a un paso de la primavera, cuando los primeros brotes emergen tras la poda y las flores de los chuchameles y mimosas tiñen de amarillo el paisaje que ve desde su ventana”. ¡Un horror! Empezamos. “Era una fría y luminosa mañana de invierno. La primavera llamaba a la puerta con las primeras flores. La luz de la mañana daba brillo a su rutinaria existencia. Estaba feliz.” No, volvamos a empezar. “La esperanza llamó a su puerta en forma de rayos de sol. Había apartado los días tristes y había vuelto a soñar. Era marzo. No tengo motivos para estar triste, pensó mientras las lágrimas humedecían sus ojos…”
(…)
¿Por dónde empezar? Empezar es casi siempre lo más difícil.
“Era una hermosa mañana de invierno, a un paso de la primavera, cuando los primeros brotes emergen tras la poda y las flores de los chuchameles y mimosas tiñen de amarillo el paisaje que ve desde su ventana”. ¡Un horror! Empezamos. “Era una fría y luminosa mañana de invierno. La primavera llamaba a la puerta con las primeras flores. La luz de la mañana daba brillo a su rutinaria existencia. Estaba feliz.” No, volvamos a empezar. “La esperanza llamó a su puerta en forma de rayos de sol. Había apartado los días tristes y había vuelto a soñar. Era marzo. No tengo motivos para estar triste, pensó mientras las lágrimas humedecían sus ojos…”
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